Dentro de la ginecología, la histerectomía es una de las intervenciones quirúrgicas más habituales.
Histerectomía: qué es y por qué pueden hacerla
Una histerectomía consiste en la extirpación del útero que se debe a algunas de las enfermedades del tipo benigno que puede llegar a tener el útero.
La más habitual es el útero miomatoso, es decir, que en las paredes del útero se han formado diferentes miomas, siempre benignos, que normalmente producen reglas irregulares y también dolorosas.
Además de este problema anterior, hay otra serie de circunstancias por el que se debe realizar una histerectomía. Por ejemplo, un prolapso uterino, esto es, que el útero desciende por la vagina. También por una endometriosis (la mucosa uterina o endometrio suele estar fuera de la zona interna del útero), por hemorragias que no paran con otros tratamientos, por fibromas, por cáncer de útero u ovarios… Como ves hay diferentes causas por las que el ginecólogo puede recomendar realizar una histerectomía.
Tipos de histerectomía
Existen 3 tipos de histerectomía, a saber:
- Histerectomía subtotal: En este caso el ginecólogo realiza la extirpación del útero sin que lo haga del cuello uterino, de los ovarios y de las Trompas de Falopio.
- Histerectomía total: El ginecólogo extirpa tanto el útero como el cuello uterino, dejando intactos los ovarios y las trompas de Falopio.
- Histerectomía radical o salpingooforectomía bilateral: En esta intervención sí se extraen en su totalidad el útero, el cuello uterino, las trompas de Falopio y los ovarios.
Que te realicen una u otra dependerá del tipo de problema que tengas y del estado general de la zona. Esto solamente puede decirlo el ginecólogo después de realizarte una serie de pruebas para comprobar el avance del problema.