¿Qué es un caballero?

Suenan ecos de serie, con el actor Kenneth Branagh como protagonista, de la novela Un caballero en Moscú (Editorial Salamandra), obra del estadounidense Amor Towles. El asunto no me huele bien. Sí, soy de esas lectoras que suelen preferir el libro a la película, pero hay algunas versiones cinematográficas de novelas que merecen la pena, así que no me enfrento a este caso con prejuicios (creo). El problema es que me parece muy difícil que una producción audiovisual capte la elegancia y sutileza de esta historia. A mí me llegó la recomendación por la vía del boca a boca de toda la vida (bueno, ahora del mensaje instantáneo a mensaje instantáneo) y abrí sus páginas "virgen", esto es, sin haber leído reseñas previas. No se dejen engañar por el que podría parecer un título simple, porque Un caballero en Moscú esconde un mundo tan complejo como el que puede construir un grupo variopinto de seres humanos.

Esta novela es terapéutica, ideal para los lectores inquietos incapaces de aguantar mucho tiempo en el mismo metro cuadrado y recomendable para quienes alardearon de unos valores y forma de vida estables y la vida, inestable e impertinente, les estrujó el guión y comenzó a escribir, además, con renglones torcidos.

¿Qué es un caballero? No es un atildado aristócrata, que levanta el meñique al tomar su diaria taza de té, o que mira por encima del hombro a todo el personal, con impecable traje, mientras atusa a su pobre mascota, a la que ha disfrazado con camisa y pajarita. Un caballero es el protagonista de esta novela, un conde en arresto domiciliario, durante décadas (sí, he escrito décadas) en el lujoso Hotel Metropol, en Moscú. Creo que poco más hace falta que les cuente para que quieran conocer a uno de los personajes que pasarán a formar parte de la historia de la literatura contemporánea (al menos de la mía).