Hola amig@s, aquí nos encontramos una vez más. ¿Qué tal lo lleváis? ¿Cómo está el comienzo de Noviembre? A penas a menos de dos meses para finalizar este 2.015 tan intenso… Retomamos un tema que muchos de vosotros tenéis muy presente, y es en relación a la Zona de Confort y qué es lo que nos mantiene en ella. ¿Preparados? Seguro que sí. No sin antes, compartir una fabula que me compartió un buen amigo hace poquito, que me encantó y que seguro que a vosotros también os agradará:
A un rey le obsequiaron dos pichones de halcón. Este, los entregó inmediatamente al maestro de cetrería para que los entrenara. Después de varios meses, el instructor le comunicó al rey que uno de los halcones estaba bien educado, pero no sabía qué le pasaba al otro. Desde que había llegado al palacio, no se había movido de la rama, incluso había que llevarle el alimento. El rey mandó llamar a sanadores y curanderos pero ninguno pudo lograr que el ave volara. Desesperado, hizo público un edicto en el que proclamaba una recompensa para aquel que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, el rey vio al ave volando en sus jardines. – Traedme al autor de este milagro. Ante el rey apareció un campesino. El rey le preguntó: – ¿Cómo lograste que el halcón volara? ¿Acaso eres mago? – No fue muy difícil – explicó sonriendo el hombre. – Tan solo corté la rama. En ese momento al ave no le quedó otra alternativa que echar a volar.Somos conscientes de lo necesario que es permanecer en la mismo lugar, descansando, para así reponer todas las fuerzas y energías posibles, pero, también es cierto que, mantenerse en el mismo estado de forma estática permanente no nos ayuda en absoluto, y es un indicio claro de estar conquistado por la Zona de Confort. Hay ciertas frases, mentiras grabadas en nuestra mente que utilizamos mucho a modo de ”declaración” de no tener necesidad de salir de la Zona de Confort. Sí, es cierto que lo bueno conocido es práctico, es fácil y por el mismo hecho de conocerlo, pensar que es mejor que intentar, realizar y crecer con nuevas cosas es absurdo e inútil. A vista de ojo cómodo, claro.
Aquí te comparto unas declaraciones a modo de frases, muy típicas si estás en la Zona de Confort, es muy fácil que las hayas mencionado alguna vez o a su vez, hayas escuchado a alguien hacerlo con frecuencia.
¿Estoy obligado hacerlo? No… Pues eso:
Una declaración firme, que declara una concisa decisión de no hacer algo. Tienes razón si piensas que no tienes que hacerlo, es evidente que nadie te obliga a ello. Pero la vida sin retos, responsabilidades, actividades y demás menesteres, no sería vida. Simplemente un aburrido capítulo más. No tienes por qué hacerlo pero, ¿y si lo haces? piensa en todos sus beneficios y el enriquecimiento que te podrá atraer. No pienses de forma perezosa y en las ganas actuales, el futuro depende de ti.
No creo que este sea el momento, ”mi momento”:
Vale, estoy de acuerdo en que si piensas eso, tienes las razones suficientes para declararlo con firmeza. Pero volvemos a mirar bajo la perspectiva de lo que ”el hacerlo” podrá atraerte. Beneficios, conocimiento, mejoría en tu calidad de vida… Piénsalo. No hacerlo no te hará quizás mal, pero desde luego, hacerlo modificará muchísimas cosas e incluso te sorprenderá. Dado que una persona cuando declara ”no es mi momento” está haciendo muestra de su temor. Todos tomamos acciones, las dejamos. Triunfamos y fracasamos. ¡Atrévete a arriesgar!
Después lo hago o quizás un día de estos. No te preocupes:
No claro, nadie se preocupará más o menos que tú. Hoy quizás no estás preparado, no tienes ganas o sientes una incertidumbre al respecto. Pero jamás declares bajo la permisión de una opinión secundaria. Sólo y únicamente tú tienes que ser responsable de tus decisiones. Sólo así, sabrás cuán responsable eres. Por ello eso de: ”No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy”, es verídico. ¡Experimenta! ¡Crece! ¡Sé hacedor!
No estoy seguro de si eso será para mi o no. (”No es para mi”):
Bajo estas frases, está el pensamiento erróneo sobre nuestra capacidad. Con ella declaramos que no somos tan capaces como pueden pensar quienes nos rodean. Y por ende, formulamos una duda tóxica como la de pensar que algo que se nos ofrece ”no es para nosotros”. Procura valorar más tus habilidades y tu capacidad por aprender y conocer nuevas opciones y/o oportunidades. ¡Avanza! No te estanques.
No sé cómo se hace, hazlo tú:
Claro, es muy fácil delegar cuando pensamos que no es nuestro deber o que no estamos capacitados para alguna acción en sí. Es cierto que es altamente difícil pensar que podemos estar en los ojos de alguien para algo. Así como las nuevas acciones y/o oportunidades que se nos presentan día a día nos otorgan una serie de temores e incertidumbres vertiginosas. Pero ¡no! estás completamente equivocado si piensas que no serás capaz. Así como nadie nació con toda la sabiduría, puede aprender cada día algo nuevo y servicial. Lo cual no te quedes estático destruyendo tu autoestima con declaraciones de esta índole y ¡disponte a crecer, aprender y vivir intensamente!
A menudo, la Zona de Confort (zona cómoda), nos absorbe. Nos escoge por ser débiles ante la poca predisposición puesta por nosotros mismos ante las decisiones. Y esto, es evitable con una buena reflexión diaria conociéndonos cada día de forma más profunda.
El hecho de conocer qué queremos y a dónde queremos llegar, es muy importante. Hará que vivas en armonía, con calma…Y tendrás menos indicios de sentirte mal. Bajo ningún concepto, dejes que nada ni nadie influya en tus decisiones. ¡Arriesga! pues la vida es un riesgo, y detrás de cada uno de los riesgos convividos con nosotros, está la mayor de las fortunas. ¡El conocimiento y el saber!
Un abrazo,
Omayra Montes.