Que es la disfagia y sus causas

La disfagia es la dificultad para desplazar alimentos o líquidos de la boca al estómago, por causas orgánicas o funcionales, se caracteriza por requerir más tiempo y esfuerzo, dolor y, en casos avanzados, imposibilidad de tragar. Es frecuente que los pacientes tengan sensación de que la comida queda atascada y no descienda bien; si esta condición se da frecuentemente, es algo que debe ser atendido por un especialista.

La disfagia puede presentarse a cualquier edad, siendo más frecuente en adultos mayores, lo importante es tratarla cuando aparezca, sea cual sea la edad del paciente, para descartar patologías esofágicas, otorrinolaringológicas, neurológicas, etc., y evitar que disminuya su calidad de vida.

Tipos de Disfagia

Hay dos tipos de disfagia: la orofaríngea (alteraciones en la boca y/o en la faringe) y la esofágica (alteraciones en el esófago, es la sensación de tener alimentos atascados en la garganta o el pecho)

Causas de la disfagia

Muchas afecciones pueden interferir en el proceso de deglución, algunos son causados por enfermedades que afectan:

• La mucosa
• Músculos del trato digestivo superior
• El sistema nervioso central o periférico
• Las estructuras adyacentes al sistema de deglución

Las causas de la disfagia orofaríngea son:

• Neuromusculares: ACV, Parkinson, esclerosis múltiple, miopatías, entre otras
• Lesiones que causan obstrucción: bocio, rumores, nódulos tiroideos
• Debilitamiento de los músculos de la garganta
• Edad: las personas mayores presentan disfagia con mayor frecuencia

Las causas de la disfagia esofágica son:

• Neuromusculares
• Estenosis (estrechamiento) del esófago
• Tumores esofágicos
• Cuerpos extraños
• Estrechamiento del anillo esofágico
• Reflujo gastroesofágico
• Esclerodermia
• Radioterapia

 

Síntomas disfagia

La disfagia puede ser severa o leve, en ambos casos es necesaria su atención médica, es frecuente que los pacientes no se percaten de sus síntomas:

• Dificultad o imposibilidad para tragar, intentar hacerlo varias veces.
• Sensación de obstrucción o detenimiento.
• Tos y arcadas al tragar.
• Caída de los alimentos de la boca, babeo.
• Sensación de no deglutir completo e intento por hacerlo varias veces
• Dolor (odinofagia), náuseas, regurgitación, acidez  de estómago o vómito.
• Voz nasal o voz ronca.
• Bajar de peso.
• En casos graves puede interferir con el proceso respiratorio al quedar atascados los alimentos en la garganta, en estos casos se debe buscar atención médica de emergencia.

Diagnóstico

El especialista realiza un examen físico y puede solicitar la práctica de varias pruebas complementarias para determinar que causa la disfagia del paciente, por ejemplo: radiografías de contraste, estudio dinámico de la deglución, endoscopia, manometría (prueba muscular del esófago) y/o exploraciones por imágenes (radiografías, tomografías o resonancias magnéticas).

Tratamiento de la disfagia

El tratamiento depende del grado de disfagia que tenga el paciente y la causa que la origina, es por ello importante su diagnóstico precoz. En algunos casos puede curarse total o parcialmente sin medios invasivos, en casos más avanzados pueden requerirse medicamentos, rehabilitación, dilataciones del esófago, inserción de sondas de alimentación o cirugía.

Complicaciones

Desnutrición, malnutrición y pérdida de peso, deshidratación, infecciones en las vías respiratorias, ahogos, atragantamiento, deterioro de la calidad de vida, afagia o incapacidad total para tragar lo que requiere alimentación asistida por sondas.

Prevención de la disfagia

Comer más despacio trozos de comida más pequeños, masticar bien y el diagnóstico temprano del reflujo gastroesofágico.

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