En solo unos años, la sociedad ha cambiado y ha evolucionado mucho. En algunos casos, estos cambios implican un progreso positivo. Sin embargo, a veces, todo cambio positivo también produce consecuencias no tan esperanzadoras. Por ejemplo, es excelente que hoy día, la mujer esté totalmente integrada en el mercado laboral y tenga las mismas oportunidades que cualquier hombre puesto que además, en muchas ocasiones, el nivel de formación de una mujer es mayor que el de cualquier chico.
De hecho, existen más estudiantes universitarias femeninas que masculinos. También es muy importante que hoy día, los hombres se involucren por igual en el cuidado del hogar, en la realización de las tareas de casa y en la educación de los hijos. Sin duda, la organización y la formación de una familia implican mucho tiempo, cuidado, pero especialmente, amor.
La presión laboral que afecta por igual a padres y madres de familia causa muchos casos de estrés, ansiedad y angustia. Pero además, la falta de tiempo ante un ritmo de vértigo es alarmante. Por ello, esta situación ha provocado en parte, el nacimiento de la denominada como Generación Llavero. Se trata de niños o adolescentes que llevan su propia llave de casa, es decir, que entran y salen del hogar cuando quieren sin dar explicaciones a nadie.
Lo cierto es que los niños necesitan crecer como niños. Por tanto, deben tener unos límites. Por ello, es muy importante evitar que los niños estén solos muchas horas al día. Una pareja que trabaja puede contratar los servicios de una niñera profesional para apostar por la perfecta educación y cuidado del niño. En ciertos momentos, también es posible solicitar la ayuda de los abuelos.
Los niños necesitan de la presencia de alguien que está ahí puesto que todavía no son lo suficientemente maduros y responsables como para ser totalmente independientes.