“Lado de la Paz” del Estandarte de Ur (Photo credit: Wikipedia)
Etimológicamente, política proviene de polis, ciudad en griego, a través de la voz latina politicus. Se refiere pues al modo de organizar la ciudad como comunidad de personas que están reunidas en un determinado punto del espacio y en un determinado momento del tiempo y, además, en las formas de participación en la misma.
Akropolis von der Dachterasse des Hotels Polis Grand aus. (Photo credit: Wikipedia)
Históricamente, en las antiguas polis griegas, dicha organización era muy simple, incluso cuando era complicada. La posibilidad de participación en el gobierno estaba muy restringida, bien porque eran monarquías autocráticas o semidivinas, con sus representantes diciendo que descendían de Eneas, o bien porque el sufragio era censitario, excluyendo a mujeres, esclavos, etc. De modo que la estructura del gobierno y de la administración era pequeña y, al estar muy familiarizados con la violencia, en el caso de que el pueblo no estuviera de acuerdo con el gobernante, no era extraordinario que se le condenase a muerte.
Los grandes imperios anteriores o coetáneos con el sistema de las polis griegas (incluido el persa, con el que tanto se enfrentaron en batallas épicas, de las que hoy tenemos un recuerdo generalizado gracias a películas más o menos respetuosas con la verdad histórica, el griego de Alejandro Magno o el egipcio) eran muy sencillos en su organización, aunque para su momento histórico constituyeron verdaderos hitos organizativos porque con anterioridad no existía como tal dicha organización.
Emperor Xuanzong of Tang wearing the robes and the hat of a scholar (Photo credit: Wikipedia)
Exactamente igual podemos hablar del imperio chino, que, con una estructura organizativa muy complicada para su época, no deja de ser el embrión de lo que luego fue sobre todo a partir de la dinastía Tang, con la que comienza su Edad de Oro, pero que es en todo caso ya muy posterior (618 d.C.).
El Imperio romano, dado el carácter de sus fundadores, constituyó un hito en el desarrollo de la administración y del Estado como entidad política, no sólo por la unificación jurídica y legislativa a lo largo de todo su territorio sino sobre todo porque el núcleo de la misma se mantuvo estable desde la República hasta el final del Imperio, con los cambios normales debidos a las circunstancias propias de cada época.
P Roman empire (Photo credit: Wikipedia)
A pesar de la divinización de los emperadores (y de lo que ello supuso para aquellos que se negaron a dicho reconocimiento, principalmente los cristianos), el pueblo romano era más pragmático que otra cosa y su administración iba más encaminada a lo que ellos consideraban el bien común que muchas de las estructuras coetáneas. Por ejemplo, nunca practicaron los sacrificios humanos (otra cosa son los combates de gladiadores o las matanzas en el circo, que eran más ejemplarizantes y, sobre todo, aterrorizantes -si esta palabra existe- que otra cosa, por mucho que a día de hoy, nos parezcan horribles e inhumanas), como sí hicieron otros coetáneos, por ejemplo Cartago.