Revista Cultura y Ocio

¿Qué es ser poeta?

Publicado el 26 noviembre 2015 por Revista Pluma Roja @R_PlumaRoja

Decantarte
hasta destilar
la palabra exacta.

Estos días atrás estoy leyendo opiniones muy diversas sobre el mundillo poético en España. Se habla muchas veces de falta de humildad, de premios comprados, incluso de poetas fantasma.

Yo soy un recién llegado. Como sabéis, los que me seguís, llevó compartiendo poemas apenas unos meses, algunos me tacharán de advenedizo o de otras muchas cosas. Mi experiencia es ante todo la de una persona que con curiosidad se acerca a un mundo que le es totalmente desconocido. Veo comportamientos que se me antojan clasistas, existe una tendencia hacia el etiquetado de las personas y la etiqueta preferida en este ámbito es la de poeta, con variantes como VERDADERO POETA o POETA (debo decir que las mayúsculas no son mías, son de los propios poetas). Te encuentras con autores que para agradecerte un me gusta en Facebook diferencian entre poeta, maestro o nada. También ocurre lo mismo en el mundo real, lego de mí, me acerco a cuanta presentación poética cae a mi alrededor y, para mi sorpresa, me encuentro lo mismo: un sentimiento de clase que bordea muy de cerca clasismos que creía extirpados de nuestra sociedad. Me podéis decir y ¿cómo lo llamamos?, no es un problema de designación, es un problema de cómo se utiliza el vocablo, se utiliza como término restrictivo, es decir, la persona en cuestión, transformada en demiurgo, crea un mundo a su alrededor de poetas, maestros y gente común, con la única referencia posible del ser y el parecer, en una especie de dentro fuera. Con reminiscencias que bordean pensamientos totalitaristas que deberíamos haber echado fuera de nuestra sociedad.

En este punto creo necesaria la definición del DRAE: poeta.
(Del lat. poēta, y este del gr. ποιητής).
1. com. Persona que compone obras poéticas y está dotada de las facultades necesarias para componerlas.
2. com. Persona que escribe obras poéticas.

Aparecen dos entradas una más restrictiva y otra más general. Podemos llamar poeta, según el DRAE, a toda persona que compone obras poéticas. Entonces, me pregunto, ¿dónde dan el título de poeta? Como filólogo tengo una visión panorámica, en mi caso, de la literatura española e hispanoamericana, y contemplas bibliotecas repletas de volúmenes escritos por autores de los que hoy solo nos acordamos los estudiosos, dejan por eso de ser poetas, creo que no. En su momento tuvieron algo que contar, sucumbieron a esa necesidad imperiosa de poner en poemas sus experiencias, sus vivencias, su visión del mundo. ¿Son o parecen poetas o, quizás, no lo son por estar olvidados?

Mi opinión es que todo en esta época se encuentra mercantilizado. Las editoriales que, como es lógico, buscan un beneficio económico, se cuidan mucho de diferenciar quién es poeta y quién no, con algo tan sencillo como publicar en una colección de poesía. Con crear círculos artificiales que extienden sus tentáculos hacia las redes sociales. En mi corto periplo por ellas, ya he contemplado varios casos de buenos autores que frustrados por la falta de apoyo del que se supone un público imparcial, acaban abandonando la red, no sin antes dejar un testamento incendiario. Hay autores que defienden el estado de las cosas, hablan de premios bien fallados, del gusto del público por encima de la técnica. Sin embargo, te encuentras con que entre varios poetas tienen copados la mayoría de los premios literarios. ¿Qué ocurre?, ¿solo hay varios poetas buenos?, ¿un poeta sin currículum deja de serlo? Pero en realidad todos sabemos que hay argumentos en todas las direcciones, podemos defender uno u otro punto de vista y tener razón.

Sin embargo, por encima del mercado, por encima de disputas, el poeta es un ser humano que antes que poeta puede tener otras cientos de etiquetas, quizás más importantes en su vida que la arbitraria designación de poeta. León Felipe lo ejemplifica en su poema “Como tú”

Qué hay más simple que una piedra, el gran poeta zamorano, se aleja pues de todo estereotipo de clase.

Vuelvo a la pregunta que me hacía al principio. ¿Soy poeta? Antes que poeta puedo ser padre, profesor, esposo, amigo, hijo y otras mil cosas. Mi respuesta es simplemente SOY.

Como tú

Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera…

Por Pablo Malmierca

pagmalmierca.wordpress.com


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