El fenómeno que todos conocemos popularmente como soñar despiertos constituye un proceso normal e incluso saludable. Esta acción puede movilizarnos gracias a la motivación y emociones agradables que emergen de dicha experiencia. Este tipo de fantasías pueden ser más o menos elaboradas pero suelen durar poco tiempo. Suelen parecer durante el tiempo en el que realizamos una actividad concreta (escuchar música, tomar el sol en la playa, etc.). Tras finalizar esa actividad, la persona puede volver a la realidad y distanciarse de esa fantasía continuando con sus actividades diarias con normalidad. Ahí aparece el trastorno por ensoñación excesiva o fantasía compulsiva como manifestación clínica disfuncional del soñar despiertos.
El trastorno por ensoñación excesiva o fantasía compulsiva
El trastorno por ensoñación excesiva o fantasía compulsiva ocurre cuando esta experiencia se vuelve más frecuente e intensa. Asimismo, a la persona le es difícil volver a la realidad y desconectar de la fantasía. Cuando este tipo de ensoñaciones se convierten en persistentes la persona puede sentir una mayor frustración, lo cual se traduce en una autoevaluación negativa. La insatisfacción por no cumplir con las obligaciones diarias junto con la culpa hace que la persona termine refugiándose aún más en sus ensoñaciones. De esta manera, se conforma un círculo vicioso que produce indefensión y vulnerabilidad en la persona que lo padece.
Por lo tanto, consideramos que soñar despierto constituye una conducta disfuncional o patológica cuando nos separan de la realidad (en la mayoría de las ocasiones para huir de un conflicto interno subyacente) alterando nuestra funcionalidad.
La mayoría de las personas viven esta experiencia con estrés, ya que muchas veces sumergirse en dichas fantasías se vive como egodistónica. Esta experiencia se convierte en una especie de adicción o dependencia difícil de manejar.
Fantasía compulsiva: Características claves
- Existe conciencia por parte de la persona de cierta predisposición a sumergirse en dichas fantasías desde la niñez.
- La persona muestra preferencia por realizar actividades que favorezcan la ensoñación tales como escuchar música, pasear, etc.
- Puede ser precipitada por fuentes de estrés, como tener que estudiar en gran medida.
- La persona puede desarrollar sus propios personajes o elegir a alguna persona famosa elaborando historias con cierto detalle. Normalmente, la persona se percibe de forma significativamente más positiva de cómo lo hace en la realidad. Asimismo, la persona puede llegar a fantasear consigo misma con habilidades que no posee en realidad (por ejemplo, cantar o poseer excelentes habilidades sociales).
- Es frecuente, mientras se está en plena fantasía, que la persona llegue a reaccionar emocionalmente a dichos contenidos mediante sonrisas, susurros y otros movimientos similares de interacción social.
- El regreso a la realidad produce ansiedad en la persona por la propia conexión con la realidad y culpa asociada a la evitación de las actividades cotidianas.
- Es frecuente que la persona establezca una relación emocional con las personas que aparecen en la ensoñación, incluso aunque sean personas inalcanzables tales como personas famosas o personajes de ficción. Suelen ser muy habituales las ensoñaciones de tipo romántico.
- Las ensoñaciones excesivas o inadaptadas suelen aparecer en personas que hacen un uso frecuente de internet, así como aquellas personas especialmente creativas.
Causas de este trastorno
El trastorno por ensoñación excesiva o fantasía compulsiva tiene su origen en la infancia y adolescencia, manteniéndose a lo largo de la edad adulta.
Según la orientación psicológica desde la que tratamos de explicar este fenómeno, este trastorno puede entenderse desde distintas perspectivas. Así, orientaciones más psicodinámicas o centradas en el trauma pueden entender esta experiencia psicológica como resultado de conflictos internos no resueltos. Desde las terapias de tercera generación, la ensoñación excesiva podría entenderse como una conducta de evitación ante un evento interno (pensamiento, emoción o sensación) que genera un malestar que la persona no está dispuesto a tolerar.
Dadas las temáticas más frecuentes en este tipo de ensoñaciones, podemos dilucidar los conflictos internos que pueden estar en la base de este tipo de comportamiento. Entre ellos, los más habituales están relacionados con la falta de soporte emocional por parte de otros, la ausencia de determinadas habilidades o destrezas y el miedo al rechazo.
Por lo tanto, para la persona afectada, estas fantasías compulsivas tienen el mismo funcionamiento que una adicción ya que ofrece una recompensa inmediata a la vez que intenta huir de las fuentes de estrés inmediatas.
En resumen, la ensoñación excesiva no aparece de forma aislada sino junto con otras características que conforman un cuadro clínico más amplio. Las personas que padecen este tipo de trastorno cuentan con características comunes en su historia personal como:
- Experiencias traumáticas (maltrato, abuso, bullying, etc.).
- Comorbilidad con otros trastornos de cuadros ansiosos y depresivos (depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, fobia social etc.).
- Comorbilidad con trastornos de la personalidad o trastornos disociativos.
- Diagnóstico de un trastorno del neurodesarrollo como los Trastornos del Espectro Autista.
Tratamiento del trastorno de fantasía compulsiva
Si te has sentido identificado con las características anteriormente citadas, nuestros psicólogos en Málaga pueden ayudarte a encontrar la causa que se encuentra detrás de este comportamiento compulsivo.
En este sentido, orientaciones como la psicoanalítica o intervenciones clínicas desde EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares) resultan las más adecuadas para poder encontrar y resolver los conflictos internos que puedan estar favoreciendo al trastorno.
Asimismo, orientaciones terapéuticas basadas en mindfulness pueden resultar muy útiles para trabajar la conexión al presente y la disminución de conductas evitativas.
De esta manera, los objetivos de la terapia en ensoñación excesiva se basan principalmente en:
- Reconocer aquellos precipitantes de la ensoñación como conducta compulsiva. En este sentido, realizar un diario con las veces en las que aparece pueden ayudarnos a saber qué función cumple dicha conducta compulsiva en nuestra vida.
- Incrementar la conexión de la persona con el aquí y el ahora.
- Estrategias de afrontamiento de situaciones estresantes.
- Habilidades para la gestión del tiempo.
- Favorecer la motivación de la persona promoviendo cambios en sus actividades cotidianas.