¿Has oído hablar del concepto de normalización en Montessori? A veces este concepto crea confusión cuando no sabemos exactamente en qué consiste, así que he pensado que es un tema interesante para el RetoMontessori de Abril, si te animas a unirte para trabajar este tema más a fondo te espero el viernes 31 de Marzo en el webinar, puedes unirte aquí.
Por si no sabes en qué consiste RetoMontessori te cuento: Cada mes (normalmente el último martes del mes), publico un post sobre un tema de filosofía Montessori o relacionado con la pedagogía Montessori, que será el tema que trabajaremos durante ese mes en RetoMontessori. Este post está en el blog a disposición de todo el mundo.
Tres días después del post, es decir, el viernes de esa misma semana, expongo el tema con más detalle en un webinar y los asistentes pueden participar planteando preguntas, compartiendo sus ideas, debatiendo, etc, algo que resulta muy interesante y enriquecedor! Para asistir a estos webinars mensuales es necesario unirse a RetoMontessori, aquí te explico cómo hacerlo.
No quiero enrollarme más sobre el funcionamiento de RetoMontessori para no extenderme mucho, pero si tienes cualquier duda ya sabes que puedes dejarme un comentario al final de este post o contactarme por email.
Después de esta intro, vamos al tema:
Admito que la primera vez que escuché hablar de normalización no me sonó nada bien. En mi mente normalización era sinónimo de estandarización, de hecho no sólo en mi mente, en cualquier diccionario de sinónimos también lo es. Pero cuando descubrí lo que Maria Montessori llamaba normalización entendí que no tiene nada que ver con la estandarización, y por eso creo que es importante aclarar el verdadero significado del término normalización en Montessori.
¿Qué es la normalización?
En el libro La Mente Absorbente, Maria Montessori define la normalización como " el proceso por el cual el niño abandona todos los comportamientos negativos y adquiere comportamientos positivos de una manera espontánea y sin esfuerzo"
Maria Montessori se dio cuenta de que esto no era fruto de la casualidad, ya que se repetía sin excepción en todos los niños y en todas las Case dei Bambini, por lo que dedujo que este nuevo comportamiento que mostraban después de esta transformación correspondía en realidad al estado normal del niño. En el momento en que las necesidades del niño están satisfechas y su maestro interior es respetado, se produce la normalización.
Un niño normalizado muestra bondad, paciencia, empatía, satisfacción por sus logros, alegría por los logros de los demás, auto-disciplina, auto-control, confianza en sí mismo, capacidad de elegir una actividad y concentrarse en ella... Si te fijas son las características que una persona íntegra y plena debería tener en condiciones normales. Por desgracia el mundo en el que vivimos raramente ofrece esas condiciones normales, y nuestro desarrollo desde que nacemos está marcado por obstáculos que nos desvían de ese camino normal que deberíamos seguir.
¿Cómo se produce la normalización?
La normalización es una cualidad interna y que no se puede forzar ni inducir de manera artificial, lo que podemos y debemos hacer es facilitarla.
Se adquiere a través de la concentración en materiales manipulativos, escogidos libremente por el niño una vez se le han presentado, que son apropiados para su edad y que atraen sus periodos sensibles para el orden, movimiento, refinamiento de la percepción sensorial y lenguaje. Maria Montessori observó que generalmente la normalización emerge a través del uso voluntario y repetido de las actividades de Vida Práctica y que se produce en niños menores de seis o siete años.
El entorno óptimo para que se produzca la normalización es una Casa de Niños que incluya un ambiente completo con todos los materiales, grupos de edades mezcladas y un adulto formado como guía Montessori, pero esto no significa que no podamos favorecer la normalización en casa. Vamos a ver cinco ideas que todos podemos poner en práctica en casa:
5 claves para favorecer la normalización en casa
1. Organizar los juguetes
Organiza los juguetes y actividades de tus hijos en estanterías bajas, accesibles y abiertas, de una manera ordenada y atractiva, de modo que puedan elegir lo que quieren utilizar y devolverlo después a su lugar.
2. Materiales naturales
Es preferible tener pocos juguetes y que estos sean de buena calidad. Dentro de lo posible, intenta que los juguetes de tus hijos estén fabricados con materiales naturales, que ofrecen una experiencia sensorial mucho más rica que el plástico y además favorecen que el niño valore y aprecie la belleza de los materiales nobles y la naturaleza de la que proceden.
Por otra parte, los juguetes de plástico suelen ser indestructibles, lo que incita a que se les dé un uso más descuidado, mientras que los objetos delicados transmiten esa necesidad de ser manipulados con cuidado y atención.
Otro factor importante de los materiales naturales es que resultan más atractivos, por lo que es más fácil que el niño se interese en ellos y desarrolle su concentración.
3. Ofrecer actividades de Vida Práctica
Como ya he mencionado, las actividades de Vida Practica son generalmente el mejor camino hacia la normalización, y esto se debe a que atraen intensamente la atención del niño, especialmente entre los 2 y los 6 años, y favorecen una intensa concentración que es el paso previo a la normalización. Esto es una gran noticia porque precisamente el área de Vida Practica es la que mejor podemos integrar y adaptar al entorno familiar 🙂
Es muy fácil integrar el área de Vida Práctica en las tareas cotidianas en casa (lavarse las manos, poner la mesa, limpiar, cuidar las plantas...), sólo tenemos que permitir que el niño participe en ellas y tener en cuenta ciertas pautas a la hora de ofrecerle este tipo de actividades:
- La división de las tareas en una secuencia de pasos.
- Ofrecer materiales atractivos, herramientas y utensilios reales de tamaño infantil, en vez de réplicas de juguete, y presentados de una manera limpia y ordenada.
- Que el niño elija la actividad libremente.
- Que el niño pueda repetir cada actividad tantas veces como desee.
En mi curso online "Montessori de 3 a 6 años - Vida Práctica" vemos más a fondo cómo preparar y presentar actividades de Vida Práctica como las que hay en las Casas de Niños.
4. Ciclo de trabajo en 3 partes
Explica a tus hijos que pueden elegir un juguete o actividad, utilizarlo durante el tiempo que quieran y luego devolverlo a su lugar tal y como lo encontraron. Estas tres partes del ciclo de trabajo establecen unos límites claros a la vez que ofrecen una gran libertad de elección, y favorecen la adquisición de responsabilidad y el respeto tanto hacia el entorno como a las personas que conviven en él.
5. Favorecer la motivación interna
Los niños tienen de manera natural interés y amor por aprender, no es necesario ofrecerles premios por el hecho de aprender algo nuevo o de trabajar duro para conseguir un objetivo; la propia satisfacción que genera el conseguir ese objetivo o el descubrir algo que no sabían, es recompensa suficiente al esfuerzo. Es muy importante que permitamos que nuestros hijos experimenten esa satisfacción personal y que de ese modo se fortalezca su motivación interna.
Es cierto que la normalización es mucho más fácil de conseguir en un ambiente Montessori completo en el que haya un grupo de niños de edades mixtas, pero si somos capaces de aplicar estas cinco ideas en casa estaremos facilitando enormemente la normalización de nuestros hijos.