¿Alguna vez has oído hablar de la inflación? Probablemente sí, pues se trata de un término económico de enorme importancia que, además, está presente en la actualidad por diversos motivos.
Ahora bien, que hayas oído hablar de ella no significa que la conozcas al detalle, y es aquí donde entra en juego el presente texto. A lo largo de este artículo vamos a explicarte qué es la inflación, cuáles son sus principales causas y, sobre todo, qué consecuencias tiene.
Para ello tendremos en cuenta a los dos actores fundamentales dentro de la economía moderna: las empresas y los particulares. ¡Vamos allá!
¿Qué es la inflación?
La inflación es un concepto fundamental dentro de la teoría económica que puede definirse como aquel aumento continuado del nivel general de precios expresado en unidades monetarias.
Esta magnitud se expresa, habitualmente, con porcentajes que muestran el aumento relativo del precio de uno o de varios bienes con respecto al importe que había que pagar por ellos en un momento concreto del pasado.
Otra manera de definir la inflación se basa en la contrapartida del aumento general de precios: la pérdida del poder adquisitivo de la unidad monetaria en cuestión. Es decir, también puede ser definida como la progresiva disminución del poder de compra de una determinada moneda en un contexto económico determinado.
En los momentos en los que los patrones monetarios estaban ligados a la plata y el oro, la inflación era muy poco habitual, pues estos metales rara vez perdían valor, salvo cuando se hallaba una gran mina de alguno de ellos.
Cuando se habla de papel moneda, sin embargo, la cosa cambia, y es más común experimentar ciclos inflacionarios como el que actualmente estamos viviendo.
¿Cómo se mide la inflación?
La tasa de inflación se mide, habitualmente, a través de una herramienta llamada IPC o índice de precios de consumo. Para ello se siguen estos pasos:
- Se toma una canasta familiar o cesta de la compra básica. En ella se incluyen los bienes y servicios que más comúnmente consumen las familias de un determinado país. Esta cesta se construye con base en los resultados de las encuestas continuas de presupuestos familiares, en las que se pregunta a los ciudadanos por aquello que normalmente consumen en su hogar.
- Se determinan los precios medios que tales bienes presentaban en un momento concreto del pasado. Muy a menudo se trata de una fecha situada hace un año, pero puede calcularse el IPC diario, semanal, mensual, trimensual, bianual o cada cualquier otra cantidad de tiempo.
- Se determinan los precios medios que esos mismos bienes tienen en la actualidad. Estos pueden ser mayores (entonces habrá, efectivamente, inflación) o menores (en cuyo caso se hablará de deflación).
- Si son mayores, se divide el precio actual entre el precio base anterior, se multiplica por 100 y se le resta 100. El resultado es el porcentaje de inflación que se ha sufrido en ese periodo con respecto a los bienes que conforman la cesta de la compra del IPC.
Las causas de la inflación
La inflación puede estar ocasionada por diversos motivos, los cuales se dividen, generalmente, en dos clases:
- Causas relacionadas con la demanda. Suelen ser las más comunes, y se relacionan con los supuestos en los que la demanda de uno o varios bienes supera la oferta existente de los mismos. Si los productos no pueden dar respuesta a tal incremento de la demanda, entonces es necesario subir los precios. El aumento relativo de la demanda con respecto a la oferta puede suceder por:
- Una economía creciente. Cuando un determinado país se encuentra en pleno crecimiento, los ciudadanos van accediendo a trabajos cada vez mejores y con mayor remuneración, lo que les permite ampliar su poder de compra y, por lo tanto, consumir más. Consecuentemente, puede darse un cuadro inflacionario.
- Cambios en las políticas fiscales. Cuando los gobiernos bajan impuestos, hay un dinero extra en los bolsillos de los ciudadanos, que tienen más para gastar, generando mayor demanda y estimulando la inflación.
- Cambios en las políticas monetarias. Cuando un Banco Central comienza a emitir moneda e inunda los bolsillos de los ciudadanos con billetes, entonces estos comienzan a gastar en mayor cantidad. La demanda de bienes aumenta; consecuentemente, el precio de los mismos también. Finalmente, el valor de la moneda disminuye.
- Causas relacionadas con la escasez de oferta. Además de los motivos relacionados con la demanda, también es necesario prestar atención a las causas relacionadas con los costes de fabricación y demás elementos que afectan a la oferta de un bien. Cuando las cantidades de determinados bienes se reducen y la demanda se mantiene igual (o aumenta), el precio de tales bienes también lo hace, generándose así inflación. La escasez de oferta puede darse por:
- Interrupciones en las cadenas de suministros globales. Eventos como la pasada pandemia y el parón industrial global ocasionaron una reducción en la fabricación y elaboración de toda clase de bienes, haciendo disminuir así la oferta.
- Generación de monopolios. La existencia de esta clase de figuras puede dar lugar a una disminución de la oferta por motivos artificiales (de manera voluntaria por parte de la empresa monopolística) o motivos naturales (fallos internos en la compañía que no pueden ser suplidos por los competidores, pues no hay).
- Desastres naturales. Estos son capaces de destruir cadenas productivas completas, impidiendo la producción efectiva de bienes sin afectar necesariamente a su demanda, que se mantiene, como mínimo, constante.
- Aumento de los salarios. El crecimiento de los salarios de los trabajadores es una de las causas fundamentales del aumento de los costes de producción, que se traduce en una reducción de la oferta y un consecuente aumento de los precios.
- Reducción de los tipos de cambio de las monedas. Si un gobierno reduce los tipos de cambio de su moneda hace que los bienes extranjeros sean más caros, por lo que su importación se reduce y, consecuentemente, su oferta en el mercado nacional también.
- Aumento de los impuestos. Una política fiscal que encarezca la producción puede ocasionar una reducción de la misma, haciendo que la cantidad de bienes ofertados en el mercado sea menor.
¿Cómo afecta la inflación a las empresas?
La inflación tiene numerosos efectos sobre las empresas, de los que te destacamos los siguientes:
- Interrupciones de la cadena de suministro. Un aumento generalizado de los precios puede dar lugar a la pérdida de rentabilidad en numerosos negocios, los cuales dejan de proveer sus bienes, rompiéndose así la continuidad propia de la cadena de suministros. Es decir, una compañía puede dejar de recibir pedidos por parte de sus proveedores, que se ven obligados a frenar la producción por el aumento de precios. Es común, por ejemplo, la escasez de materias primas.
- Aumento de los costes de producción. Dado que la economía actúa en bloque, las repercusiones acontecidas en un sector alcanzan a los demás. Una empresa acabará sufriendo de una manera u otra el aumento de los precios de sus proveedores, lo cual se traducirá en un incremento de los costes de producción. Este aumento va desde mayores salarios a precios de la energía más altos.
- Disminución de los ingresos por descenso de la demanda. Si el IPC aumenta, una empresa tendrá que repercutir ese aumento sobre sus productos con tal de mantenerse a flote. El incremento de los precios alejará a los consumidores. La empresa, por tanto, dejará de ingresar tanto capital al tiempo que contribuye al mantenimiento de la inflación.
- Aumento de las tasas de interés y del precio del dinero. Una de las maneras más comunes de hacer disminuir una inflación descontrolada por parte de las autoridades económicas es aumentando las tasas de interés. Esto encarece el precio del dinero y puede traducirse en una mayor complejidad para obtener préstamos o en más dificultades para devolver los anteriores. Eso sí, la deuda antigua, en realidad, se vuelve más barata, ya que el valor real de las unidades monetarias ha disminuido. Esto no es necesariamente positivo, pues el descenso de la demanda puede dar lugar a reducción de los ingresos pese a exigir precios más altos por los mismos bienes.
¿De qué manera afecta la inflación a los particulares y clientes finales?
Tales consecuencias no se limitan a afectar a las compañías, sino también a los particulares. Brevemente, puede decirse que los puntos esenciales son los siguientes:
- Reducción del poder adquisitivo y consecuente disminución del consumo. Lo que se traduce en menor calidad de vida.
- Aumento del coste de adquisición y devolución de préstamos, dificultando el acceso a bienes como la vivienda.
- Aumento de las desigualdades económicas, pues los más pobres tienen menos recursos para combatir la pérdida de valor de sus ahorros.
- Estimula el crecimiento a corto plazo, generando más empleos. Si bien a medio y largo plazo, dado que los ingresos empresariales acaban disminuyendo, la economía se destruye.
Conclusión
En conclusión, ya se puede decir que conoces al detalle en qué consiste exactamente la inflación. Igualmente, has podido comprender qué causas se esconden tras ella y, sobre todo, cuáles son las consecuencias que se derivan de su presencia.
Ahora bien, has de tener en cuenta que la economía no es una ciencia exacta, y que la realidad siempre puede superar a los marcos teóricos. Sin embargo, con lo aquí expuesto es suficiente para comprender un panorama como el presente.