La Corte Penal Internacional es el tribunal internacional que persigue a los autores de los crímenes más graves. ¿Cómo funciona?
La Corte Penal Internacional (CPI) es el tribunal internacional encargado de juzgar a individuos responsables de crímenes especialmente graves: genocidio, crimen de lesa humanidad, crimen de guerra y crimen de agresión, entendido como el uso injustificado de la fuerza armada de un país contra otro. Estos crímenes no prescriben y, además, la Corte puede investigar incluso a jefes de Gobierno o de Estado en el ejercicio de su cargo. La Corte comenzó a funcionar en 2002, aunque fue creada en 1998 con la firma del Estatuto de Roma, que hasta 2019 había sido ratificado por 123 países. Pese a ser un organismo independiente, la CPI mantiene desde 2004 un acuerdo de cooperación con la ONU.
Los primeros antecedentes de la CPI fueron los juicios de Núremberg y Tokio, en los que se juzgó a criminales de guerra nazis y japoneses tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, estos tribunales presentaban problemas de legitimidad, ya que habían sido creados por los países vencedores de la guerra para juzgar a los vencidos. Posteriormente, en los noventa, la ONU creó el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda a fin de juzgar los crímenes de la guerra de Yugoslavia y el genocidio de Ruanda. Esas dos crisis demostraron la necesidad de establecer un tribunal internacional permanente para juzgar crímenes especialmente graves, y de ahí surgió el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional.
Para ampliar: “¿Por qué EE. UU., China o Rusia no aceptan la jurisdicción de la Corte Penal Internacional?”, El Orden Mundial, 2019
Un caso puede llegar a la corte por varias vías: que un Estado parte del Estatuto de Roma remita un caso al fiscal de la CPI, que el propio fiscal inicie una investigación o que el Consejo de Seguridad de la ONU remita el caso. Generalmente, la Corte solo puede ocuparse de crímenes cometidos por ciudadanos de los Estados parte o en el territorio de uno de esos Estados, por lo que la eficacia del tribunal depende en buena medida de la ratificación del Estatuto de Roma por parte de los Estados. La única excepción a esta regla es que sea el Consejo de Seguridad de la ONU el que remita el caso, permitiendo a la CPI investigar a países que no han ratificado el Estatuto. Además, la CPI solo tiene competencia para juzgar los crímenes cometidos a partir de 2002 o de la posterior ratificación del Estatuto por parte del Estado, a menos que este acepte la competencia de la Corte desde 2002.
Algunos países firmaron el Estatuto de Roma, pero no lo han ratificado y no reconocen la jurisdicción de la CPI. Es el caso de Estados Unidos o Israel, que obstaculizan el trabajo de la Corte, pues esta sigue teniendo competencia para investigar a sus ciudadanos si cometen crímenes en el territorio de un país que sí reconozca su jurisdicción. El extremo más grave ha llegado con la decisión de la CPI de investigar los crímenes cometidos en Afganistán por soldados estadounidenses, afganos y por los talibanes, gracias a que Afganistán sí ha ratificado el Estatuto. El Gobierno de Estados Unidos ha acusado a la Corte de atentar contra su soberanía, y anunció en junio de 2020 que impondrá sanciones y restricciones a los visados de los trabajadores de la Corte que investiguen a sus ciudadanos, unas medidas que la CPI tacha de “inaceptables”.
En cualquier caso, la Corte Penal Internacional solo actúa bajo el principio de complementariedad con los sistemas jurídicos nacionales: dado que es obligación de los países juzgar estos crímenes, la CPI solo se ocupará de ellos si el Estado en cuestión no puede o no está dispuesto a hacerlo. La primera condena de la CPI fue emitida en 2012 e impuso catorce años de prisión a Thomas Lubanga por el reclutamiento y utilización de niños y niñas soldado en la República Democrática del Congo. Hasta junio de 2020, la Corte ha investigado veintisiete casos y ha condenado a cinco personas, todas ellas africanas. Aunque la mayor parte de las investigaciones actuales son en países africanos, la CPI también tiene investigaciones abiertas en Georgia, Bangladesh o Myanmar.
Para ampliar: “La utopía de una Corte Penal Internacional”, Blas Moreno en El Orden Mundial, 2018
¿Qué es la Corte Penal Internacional? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.