La oxigenoterapia como su propio nombre ya lo indica es la utilización del oxigeno como parte de un tratamiento a enfermedades. Los efectos beneficiosos que tiene la oxigenoterapia se probaron en los años 80 basados en la experiencia clínica y publicaciones científicas reconocidas que colocaron en manifiesto que la mortalidad de pacientes con enfermedades terminales disminuía si se esgrimían tratamientos con oxígeno.
Además se ha demostrado que el uso de oxígeno provoca una calidad de vida mucho mejor en estos pacientes. El tratamiento con oxigeno está indicado para enfermedades respiratorias cuando el oxígeno a nivel arterial es bajo. A este fenómeno se le llama hipoxemia.
Hay muchas enfermedades respiratorias que se caracterizan por tener la capacidad de alterar el intercambio gaseoso del pulmón. El pulmón no es capaz de capturar el oxígeno adecuadamente del aire que se respira y por ende la sangre se ve afectada. A esto se le llama insuficiencia respiratoria y puede ser demostrada si se mide la cantidad de oxígeno presente en sangre del paciente mediante una gasometría.
Cualquier enfermo que tenga un problema respiratorio grave debe ser tratado hoy por hoy con oxigeno de forma aguada ya que esto provocará que la sangre retome el nivel de oxigeno necesario para poder alimentar a las células rápidamente y se evitará la muerte celular de varias regiones del cuerpo.
Cuando estamos frente a una enfermedad respiratoria crónica en la que el paciente presenta niveles bajos de oxígeno en sangre el tratamiento con oxigeno se requiere al menos durante 16 horas diarias para que haga efecto por lo tanto será un tratamiento domiciliario.
Evidentemente la oxigenoterapia es una medida muy positiva para los pacientes que sufren enfermedades respiratorios, evitar que los niveles de oxigeno en sangre se vayan al suelo es fundamental para mantenerlo vivo y para que mantenga una calidad de vida lo más potable posible.
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