¿Qué es la Morfina? La morfina es una droga potente del grupo de los opiáceos, normalmente prescrita para el tratamiento del dolor moderado a severo.
¿Qué debe saber antes de tomar Morfina?
Nunca tome la Morfina en una dosis más alta que la recomendada por su médico, más tiempo de lo recetado o sin receta médica.
No tome Morfina si usted sufre de asma o si tiene otros problemas de pulmón o dificultad para respirar, porque la Morfina retardará e incluso detendrá su respiración.
No tome Morfina si tiene un metabolismo lento o problemas con el estreñimiento y especialmente si tiene un íleo paralítico.
La morfina no debe ser compartida con otras personas, ya que es un narcótico.
Consulte a su médico si está embarazada, tiene la intención de quedar embarazada o si está amamantando, ya que la morfina puede dañar a su bebé.
Consulte a su médico si tiene algún otro problema de salud antes de tomar morfina, como enfermedad renal, enfermedades pulmonares, enfermedades del corazón, enfermedades del hígado u otras condiciones de salud. Especialmente debe consultar con su médico si usted tiene un historial de adicción a las drogas.
La morfina puede causar adicción, sobredosis e incluso la muerte si no se toma como se ha prescrito. Tenga mucho cuidado al tomar este medicamento.
Dosis de morfina
La morfina siempre debe utilizarse estrictamente sólo como su médico lo recetó. Nunca tome más de lo que su médico le recetó.
La morfina es un narcótico y se debe utilizar con mucho cuidado. Puede causar adicción, sobredosis e incluso la muerte si no se toma como se ha prescrito.
Si olvidó una dosis, tome la morfina tan pronto como lo recuerde. Nunca tome una dosis doble para compensar la que usted perdió antes. Si usted sobredosó la morfina, busque ayuda de emergencia inmediatamente.
Efectos secundarios de la morfina
La morfina es un muy potente y al mismo tiempo una medicina muy peligrosa si no se toma exactamente como se lo recetó su médico.
Los efectos secundarios del uso de la morfina pueden variar de muy leve, moderado y severo a potencialmente mortal.
Si usted tiene una reacción alérgica a la morfina, busque ayuda de emergencia inmediatamente. Es probable que tenga dolor de cabeza, problemas de respiración, náuseas, vómitos, sudoración e hinchazón de los labios, boca, lengua, garganta e incluso cara.
Los efectos secundarios comunes son náuseas, vómitos, pérdida de apetito, mareos, confusión, dolor de estómago, cambios en el metabolismo, estreñimiento y generalmente sentirse enfermo.
Morfina en personas mayores
La morfina es un potente narcótico y se debe utilizar con mucho cuidado en las personas de edad avanzada. La morfina se metaboliza en el hígado primero y después pasan sus metabolitos en los riñones, que más tarde se extraen por vía renal.
Las personas mayores por lo general sufren de una o más enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas cardíacos, presión arterial alta, riñón, hígado y enfermedades pulmonares. Todo esto combinado hace que el uso de la morfina sea muy difícil. Sobre todo en las personas con enfermedades pulmonares y renales, la morfina se debe dar en dosis más bajas y con mucho cuidado.