La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva. La conjuntiva es una membrana mucosa transparente que recubre el interior de los párpados y cubre la parte blanca del ojo. El ojo rosado es un término comúnmente utilizado para referirse a todos los tipos de conjuntivitis.
La conjuntivitis es una afección bastante común, especialmente entre los niños en edad escolar. Los niños no deberían ser enviados desde las casas a la escuela si la conjuntivitis se sospecha, ya que puede ser muy contagioso y puede propagarse rápidamente entre sus compañeros.
El ojo rosado rara vez causa la pérdida de la visión a largo plazo o un daño a los ojos, pero puede hacer que los ojos se vean muy rojos.
Hay varios tipos de conjuntivitis. Es importante contar con una visita al oftalmólogo para evaluar la condición y para determinar el tratamiento adecuado.
Los síntomas
El síntoma más evidente de la conjuntivitis es un ojo de color rojo o rosado. La inflamación hace que los vasos sanguíneos se vuelvan pequeños en la conjuntiva de modo que se oscurecen, resultando una coloración rosa o rojo en la parte blanca del ojo. Esta inflamación es una señal de que el sistema inmune reacciona a una sustancia extraña.
Un caso de conjuntivitis puede producir los siguientes síntomas:
· Enrojecimiento en uno o ambos ojos
· Comezón en uno o ambos ojos
· Visión borrosa y sensibilidad a la luz
· Sensación arenosa en uno o ambos ojos
· Aprobación de la gestión en uno o ambos ojos que se forma una costra en la noche
· Lagrimeo excesivo
Causas
La conjuntivitis puede ser resultado de las siguientes causas, aunque los virus constituyen la causa más común:
· Los virus
· Las bacterias
· Alergias
· Salpicaduras de productos químicos en el ojo
· Un objeto extraño en el ojo
· Una obstrucción del conducto lagrimal (en recién nacidos)
Los factores de riesgo
El mayor factor de riesgo de la conjuntivitis es estar expuesto a una persona infectada, ya sea con la forma viral o bacteriana, de conjuntivitis. Alguien con la conjuntivitis puede ser contagioso durante siete y 14 días después de que los signos y los síntomas aparecen por primera vez.