Para evitar esto se debe cuidar mucho la higiene y dejar que el bebé mame con más frecuencia incluso llegando a ayudarse por un sacaleches, sobre todo si hay mucha congestión. Si bien es cierto que las tomas de leche van a depender de la demanda del bebé, es importante que se aumenten en la medida de lo posible para evitar la mastitis. También se debe utilizar un sostén cómodo y holgado, además de limpio. Es muy importante cuidar la limpieza e higiene de la madre, sobre todo en esta zona.
Si se presenta mastitis en una de las mamas, se puede dejar que el bebé mame en la otra mama, ya que esto será posible y no se le quita al bebé de la leche materna.
Es normal que se presenten molestias, irritación, ardores y otras molestias en la mama, sin embargo sólo sucede en los primeros días, por lo que pasado esto o proucidas molestias mayores se debe pensar que se puede tener mastitis. Las principales molestias son: fiebre, escalofríos intensos y mucho dolor. Si sucede esto, se debe consultar con el médico para que pueda confirmar o descartar si se trata de esto.
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