Todos los años, casi 4 millones de niñas corren el riesgo de ser víctimas de la Mutilación genital femenina. La mayoría de ellas son sometidas a esta práctica antes de tener 15 años. Aunque se han conseguido logros muy importantes para erradicar esta práctica, debemos multiplicar nuestros esfuerzos para ponerle fin para siempre.
¿Qué es la mutilación genital femenina?
Es un procedimiento que se le realiza a una niña o mujer con el objetivo de alterar o lesionar sus órganos genitales, sin que haza ninguna razón médica que lo justifique. Casi siempre implica la extirpación parcial total de los genitales externos. La Mutilación genital femenina es una violación de los derechos fundamentales de las niñas y mujeres.
En la mayoría de los países donde se practica , la violencia contra las mujeres es socialmente aceptada. Además esta práctica es una norma social muy arraigada en la desigualdad de género. Entre las razones por las que se practica están:
- Se considera un rito de transición a la madurez
- Forma de controlar la sexualidad de la mujer
- En muchas comunidades se tiene la creencia de que garantiza el futuro matrimonio de las niñas y el honor familiar
- Muchas personas de estas comunidades lo asocian a creencias religiosas, aunque no existe ningún texto que obligue a realizarla.
La práctica de la Mutilación genital femenina no ofrece ninguna garantía para la salud. Tiene graves consecuencias físicas y psicológicas a largo plazo. Entre las secuelas están desde dolor intenso, hasta hemorragias frecuentes, infección, infertilidad e incluso la muerte. También puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH. Las mujeres que han sufrido la ablación pueden presentar muchos problemas a la hora de dar a luz, con hemorragias posteriores al parto, muerte del feto o muerte prematura de los bebés recién nacidos. Entre los graves efectos psicológicos encontramos la pérdida de confianza de la niña con sus cuidadores, la ansiedad y la depresión a largo plazo cuando se convierte en una mujer adulta.
Intervención de la UNICEF
UNIEF y la UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas), dirigen al unísono el programa mundial contra la erradicación de la Mutilación genital femenina. En este programa se promueven leyes con política de tolerancia cero. Al mismo tiempo colabora con todas aquellas personas que pretender eliminar esta práctica y ayudar a las mujeres y niñas que han sufrido la misma. Además se trabaja en aquellas comunidades donde es una práctica habitual para modificar sus conductas sociales. También para hablar sobre los beneficios de acabar con esta barbaridad fomentando la oposición a esta práctica.
Los resultados obtenidos por UNICEF son importantes, aunque aún hay mucho trabajo por hacer. Desde que en 2008 se inicio el programa entre UNICEF y UNFPA, son ya 13 los países que han aprobado diferentes leyes que prohíben la ablación. Dicho programa también ha facilitado el acceso a tratamiento y a servicios de prevención y protección. Diez años después, casi 7 millones de personas de 19 países, participaron en distintos debates, actividades educativas y diferentes movilizaciones sociales para promover el fin de la Mutilación genital femenina
Tipos de Mutilación genital Femenina
Hay 4 tipos diferentes de ablación.
Resección total o parcial del glande del clítoris y/o del prepucio.
Resección total o parcial del glande del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores
Estrechamiento de la abertura vaginal (infibulación), sellándola y procediendo a cortar y recolocar ambos labios (mayores y menores). A veces incluso se cosen con o sin resección del prepucio.
Todos los demás procedimientos que son lesivos para los órganos genitales femeninos con fines no médicos (punción, perforación, incisión o raspado de la zona genital)
Respuesta Internacional
En 1997 la OMS, la UNICEF y el UNFPA, hicieron pública una declaración conjunta contra la práctica de la Mutilación genital femenina. Estas organizaciones pusieron en marcha el Programa conjunto sobre la mutilación/ablación genital femenina con el objetivo de lograr la erradicación de la práctica en la mayor brevedad posible. Las investigaciones nos dicen que si las comunidades donde se practica decidieran abandonarla, se acabaría con la mutilación genital muy rápidamente.
En 2008 la OMS adoptó una resolución sobre la eliminación de la práctica. En ella se promulgaba la necesidad de una acción conjunta entre todos los sectores: salud, educación, finanzas, justicia y asuntos dela mujer.
Estos últimos años se han conseguido grandes avances para acabar con esta barbaridad, pero queda mucho trabajo por hacer y es necesario la aportación de todos.