El término distopía se utiliza para hacer referencia a una sociedad, la cual es completamente contrario a lo que sería una utopía (es decir, esa sociedad perfecta e idónea), por lo que en realidad consiste en una sociedad apocalíptica en la que las personas no poseen libertad de decisión.
Un claro ejemplo de esto lo hemos podido ver a través de numerosas películas y leer en muchos libros.
¿En qué consiste la distopía?
Las distopías, igualmente denominadas “anti-utopías”, se tratan de sociedades ficticias que suelen estar bastante presentes dentro del mundo de la literatura y también del cine, donde se catalogan como ciencia-ficción.
Esto debido a que presentan un futuro apocalíptico y desalentador, formado por sociedades totalitarias con un pensamiento único, en las cuales las personas son adoctrinadas y controladas completamente por el poder político-económico, perdiendo su libertad de decisión y la posibilidad de acceder a una cultura que se encuentre más allá de los principios totalitarios que ha establecido el régimen.
Aunque dicho de otro modo, la distopía se trata de una representación imaginaria acerca de alguna sociedad del futuro, la cual posee características indeseables; de modo que podemos decir que consiste en todo lo opuesto a la utopía.
Y es que una anti-utopía presenta un mundo en el que la contradicción de los discursos ideológicos se llevan hasta sus límites extremos.
Cabe mencionar, también, que la distopía examina la realidad actual teniendo el propósito de anticipar cómo algunos de los métodos de conducción que posee la sociedad pueden terminar convirtiéndose en sistemas crueles e injustos.
Un ejemplo de esto, podría ser una sociedad en la que se ejerce un control estatal severo con el fin de asegurar que la misma se mantiene organizada, conforme y además feliz; lo cual podría terminar transformándose en un régimen totalitario, donde las personas son reprimidas y sus libertades son coartadas en función de un hipotético bienestar general.
Es por eso que las distopías advierten acerca de los peligros potenciales que representan las conductas, prácticas e ideologías en las cuales se basan las sociedades actuales, como por ejemplo, el socialismo, el control estatal, el capitalismo, el consumismo, las trasnacionales, la dependencia tecnológica, entre otros.
Tipos de distopía
Ahora bien, es preciso señalar que de acuerdo al tipo de control aplicado sobre la sociedad, es posible distinguir diversas clases de distopías, entre las que se encuentran las siguientes:
Distopías científicas/tecnológicas
Son aquellas donde la sociedad se encuentra bajo el control de los avances tecnológicos, sobre todo de los sistemas de videovigilancia, inteligencia artificial, robots, entre otros.
Un claro ejemplo de este tipo de distopía se puede ver en “Black Mirror”, serie de Netflix, y es que en sus tres primeras temporadas, todos los capítulos exploran un concepto distópico cuya base se encuentra en avances científicos y/o tecnológicos. Asimismo, “1984”, “Matrix” y “Yo, robot”, podrían ser otros ejemplos.
Aventuras distópicas
Consiste en aventuras que tienen lugar dentro de un marco distópico; en este caso, algunos ejemplos podrían ser “Los corredores del laberinto” (de James Dashner), “Los juegos del hambre” (de Suzanne Collins) e incluso también “Battle Royale” (de Koushun Takami).
Distopías de control burocrático
Se trata de distopías donde el control de la población es ejercido a través de la burocracia, leyes y un papeleo constante, el cual hace que las personas estén obligadas a pasar gran parte de su tiempo en medio de situaciones estresantes.
En este caso, un buen ejemplo podría ser la película “Brazil”, donde un error burocrático al momento de escribir un nombre causa la detención de una persona inocente, y debido a que el sistema burocrático no admite posibles fallos, termina generando severas consecuencias.
Asimismo, la novela de Kafka “El proceso”, puede ser otro ejemplo.
Distopías religiosas y/o filosóficas
Dentro de este tipo de distopías, los filosóficos y/o religiosos suelen ser quienes oprimen a la sociedad o quienes son oprimidos por ella; por ejemplo, en “El cuento de la criada” (de Margaret Atwood), donde se muestra que Estados Unidos se encuentra bajo el control de un grupo religioso.
Distopías corporativas
Finalmente, esta clase de distopías tienen lugar cuando una corporación se encarga de controlar a la sociedad; por ejemplo, la película “Minority Report” y “Ready Player One” (de Ernest Cline).