Desde siempre, la influencia de los perfumes sobre el psiquismo ha sido objeto de numerosos estudios… Nacida en los años 80 en Japón, la aromacología consiste en tratar unos síntomas a través de los aromas apropiados: estos actúan sobre la zona física y psíquica del paciente.
La aromacología se distingue de la aromaterapia porque utiliza aceites esenciales de plantas, para curar, por aplicación, ingestión, o inhalación. La aromacología se interesa más a la acción de los olores sobre la zona psíquica del sujeto.
Se trata de una medicina que permite obtener efectos positivos sobre el cuerpo y la mente de forma suave y natural, gracias al poder de las fragancias extraídas de diversas plantas.
Algunos productos de belleza a base de aceites esenciales conjugan diversos beneficios: como los aceites esenciales, de baño, los perfumes de ambiente para la casa, los aceites esenciales puros de madera de rosa, romero, naranja dulce, menta piperita… Se pueden encontrar en todas las tiendas Bio especializadas, y también se pueden comprar en farmacias.
No olvidéis que los aceites esenciales son muy concentrados y que dos gotas son suficientes para desprender un perfume de principio activo. Entre las fragancias beneficiosas, podéis utilizar el aceite de madera de rosa en el baño o para masajes, por su acción positiva y regeneradora.
La menta piperita estimula y hace desaparecer los dolores de cabeza, al tiempo que relaja los músculos. Como ambientador, la lavanda favorece un clima de distensión y de calma, elimina el estrés y las malas energías. El aceite esencial de limón dinamiza, refresca y permite el desarrollo de la concentración.
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