Hace algunos informes atrás, comenzamos una breve serie de informes acerca de las distintas enfermedades de transmisión sexual (ETS). Hablamos acerca de sus definiciones, sus principales causas y síntomas para, por último, hablar acerca de su tratamiento y los métodos de prevención más comunes y efectivos.
En este artículo, hablaremos acerca de una enfermedad llamada Tricomoniasis. No es de las enfermedades de transmisión sexual más conocidas, como la Sífilis o la Gonorrea por ejemplo, pero no por ello menos popular en cuanto a su incidencia. Comencemos!
Qué es la Tricomiasis?
Como hemos dicho en los párrafos anteriores, la Tricomiasis es una enfermedad de transmisión sexual. Esta enfermedad afecta por igual tanto a hombres como mujeres, aunque muchas veces los síntomas no se manifiestan dependiendo del sexo.
La bacteria causante de esta enfermedad se llama Trichomonas vaginalis. En la mayoría de los casos, se origina y cultiva en la vagina, aunque también puede localizarse en la uretra en los casos masculinos.
La mayoría de los casos en los que los hombres han sido infectados, lo hacen al tener contacto con la vagina, por lo que resulta fundamental mantener relaciones sexuales con una pareja estable y siempre tomando medidas preventivas, por supuesto.
Cuáles son los síntomas de la Tricomoniasis?
Uno de los problemas más frecuentes de esta enfermedad es que la gran mayoría de las veces, los síntomas no se manifiestan visiblemente o a través de sensaciones, por lo que dificulta el diagnóstico sin realizar pruebas y estudios específicos.
Los síntomas son:
. Ardor al orinar
. Ardor luego de eyacular
. Secreciones
. Irritación tanto en el pene como en la vulva
. Flujo vaginal espumoso y amarillo
. Picor
. Dolor en la parte baja del vientre
Cómo tratar la Tricomoniasis?
Generalmente, la enfermedad se trata a través de la administración de dosis orales. Dependiendo del avance de la enfermedad, se recetarán distintas dosis, aunque no es común que supere una única dosis.
Como sucede con muchas otras enfermedades de transmisión sexual, se analizará no sólo al paciente consultante, sino también a su pareja como protocolo médico.
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