Siempre me ha gustado bucear en la etimología de las palabras para entenderlas mejor y no quedarme con las legañas que se le van adhiriendo con el tiempo… Por eso, ayer mientras leía, decidí que tenía que compartir esta historia…
Durante los siglos XV y XVI, comenzó a hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, a medio camino entre Viena y Budapest. Esta popularidad, además de por ser parada obligatoria entre ambas ciudades, le vino por ser el lugar donde se desarrollo un carruaje diferente a los que había en la época. Un carruaje provisto de un sistema de suspensión que lo hacía más confortable y seguro, cosa que no tenían los carruajes de la época. Pronto, empezó a hablarse del “Kocsi szekér”, el carruaje de Kocs, símbolo de excelencia. Así el término Kocsi, pasó a otros países. Al alemán como Kutsche, al italiano como cocchio, al español como coche y al inglés como coach.
Por tanto, la palabra coach (coche) es de origen húngaro. En su tiempo designaba a un vehículo tirado por animales para transportar personas.
De alguna manera, el significado actual de la palabra coaching viene a ser el mismo, la acción de transportar personas de un lugar a otro, de donde están hoy, al lugar dónde desean estar.
Pues esto es coaching, viaje. Viaje hacia ti mismo, viaje hacia el lugar donde quieres estar. ¿Qué es lo que deseas?