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Qué es la procrastinación: Efectos

Por Utopiacf
procrastinación

Postergar tareas lo hacemos todos. Unos con más intensidad y habitualidad y otros, menos pero hacerlo, lo hacemos todo. Y es que la procrastinación es uno de los grandes problemas actuales y no solo en el trabajo sino por supuesto, en la vida diaria.

Todo lo que no nos gusta tanto hacer, tendemos a dejarlo para después y ese después, se convierte en mañana, pasado mañana, semana próxima… Es lo que se conoce como “los sapos que saltan” (esas tareas que van pasando y saltando de un día a otro sin que las concluyamos). Procrastinar roba energía a niveles muy elevados porque no hacer la tarea nos lleva a un estado de tensión máxima al estar siempre pensando en ella, en que deberíamos haberlo hecho, entramos en desgana y frustración.

A menudo, hacer esa tarea que estamos procrastinando lleva muchísimo menos tiempo y energía que el dejarla para luego pero, tendemos a procrastinar.

Para conocer exactamente cómo solucionar la procrastinación lo mejor es conocer en detalle qué es, sus efectos y consecuencias. Solo así podremos implementar soluciones eficaces en todos los ámbitos de la vida.

¿Qué es la Procrastinación?

La procrastinación es un comportamiento humano común que se caracteriza por posponer tareas o actividades importantes a favor de actividades más agradables pero menos relevantes. En otras palabras, es el acto de retrasar la realización de actividades que debemos o queremos hacer. Esta tendencia es universal y afecta a personas de todas las edades y ámbitos de la vida.

Las causas más habituales que nos hacen caer en la procrastinación son:

Falta de Motivación:

La falta de motivación es una de las principales causas de la procrastinación. Cuando no estamos entusiasmados o comprometidos con una tarea, es más probable que la posterguemos. Las tareas tediosas o aburridas a menudo caen en esta categoría.

Miedo al Fracaso:

El miedo al fracaso puede paralizarnos y llevarnos a posponer tareas por miedo a no cumplir con las expectativas, ya sea en el trabajo o en la vida personal. Evitamos la tarea para evitar enfrentar la posibilidad de no alcanzar el éxito.

Perfeccionismo:

Aquellos que tienden al perfeccionismo a menudo procrastinan porque sienten que nunca podrán alcanzar los estándares elevados que se imponen a sí mismos. Esto los lleva a evitar comenzar una tarea hasta que sientan que pueden hacerlo de manera perfecta.

Falta de Autodisciplina:

La procrastinación también puede ser una cuestión de autodisciplina. Si carecemos de la habilidad de autorregularnos y mantenernos enfocados en una tarea, es más probable que caigamos en la trampa de postergar.

Distracciones:

En la era digital, las distracciones en forma de redes sociales, notificaciones de teléfonos y otros estímulos externos son una causa importante de procrastinación. Estos elementos desvían nuestra atención y nos impiden concentrarnos en lo que realmente importa.

Fases y ciclos de la procrastinación

La procrastinación a menudo sigue un patrón reconocible que se puede dividir en varias fases. Conocer este proceso nos puede ayudar a identificar cuando estamos cayendo en procrastinar para así, poner solución en diferentes estadios y momentos.

La aparición de la tarea:

En esta fase, se presenta una tarea que debe ser realizada. Puede ser una tarea laboral, un proyecto académico o incluso una tarea doméstica. Esta fase es crucial, ya que es cuando se toma conciencia de la responsabilidad pendiente.

La evitación inicial:

Después de que la tarea aparece en el radar, la procrastinación generalmente comienza con una evitación inicial. En esta etapa, las personas tienden a rechazar mentalmente la tarea y posponerla. A menudo se siente como si hubiera tiempo más que suficiente para abordarla.

El ciclo de excusas:

A medida que se acerca la fecha límite o el plazo, entramos en el ciclo de excusas. Aquí es donde nuestra mente crea todo tipo de razones para justificar la postergación. «No estoy en el estado de ánimo adecuado», «Tengo otras cosas importantes que hacer primero», o «Puedo hacerlo más tarde» son algunas de las excusas comunes.

La crisis:

Cuando la fecha límite se acerca peligrosamente, la procrastinación a menudo alcanza su punto máximo. La sensación de urgencia finalmente nos impulsa a enfrentar la tarea, pero esto suele estar acompañado de estrés y ansiedad.

La realización tardía:

Finalmente, en esta fase, enfrentamos la tarea y la completamos, pero a menudo a expensas de una calidad de trabajo reducida o una experiencia estresante. La sensación de alivio después de completar la tarea puede ser contrarrestada por el arrepentimiento de haber procrastinado tanto.

Efectos de la procrastinación en la vida diaria

Cuando procrastinamos, desperdiciamos tiempo valioso que podríamos utilizar para actividades más gratificantes. Además, el estrés y la ansiedad suelen aumentar a medida que se acumulan las tareas pendientes, afectando nuestras relaciones personales y nuestra salud mental y física.

La procrastinación no es simplemente un hábito inofensivo de posponer tareas. Tiene efectos significativos y perjudiciales en la vida diaria de las personas. A continuación, examinaremos con más detalle cómo la procrastinación impacta en diversos aspectos de nuestra vida cotidiana.

Pérdida de tiempo:

Uno de los efectos más evidentes de la procrastinación es la pérdida de tiempo. Cuando postergamos tareas importantes, desperdiciamos horas que podrían haberse utilizado de manera más productiva y gratificante. En lugar de avanzar en nuestras metas y responsabilidades, nos encontramos en un ciclo de demora constante.

Aumento del estrés y la ansiedad:

La procrastinación a menudo conduce a niveles elevados de estrés y ansiedad. A medida que las tareas pendientes se acumulan, la preocupación y la presión aumentan. La ansiedad relacionada con las tareas procrastinadas puede afectar negativamente la salud mental y física, lo que a su vez impacta en la calidad de vida.

Relaciones personales afectadas:

La procrastinación no solo tiene consecuencias personales, sino que también puede afectar nuestras relaciones. Cuando posponemos tareas que involucran a otros, como cumplir con compromisos sociales o familiares, puede generar frustración y resentimiento en las personas que dependen de nosotros. Esta tensión en las relaciones puede deteriorar la calidad de nuestras conexiones personales.

Salud mental y física deteriorada:

La procrastinación sostenida puede tener un impacto negativo en la salud mental y física. El estrés crónico relacionado con las tareas postergadas puede contribuir al agotamiento, la depresión y la ansiedad. Además, la falta de autocuidado debido a la procrastinación, como una mala dieta o falta de ejercicio, puede afectar negativamente la salud física.

Perdida de oportunidades:

La procrastinación también puede llevar a la pérdida de oportunidades importantes. Cuando no cumplimos con las fechas límite o no aprovechamos las oportunidades en el momento adecuado, perdemos posibilidades de crecimiento personal y profesional. Esto puede limitar nuestras perspectivas a largo plazo y causar arrepentimiento.

Dificultad para establecer metas y mantenerse en el camino:

Las personas que procrastinan a menudo encuentran difícil establecer metas a largo plazo y mantenerse en el camino hacia ellas. La procrastinación crónica puede convertirse en un obstáculo para alcanzar nuestros sueños y aspiraciones, ya que nos distrae y nos impide mantener un enfoque constante en nuestros objetivos.

En conclusión la procrastinación puede reducir significativamente la calidad de vida. El tiempo perdido, el estrés crónico, las relaciones tensas y el impacto en la salud mental y física pueden generar una sensación general de insatisfacción. Superar la procrastinación es esencial para mejorar la calidad de vida y lograr un mayor bienestar.

Efectos de la procrastinación en el trabajo

En el ámbito laboral, la procrastinación puede disminuir la productividad, afectar la calidad del trabajo y tener un impacto negativo en la carrera profesional. Muchas empresas reconocen este problema y emplean estrategias para combatirlo, como la gestión del tiempo y la motivación de los empleados. Poner en marcha diferentes soluciones es imprescindibles para su resolución.

Disminución de la productividad:

Uno de los efectos más notables de la procrastinación en el trabajo es una disminución en la productividad. Cuando posponemos tareas importantes, nos encontramos trabajando bajo presión y en situaciones de última hora. Esto suele dar lugar a resultados de menor calidad y a una menor eficiencia en la ejecución de las tareas.

Calidad del trabajo:

La procrastinación también puede afectar la calidad del trabajo que producimos. Cuando se completan tareas apresuradamente debido a un plazo inminente, es más probable que ocurran errores y que la atención a los detalles disminuya. Esto puede perjudicar la calidad general de los proyectos y disminuir la satisfacción del cliente o la aprobación del superior – empresa.

Impacto en la carrera profesional:

La procrastinación sostenida puede tener graves implicaciones en la carrera profesional. Los profesionales que consistentemente no cumplen con sus tareas o fechas límite pueden enfrentar consecuencias como la falta de promoción, la pérdida de oportunidades de desarrollo y, en casos extremos, la pérdida de empleo. Los empleadores valoran a los empleados que pueden gestionar su tiempo de manera efectiva y cumplir con sus responsabilidades de manera oportuna.

Aumento de estrés:

La procrastinación en el trabajo suele ir acompañada de un aumento del estrés laboral. Los plazos incumplidos y las tareas acumuladas generan una sensación de urgencia y presión constante. Esto puede provocar niveles elevados de estrés y ansiedad en el lugar de trabajo, lo que a su vez puede afectar negativamente la salud mental y la moral de los empleados.

Generar un ambiente de trabajo tóxico:

Cuando la procrastinación es común en un equipo o en una organización, puede dar lugar a un ambiente de trabajo tóxico. La falta de responsabilidad y la acumulación de trabajo pueden generar resentimiento y conflictos entre los colegas. Un ambiente de trabajo estresante y poco saludable puede llevar a una alta rotación de empleados y a un ambiente poco colaborativo.

Bloqueo en el avance de la carrera profesional:

La procrastinación también puede dificultar el avance en la carrera. Aquellos que procrastinan a menudo encuentran difícil asumir nuevas responsabilidades o proyectos de mayor envergadura, lo que puede frenar su desarrollo profesional y limitar sus oportunidades de crecimiento.

Por lo tanto, la procrastinación en el trabajo puede tener consecuencias graves, no solo para el empleado sino por supuesto, para la empresa. Superar la procrastinación en el ámbito laboral es esencial para alcanzar el éxito profesional y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.

Aprender a solventar la procrastinación es una tarea de todos y debe ser responsabilidad asumida por cada individuo así como por la empresa. En coaching se trabaja directamente esta patología con personas que en un mayor o menos nivel tiendan a procrastinar. El objetivo es aprender a identificar este patrón de conducta, conocer las razones que llevan a ello y de ahí, poner soluciones sólidas y consecuentes con cada uno.


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