Aunque parezca una paradoja, bastantes personas tienen la capacidad de salir fortalecidas tras pasar por una experiencia traumática.
El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas… Cuando una persona es capaz de hacer lo anterior; se dice que tiene una buena resiliencia, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos.
Las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de tensión, venciendo la presión del entorno.
Esto se manifiesta por la impresión subjetiva de que ellos controlan los acontecimientos y no al revés.
Actualmente la resiliencia se aborda desde la psicología positiva la cual se centra en las capacidades, valores y atributos positivos de los seres humanos y no en sus debilidades y patologías, como la psicología tradicional.
La capacidad de resiliencia se pone a prueba cuando afrontamos estrés prolongado, como por ejemplo el debido a la pérdida de un ser querido, quedarse sin empleo, al maltrato o abuso psíquico o físico, a enfermedades temporales, al abandono afectivo, al fracaso personal, a las catástrofes naturales y a otras pobrezas similares.
Los sujetos se clasifican como no-resilientes y resilientes, existiendo todos los niveles intermedios. Se ha constatado que la mayor capacidad intelectual y la autoconfianza aumentan la resiliencia.
Ante situaciones de desafío personal y/o social, es muy importante saber gestionar la resiliencia propia. Para ello, tienes que saber el nivel de resiliencia que tienes en este momento. Una vez conocido tu nivel, tienes que ejercitar hábitos saludables que te ayudan a desarrollar de forma fácil, tu resiliencia en el día a día.
¿Vas a mejorar tu resiliencia o vas a dejar que los acontecimientos te controlen a ti?
Las personas resilientes ha sido definidas con las siguientes características:
- Sentido de la autoestima fuerte y flexible.
- Independencia de pensamiento y de acción.
- Habilidad para dar y recibir en las relaciones con los demás.
- Alto grado de disciplina y de sentido de la responsabilidad.
- Reconocimiento y desarrollo de sus propias capacidades.
- Una mente abierta y receptiva a nuevas ideas.
- Una disposición para soñar.
- Gran variedad de intereses.
- Un refinado sentido del humor.
- La percepción de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás.
- Capacidad para comunicar estos sentimientos y de manera adecuada.
- Una gran tolerancia al sufrimiento.
- Capacidad de concentración.
- Las experiencias personales son interpretadas con un sentido de mejoría de vida.
- Capacidad de afrontamiento de nuevos retos.
- Apoyo social a otros.
- Poseen un propósito significativo en la vida.
- La creencia de que uno puede influir en lo que sucede a su alrededor.
- La creencia de que uno puede aprender con sus experiencias, sean éstas positivas o negativas.
Ve este grato e interesante vídeo para complementar lo que significa la Resiliencia.