La insulina es una hormona producida por el
páncreas, y cuya función primordial es controlar la concentración de glucosa en
la sangre (glucemia). La glucosa es el azúcar más abundante del organismo.
El
páncreas es un órgano situado a la izquierda y por
detrás del estómago. Tiene dos funciones diferentes: a) produce el jugo
pancreático rico en enzimas digestivas, que es vertido en el duodeno a través
del conducto pancreático y b) produce dos hormonas: insulina y glucagón, las que
son vertidas directamente a la sangre para controlar la concentración de
glucosa en la sangre. Ambas ejercen un efecto opuesto.
El organismo trata de mantener la glucemia
(concentración de glucosa en la sangre) en ayunas dentro de unos márgenes
estrechos, alrededor de 80 a 90 mg/dl. Inmediatamente después de una comida
rica en carbohidratos, la glicemia se eleva rápidamente, lo que causa que el
páncreas libere insulina hacia la sangre, lo que a su vez ocasiona que los
tejidos capten glucosa, lo que tiende a normalizarla. Usamos la palabra liberar
como sinónimo de verter, dejar ir.
La glucosa no utilizada es almacenada por
las células del hígado, que la convierten en glucógeno, un polisacárido
compuesto por miles de moléculas de glucosa. Entre las comidas, cuando la
glucemia empieza a bajar, el glucógeno hepático es de nuevo convertido en
glucosa, que se libera a la sangre para evitar que la glucemia baje mucho.
¿Cómo actúa la insulina? Haciendo que la
glucosa de la sangre entre a las células musculares y de grasa, principalmente.
Además, la insulina frena la producción de glucosa por parte del hígado.
La insulina es la piedra angular del
tratamiento de la diabetes tipo 1. En esta enfermedad el páncreas no produce o
produce muy poca insulina, por lo que tiene que ser administrada, comúnmente en
forma de inyección subcutánea (debajo de la piel).
La insulina está también indicada en la
diabetes tipo 2 cuando la dieta, el ejercicio y los antidiabéticos orales no
son suficientes para mantener un buen control de las glucosas sanguíneas.
Las diabéticas embarazadas también deben
administrarse insulina, si la dieta y el ejercicio no logran un buen control
glucémico, ya que los antidiabéticos orales pueden ser perjudiciales para la
criatura.
© Derechos Reservados 2013 Juan Luis
Fernández
Tomado de mi libro “Diabetes: guía
médica y nutricional”