Todo el mundo se siente frustrado acerca de determinadas cuestiones, pero no todo el mundo permite que afecten negativamente su salud y su bienestar mental
¿Qué es la baja tolerancia a la frustración?
La baja tolerancia a la frustración se da cuando unindividuo se frustra muy fácilmente, y tiene una falta de voluntad o incapacidad para tolerar el malestar necesario a corto plazo que a veces se requiere para obtener beneficios a largo plazo. El término fue utilizado por primera vez por Albert Ellis en la década del 60. Describió a los que presentan baja tolerancia a la frustración como síndrome "no lo soporto", porque a menudo se quejan de que son incapaces de soportar "x" situaciones. La baja tolerancia a la frustración es mucho más común en la sociedad occidental debido al ritmo rápido de vida, especialmente para conseguir lo que uno quiere en el menor lapso de tiempo posible.
En la baja tolerancia a la frustración las creencias tienden a ser inflexibles, muy rígidas, inútiles, ilógicas e incongruentes con la realidad. Algunos ejemplos son: "Si cometo un error entonces será completamente insoportable y no voy a lidiar con la vida si no puedo obtener el 100% en mi examen."
¿Qué es la alta tolerancia a la frustración?
La alta tolerancia a la frustración es simplemente la capacidad para tolerar o hacer frente a la molestia y el trabajo duro en el corto plazo con el fin de alcanzar nuestras metas a largo plazo.
Las personas con alta tolerancia a la frustración tienden a ser mucho más flexibles, lógicas, racionales y más tranquilas en su pensamiento, la conducta y el enfoque general a la vida, así como mucho menos propensos a sufrir problemas de salud mental como resultado. También son mucho menos propensos a postergar todo y tratarán de resolver los problemas como una prioridad.
Cómo aumentar la Tolerancia
Hay tres enfoques principales que se pueden utilizar con el fin de aumentar la tolerancia a la frustración incluyendo: creencias contendientes utilizando la lógica, y comprobando si existe evidencia sobre si estas actitudes son útiles. Las personas que padecen baja tolerancia a la frustración también pueden desafiar a los pensamientos utilizando registros o una acción de comportamiento, por ejemplo hacer deliberadamente algo que lo elimine de su zona de confort.
A menudo, la mejor manera de reducir la baja tolerancia a la frustración implica afrontar una situación temida a través de la exposición o la terapia de exposición gradual. En última instancia, la persona se demuestra a sí mismo que puede hacer frente a situaciones difíciles.