El episodio final de la sitcom Cómo conocí a vuestra madre (Last Forever, traducido en castellano como Juntos para siempre) se emitió por primera vez el 24 de marzo de 2014, dejando a muchos fans indignados. Más de 4 años después, miramos atrás y nos hacemos la pregunta: ¿era realmente tan malo el final de Cómo conocí a vuestra madre?
Así acabó
La novena temporada se centró en la accidentada boda de Barney y Robin. Sabíamos perfectamente que el encuentro de Ted y La Madre tendría lugar al final de la temporada, así que los guionistas hicieron un trabajo excelente al presentárnosla a través de sus encuentros con el resto de personajes. De este modo, se disiparon las preocupaciones de los espectadores de que La Madre no cumpliera con las expectativas. Tracy se ganó el cariño de toda la audiencia, gracias en gran parte a la magistral interpretación de Cristin Milioti, así como la triste historia que le dieron los guionistas. Tuvimos que admitir que Tracy era una chica encantadora, dulce, extravagante, y, en definitiva, la mujer perfecta para Ted.
Tracy creía haber encontrado al amor de su vida y lo perdió. Su anterior novio, Max, murió en un accidente de coche, y nunca llegó a superarlo. Nunca había conocido a una persona a la quisiese como Max, y la encontramos en el momento en el que acababa de rechazar una petición de matrimonio. Hasta que llegó Ted y todo encajó como las piezas de un puzzle. Por eso nos desgarró saber que el amor de Ted y Tracy duró muy poco, porque Tracy había muerto 6 años antes de comenzar el relato de Ted a sus hijos. Pero ¿es eso realmente lo que decepcionó a tanta gente?
El problema con la muerte de Tracy
La idea concebida por los guionistas (Ted cuenta una historia a sus hijos sobre su mujer, a la que tanto amó, para poder por fin pasar página) habría sido brillante de haberse ejecutado bien. La última temporada de la serie estaba llena de pistas que apuntaban a la muerte de Tracy y momentos que indicaban lo mucho que Ted la quería: entre ellos, la tristeza de Ted cuando piensa en que Tracy no podrá asistir a su boda de su hija, o el precioso discurso de Ted cuando imagina haber conocido a Tracy 45 días antes.
Hola, soy Ted Mosby. En exactamente 45 días tú y yo nos conoceremos y nos enamoraremos y nos casaremos y tendremos 2 hijos y los querremos y nos querremos muchísimo. Para eso quedan 45 días, pero supongo que estoy aquí porque… quiero esos 45 días de más contigo. Quiero cada uno de ellos. Y si no puedo tenerlos me conformaré con los 45 segundos antes de que tu novio aparezca y me dé un puñetazo, porque… te quiero. Siempre te querré, hasta el final de mis días y más allá. Ya lo verás.
Momentos como aquellos, mejor esparcidos a lo largo de las 9 temporadas, nos habrían preparado para un final absolutamente precioso, que refleja perfectamente la historia de Tracy y Max. Al igual que Tracy hizo en el pasado, Ted ha llevado un largo duelo por la mujer a la que amaba, hasta que por fin decide que, aunque nunca será capaz de olvidarla, es hora de pasar página (con Robin o con otra mujer). Pero no es esta la impresión que el final transmite.
En una serie que se preocupa tanto por mantener la continuidad, no se entiende que los guionistas hayan tratado la muerte de Tracy (que tenían planeada desde la segunda temporada) con tan poco cuidado. Si la madre a la que tanto querían está muerta, parece extraño que los hijos consideren la historia que su padre cuenta sobre ella un castigo o una tortura, y que interrumpan constantemente. Y también parece extraño que, como Penny señala, la madre apenas aparezca en la historia. En retrospectiva, dificulta empatizar con los personajes.
La caída de los personajes
Pero lo peor de este final es que deshace todo el crecimiento de los personajes a partir de la segunda temporada. Los guionistas no habían previsto el éxito que tendría la serie, y habían planeado una única temporada, con Victoria como la madre de los hijos. Pero la serie triunfó, y había que grabar otro final. La escena que los espectadores vieron en 2014 se había grabado en realidad en 2006, para que los niños no envejecieran de repente al acabar la serie. Para acabar la segunda temporada, este desenlace habría sido perfecto. Ted y Robin acababan de romper, no porque no se quisieran, sino porque tenían planes diferentes. Pero desde entonces, los guionistas se despreocuparon totalmente de enlazar este momento con el final hasta la última temporada. Los personajes de Ted y Robin tomaron caminos diferentes hasta hacerse completamente incompatibles.
En una serie que se basa en el carácter de sus personajes y las dinámicas entre ellos, es de esperar que los veamos evolucionar, enfrentarse a problemas y superar sus miedos. La evolución de los personajes en la serie es bastante idealizada, aunque no imposible, para un grupo de veinteañeros-treintañeros neoyorquinos. Todos ellos intentan enmendar las relaciones con su familia; aunque en el caso de Barney y Robin queda claro que nunca llegarán a tener una buena relación con sus padres, aprenden a valorarse por sí mismos teniéndose como apoyo, y superan juntos su miedo al compromiso. Robin viaja por el mundo como reportera, Barney consigue su venganza, Lily consigue entrar en el mundo del arte a pesar de su inseguridad inicial, y Marshall llega a ser juez del Tribunal Supremo. Y, por último, Ted aprende que es incapaz de encontrar el amor porque no deja ir la idea de Robin (porque Ted nunca estuvo enamorado de Robin, sino de la idea de ella). Hasta que, finalmente, la deja escapar, y encuentra el amor de su vida (otro motivo por el que el final en el que Ted pasa página habría sido perfecto).
Todo ello se deshace en menos de una hora. El matrimonio de Barney y Robin, que se había extendido durante dos temporadas, acaba en menos de 15 minutos en pantalla. Barney vuelve a ser un mujeriego sin control después de varias temporadas aprendiendo a respetar a las mujeres. Apenas sabemos de la vida de Marshall y Lily más allá del nacimiento de su tercer hijo. Y, aunque vemos el loco romance de Ted y Tracy, y a Ted conformándose finalmente con una boda modesta, no hay mucha interacción cotidiana de la pareja, lo que los espectadores quieren ver y lo que, seguramente, los hijos querrían oír.
En definitiva, el final de Como conocí a vuestra madre es un buen concepto con una ejecución muy pobre. Habría sido mucho más efectivo el dedicar esa última temporada a construir la evolución de los personajes tras la boda de Barney y Robin, y tras la entrada de Tracy en sus vidas, para que ese final no se viera tan forzado.