La coenzima Q-10 es un factor orgánico que colabora en el funcionamiento del corazón, el hígado, el páncreas y los riñones. Además de estar presente en algunos alimentos de origen animal esta coenzima puede ser sintetizada de manera artificial en el laboratorio para ser administrada en forma de suplementos.
En las últimas décadas esta coenzima empezó a estar asociada a la prevención de enfermedades y a la implementación de tratamientos farmacológicos. Es así como la coenzima Q-10 ha tenido un papel fundamental en la lucha contra la insuficiencia cardíaca, la hipertensión arterial y diferentes enfermedades asociadas al sistema circulatorio. En ciertos tratamientos la coenzima Q-10 también sirve para atenuar los efectos secundarios de algunos medicamentos (por ejemplo, los que se utilizan contra el cáncer). Algunos estudios preliminares también sugieren que la ingesta de coenzima Q-10 viene acompañada de una renovación de la energía celular (dado que esta enzima se encarga de producir ATP). Además tiene efecto antioxidante.
Los principales usos actuales que se hacen de la coenzima Q-10 están concentrados en la prevención de enfermedades coronarias en pacientes que ya han sufrido un ataque al corazón, prevenir los dolores de cabeza crónicos, prevenir la enfermedad de Huntington, retardar el empeoramiento de síntomas del mal de Parkinson y mejorar el sistema inmunológico de personas infectadas con el virus del SIDA.
Al no haberse estudiado lo suficiente no existe evidencia clara sobre los efectos secundarios o las contraindicaciones existentes en la ingesta de coenzima Q-10. Los conocimientos actuales aseguran que la coenzima Q-10 no ejerce efectos secundarios sobre el organismo, aunque está contraindicada en caso de embarazo y lactancia (es mejor evitar su uso, dado que no se conocen sus efectos), y en casos de presión arterial demasiado baja (dado que esta coenzima ejerce un efecto hipotensor sobre el organismo).
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure