La estructura organizacional de la mayoría de las empresas aún está basada en el paradigma de la época industrial. Pero esta situación está cambiando rápidamente porque cada vez más directivos se dan cuenta que el trabajo de conocimiento es muy diferente al trabajo manual.
Uno de los conceptos que encuentro últimamente en la literatura es ROWE, el Ambiente de trabajo orientado a resultados.
Daniel Grifol ha publicado una interesante reflexión sobre este estaría de gestión:
es evidente que creo que el salario tiene que estar ligado a la productividad de una u otra forma. Si el sueldo de una persona productiva y otra improductiva en el mismo puesto es similar ¿qué sentido tiene que la primera siga siendo productiva? ¿Seguirá trabajando tan duro sin obtener ninguna recompensa adicional?