La ciudad de 15 minutos es un concepto urbanístico revolucionario que ha ganado popularidad en los últimos años. Propone la creación de áreas urbanas compactas donde los ciudadanos puedan acceder fácilmente a todas las necesidades cotidianas en 15 minutos a pie o en bicicleta. Esta visión de una ciudad transitable no es nueva y tiene sus raíces en movimientos urbanistas del pasado, como la defensa de ciudades habitables de Jane Jacobs.
El concepto fue formalizado por Clarence Perry en la década de 1920 bajo los principios de “unidad vecinal”, pero no se desarrolló completamente hasta su interpretación moderna por parte de Carlos Moreno, un planificador urbano y consultor franco-colombiano, quien introdujo la idea en 2019. La visión de Moreno de los 15 La ciudad por minuto es una solución prometedora a los desafíos urbanos actuales, como la congestión del tráfico, las emisiones de carbono y el aislamiento social, por nombrar algunos.
Contexto histórico
El concepto de ciudad de 15 minutos tiene sus raíces en la idea de unidad vecinal propuesta por Clarence Perry a principios del siglo XX. Perry propuso la creación de barrios autónomos que pudieran satisfacer todas las necesidades básicas de sus habitantes. Esta idea fue desarrollada aún más por Jane Jacobs en su obra fundamental, La muerte y la vida de las grandes ciudades estadounidenses, donde defendió las áreas urbanas de uso mixto y una vida callejera vibrante.
Recientemente, el concepto de ciudad de 15 minutos ha ganado una atención renovada debido a la actual crisis climática y la pandemia mundial de COVID-19. La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de comunidades accesibles y transitables que puedan satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes.
Los elementos clave de la idea incluyen la reorganización de la movilidad, cuyo objetivo es reducir el uso de automóviles privados y promover caminar, andar en bicicleta y el transporte público. Otro elemento es la (re)naturalización de la ciudad, que implica la creación de espacios verdes y la promoción de la biodiversidad. Además, la propuesta aboga por la desmercantilización de la vivienda, cuyo objetivo es poner fin a las prácticas especulativas en el mercado inmobiliario. Por último, la propuesta aboga por el decrecimiento, lo que significa priorizar las funciones sociales y ambientales de la ciudad sobre el crecimiento económico.
En resumen, el concepto de ciudad de 15 minutos tiene un rico contexto histórico que se remonta a principios del siglo XX. Acontecimientos recientes como la pandemia de COVID-19 y la crisis climática han atraído una renovada atención a este concepto, allanando aún más el camino para el desarrollo de ciudades más sostenibles y habitables.
Carlos Moreno y la idea de ciudad en 15 minutos
Carlos Moreno es un profesor de emprendimiento nacido en Colombia en la Escuela de Negocios de la Sorbona en París, conocido por su concepto de “ciudad de 15 minutos”. La idea de Moreno de una ciudad de 15 minutos se introdujo por primera vez en un artículo muy leído en 2016 titulado “La Ville du Quart d’Heure: Pour Une Revolution de la Proximite” o “La ciudad del cuarto de hora: por una revolución de proximidad”. »
En el centro de la idea de Moreno está el concepto de que una ciudad debe organizarse de manera que sus residentes puedan satisfacer sus necesidades diarias en 15 minutos a pie o en bicicleta. Según Moreno, hay seis funciones esenciales que debe cumplir una ciudad de 15 minutos, entre ellas habitar, trabajar, abastecer, cuidar, aprender y disfrutar. Al optimizar estas funciones, Moreno cree que las ciudades pueden ser más saludables, más sostenibles y más equitativas, ya que permiten a las personas vivir una vida más conectada.
Moreno describe cuatro componentes necesarios para el desarrollo exitoso de una ciudad de 15 minutos. Estos componentes incluyen edificios de uso mixto, densidad óptima, desarrollo orientado al tránsito y la promoción de soluciones locales. En un edificio de uso mixto, las personas pueden comprar, trabajar y vivir, lo que reduce la necesidad de largos desplazamientos. La densidad óptima se refiere a la idea de que una ciudad de 15 minutos debe ser compacta y tener una variedad de tamaños de edificios, desde edificios altos hasta edificios bajos. El desarrollo orientado al transporte implica la idea de promover el transporte público para reducir la necesidad de automóviles. Por último, la promoción de soluciones locales significa utilizar recursos locales como alimentos y mano de obra para crear una comunidad más autosuficiente.
La filosofía de Moreno ha sido influenciada por otros teóricos y planificadores urbanos. Por ejemplo, ha analizado las ideas de Nikos Salingaros, quien sostiene que el diseño arquitectónico debe aspirar a reflejar las necesidades de los seres humanos y no solo la estética. Las ideas de Moreno también se alinean con el Nuevo Urbanismo, un movimiento que aboga por vecindarios transitables, desarrollo de uso mixto y un enfoque en la sostenibilidad en la planificación urbana.
En general, la idea de la ciudad de 15 minutos de Moreno representa un alejamiento de la planificación urbana tradicional, que a menudo ha priorizado el desarrollo económico sobre el bienestar de los residentes. Al promover la conectividad, la sostenibilidad y la diversidad, Moreno cree que la ciudad de 15 minutos puede ayudar a crear una ciudad más habitable y equitativa.
Los beneficios de una ciudad de 15 minutos
El concepto de ciudad de 15 minutos, introducido por Carlos Moreno, aporta numerosos beneficios a los residentes. Al organizar las ciudades en torno a la idea de satisfacer las necesidades diarias en 15 minutos a pie o en bicicleta, el modelo de ciudad de 15 minutos logra una vida sostenible y al mismo tiempo crea un sentido de comunidad. En esta sección, exploraremos cinco beneficios principales que aporta la ciudad de 15 minutos: mejor calidad de vida, impactos ambientales positivos, mayor interacción social, reducción de la congestión y los atascos de tráfico, y acceso a espacios verdes.
1 / Mejor calidad de vida
El modelo de ciudad de 15 minutos supone una mejora importante en la calidad de vida de los residentes urbanos. Al reducir la distancia entre los hogares y las necesidades diarias, este modelo urbano ahorra a las personas un tiempo y una energía preciosos que de otro modo gastarían en desplazarse hacia y desde el trabajo u otras actividades esenciales. Los beneficios de tener un tiempo de viaje más corto son amplios. No sólo proporciona a las personas un amplio tiempo libre a su disposición, sino que también conduce a niveles más bajos de estrés y a un impacto general positivo en el bienestar emocional.
Además, el modelo de ciudad de 15 minutos enfatiza los viajes activos, que incluyen caminar y andar en bicicleta, lo que genera numerosos beneficios para la salud física y mental. Los viajes activos son una alternativa saludable y respetuosa con el medio ambiente a la conducción que promueve la salud cardiovascular, fortalece el sistema inmunológico y reduce los incidentes de depresión y ansiedad. La presencia de espacios verdes de calidad mejora los efectos de los viajes activos al proporcionar un entorno que mejora el estado de ánimo, reduce los niveles de estrés y fomenta el ejercicio.
En el modelo de ciudad de 15 minutos, los barrios desempeñan un papel crucial a la hora de mejorar la calidad de vida de los residentes urbanos, ya que son completos, vibrantes y acogedores para las personas. Conocida como la ciudad a escala humana, este modelo urbano fomenta vínculos comunitarios más fuertes al promover la interacción social y reducir la soledad. Los vecindarios completos contienen servicios como escuelas, hospitales, tiendas de comestibles y otros servicios esenciales que satisfacen las necesidades diarias de los residentes, lo que hace menos probable que las personas se sientan socialmente aisladas.
Para conectar estos vecindarios completos, el modelo de ciudad de 15 minutos enfatiza el transporte público y la infraestructura para bicicletas de calidad. La presencia de opciones confiables de transporte público, como trenes o autobuses, brinda fácil acceso a servicios esenciales y oportunidades de empleo, lo que reduce aún más la necesidad de viajes más largos. Al enfatizar la infraestructura para bicicletas, el modelo de ciudad de 15 minutos también promueve modos de transporte respetuosos con el medio ambiente, lo que conduce a entornos urbanos más habitables y sostenibles que contribuyen a una mayor calidad de vida para los residentes urbanos.
2 / Impactos ambientales positivos
El concepto de ciudad de 15 minutos conlleva una gran cantidad de impactos ambientales positivos que lo convierten en un modelo urbano ideal para el futuro. En primer lugar, al reducir la distancia entre los hogares y los servicios esenciales, el modelo de ciudad de 15 minutos ayuda a disminuir las emisiones del transporte, lo que lleva a una reducción significativa de las emisiones de carbono. Esta reducción tiene una importancia ambiental considerable que puede ayudar a mitigar la crisis climática. Menos automóviles en las carreteras también significan menos contaminación acústica y una calidad del aire más limpia, lo que hace que las ciudades sean lugares más seguros y saludables para vivir para todos.
Otro beneficio ambiental significativo del modelo de ciudad de 15 minutos es el énfasis en la creación de más espacios verdes como parques, jardines comunitarios y otros hábitats naturales. Este enfoque en los espacios verdes no sólo promueve una mejor calidad del aire, ya que los árboles y las plantas actúan como filtros de aire naturales, sino que también reduce el efecto de isla de calor urbana. El efecto isla de calor urbano se produce cuando el pavimento, los edificios y otras estructuras absorben el calor del sol, lo que hace que las ciudades sean mucho más cálidas que las zonas rurales. Más espacios verdes pueden ayudar a reducir este efecto e impulsar la biodiversidad en la ciudad, al tiempo que crean un entorno urbano atractivo.
Además, el modelo de ciudad de 15 minutos hace hincapié en la infraestructura para peatones y ciclistas, que puede reducir los riesgos de inundaciones al minimizar la cantidad de superficies pavimentadas e impermeables en las ciudades. Estas superficies aumentan la escorrentía durante las fuertes lluvias, lo que provoca inundaciones. Al reducir la cantidad de superficies impermeables, el modelo de ciudad de 15 minutos contribuye a una mejor gestión de las aguas pluviales y reduce los riesgos de inundaciones. Este enfoque también ayuda a mejorar la salud y la seguridad públicas.
Por último, el modelo de ciudad de 15 minutos puede respaldar la agenda de carbono cero al reducir la huella de carbono de los centros urbanos. Lo consigue fomentando los viajes activos, los espacios verdes y el transporte público de calidad. Al enfatizar estos modos de transporte sostenibles y prácticas respetuosas con el medio ambiente, las ciudades pueden reducir sus emisiones de carbono, proteger el planeta y crear entornos urbanos más habitables y sostenibles.
3 / Mayor interacción social
Una de las ideas centrales detrás del modelo de ciudad de 15 minutos es crear comunidades vibrantes y transitables donde las tareas diarias se puedan realizar a poca distancia de casa. Esta naturaleza compacta de la ciudad acerca a las personas, fomentando un sentido de comunidad y fomentando una mayor interacción social.
Al reducir la dependencia de los automóviles y promover el transporte activo, el modelo de ciudad de 15 minutos brinda oportunidades para que las personas interactúen con su entorno a escala humana. Cuando las personas caminan o andan en bicicleta, se vuelven más sensibles a los detalles de su entorno y es más probable que interactúen con otras personas a lo largo de su ruta. Esto puede manifestarse en simples saludos con los vecinos, conversaciones informales en la fila de las tiendas locales o reuniones improvisadas con amigos en parques o plazas cercanas.
Al vivir en una ciudad de 15 minutos, los residentes tendrían la oportunidad de establecer relaciones más estrechas con sus vecinos, comerciantes y otras partes interesadas locales. Sería más probable que las personas frecuentaran regularmente los mismos negocios, parques y espacios públicos del vecindario, creando una sensación de familiaridad y comunidad. Esto también aumentaría las oportunidades para la interacción social voluntaria y fortalecería el tejido social de la ciudad.
Un aspecto vital del concepto de ciudad de 15 minutos es la idea de cumplir seis funciones sociales. Estas funciones incluyen vivir, trabajar, abastecer, cuidar, aprender y disfrutar. Cada vecindario debe contener instalaciones y servicios que puedan respaldar estas funciones, permitiendo a los residentes vivir sus vidas dentro de los límites de su comunidad.
Por ejemplo, un vecindario con instalaciones sanitarias accesibles tendría una ventaja inherente a la hora de atender las necesidades de salud de sus residentes. Al mismo tiempo, los vecindarios con espacios públicos, parques y áreas de juego tendrían más oportunidades para que las familias y los niños socialicen. Para garantizar que todos los vecindarios puedan cumplir estas funciones sociales, el modelo de ciudad de 15 minutos proporciona la base para un entorno urbano saludable, equitativo y socialmente cohesivo.
En conclusión, el modelo de ciudad de 15 minutos no es sólo una solución de transporte; también es un modelo urbano que puede ayudar a las comunidades a construir vínculos sociales más fuertes y mejorar el bienestar general. Al infundir a las comunidades locales las seis funciones sociales que subrayan el principio de la ciudad de 15 minutos, podemos crear vecindarios con un verdadero sentido de comunidad y una gran cantidad de oportunidades para la interacción social.
4 / Reducción de la congestión del tráfico y los atascos
La congestión del tráfico y los atascos son problemas importantes en las zonas urbanas. Los espacios públicos limitados, la falta de transitabilidad peatonal y las prácticas de desarrollo insostenibles son algunas de las principales causas de este problema. La expansión urbana y el desarrollo descentralizado han dado lugar a distancias de viaje más largas, lo que a su vez contribuye a una mayor congestión del tráfico.
Sin embargo, una ciudad de 15 minutos tiene el potencial de reducir la congestión del tráfico y los atascos en las zonas urbanas. Al crear comunidades transitables a pie y en bicicleta que brinden acceso a servicios y comodidades esenciales, las personas pueden reducir el uso de automóviles y realizar viajes más activos. Esto reduce el número total de coches en la carretera, reduciendo así la congestión del tráfico.
Además, una ciudad de 15 minutos promueve el uso del transporte público, que es un modo de transporte eficiente y sostenible. En lugar de centrarse en los automóviles privados, se pueden desarrollar sistemas de transporte público para brindar servicios frecuentes y confiables, alentando a las personas a usarlos como su principal medio de transporte.
Una ciudad de 15 minutos también promueve las empresas locales, generando más afluencia de público y generando ingresos para la comunidad. Cuando los vecindarios tienen todas las comodidades que necesitan a su alcance, es más probable que las personas caminen o vayan en bicicleta, en lugar de conducir para acceder a ellos. Esto reduce el uso del automóvil, lo que lleva a una reducción de la congestión del tráfico.
Por ejemplo, Portland, una ciudad de Oregón, introdujo el concepto de ciudad de 20 minutos, cuyo objetivo era proporcionar servicios esenciales a poca distancia de los hogares. Como resultado, la ciudad fue testigo de una reducción en el tráfico de automóviles, lo que provocó que 1.200 millones de dólares adicionales permanecieran en la economía local. Esto enfatiza el impacto de una ciudad de 15 minutos en la reducción del uso del automóvil y la congestión del tráfico, lo que lleva a una economía próspera.
En general, una ciudad de 15 minutos puede ayudar a reducir la congestión del tráfico y los atascos al reducir el uso del automóvil y promover opciones de transporte sostenibles. Al brindar acceso a servicios y comodidades esenciales a poca distancia de sus hogares, las personas pueden participar en viajes activos y, al mismo tiempo, generar ingresos para la comunidad a través de prósperos negocios locales.
5 / Acceso a Espacios Verdes
El acceso a espacios verdes es una parte integral del concepto de ciudad de 15 minutos, particularmente a la luz de los desafíos discutidos en la Información general. Los espacios públicos limitados, la falta de transitabilidad peatonal y la falta de espacios verdes disponibles son causas importantes de la congestión del tráfico y la degradación ambiental. Los espacios verdes ofrecen numerosos beneficios que mejoran la calidad de vida en las áreas urbanas, incluida una mejor salud mental, el acceso a espacios de reunión comunitarios y la creación de vecindarios transitables.
Los espacios verdes son vitales para promover la salud mental y el bienestar en las zonas urbanas. Los estudios demuestran que el acceso a espacios verdes tiene un efecto positivo en la salud mental, reduciendo el estrés y favoreciendo la relajación. Los espacios verdes también brindan un lugar de reunión comunitaria, ofreciendo una oportunidad para la interacción social entre los residentes y un lugar para eventos comunitarios.
Los espacios verdes son fundamentales para crear una ciudad transitable, ya que fomentan los viajes activos. Cuando los vecindarios tienen espacios verdes accesibles, es más probable que los residentes interactúen con su comunidad y participen en actividades al aire libre como caminar, trotar y andar en bicicleta. A su vez, esto reduce el uso del automóvil, lo que lleva a una reducción de la congestión del tráfico.
Sin embargo, la creación de espacios verdes en entornos urbanos conlleva desafíos. El espacio y los recursos limitados en las ciudades dificultan el desarrollo y mantenimiento de parques y espacios verdes. Además, la necesidad de más plazas de aparcamiento crea una barrera para convertir terrenos no utilizados en espacios verdes.
Para abordar estos desafíos, las comunidades pueden considerar soluciones alternativas, como convertir estacionamientos no utilizados en parques, implementar jardines comunitarios e introducir techos verdes. Estas opciones ayudan a reducir el impacto del espacio limitado para zonas verdes en las zonas urbanas.
Priorizar los espacios verdes es crucial a la hora de planificar una ciudad de 15 minutos. Centrarse en los espacios verdes, ya sea mediante la conversión de estacionamientos o jardines en las azoteas, puede crear una ciudad más saludable y transitable. Además, los parques sirven como lugares de reunión para eventos comunitarios, promoviendo la cohesión social y mejorando la calidad de vida de la comunidad.
En resumen, el enfoque de la ciudad de 15 minutos tiene numerosos impactos ambientales positivos que pueden traer cambios significativos a la vida urbana. Estos impactos positivos incluyen una reducción de las emisiones del transporte, más espacios verdes, una mejor calidad del aire, una disminución del efecto isla de calor urbano, un menor riesgo de inundaciones y una mayor biodiversidad. Al promover modos de transporte sostenibles y prácticas respetuosas con el medio ambiente, el modelo de ciudad de 15 minutos puede respaldar una agenda de carbono cero.