Hola mis queridos lectores. Desde hace mucho me planteaba comenzar con este nuevo espacio, dedicado a todos aquellos que os queréis aventurar en la escritura, o incluso, a noveles escritores que quieren ampliar sus conocimientos. Iremos paso a paso, con algunos datos importantes a la hora de escribir.
Yo siempre digo que todos los días se aprende algo nuevo. Soy de esas personas a las que les gusta investigar y aprender constantemente. Así que espero ayudaros a mejorar a vosotros también. Si estáis listos, comenzamos.
Primeramente vamos a aclarar términos. ¿Qué es una novela y cuándo un texto se considera novela por su extensión?
Si nos remitimos a la definición exacta, nos dice que novela es una narración en prosa, generalmente extensa, que cuenta una historia de ficción o con un desarrollo más completo en cuanto al argumento y los personajes, que los relatos breves o cuentos.
Fácil de entender, ¿no? Vamos un poquito más allá. La novela se diferencia de otros textos por su extensión. Y me preguntaréis: ¿Qué extensión debe tener entonces? Pues ahí quería llegar.
Cuando hablamos de la extensión de una novela, nos referimos a la cantidad de palabras que la conforman. ¿Y por qué palabras y no páginas? Pues sencillo, porque hay muchos formatos de libros, o lo que es lo mismo, muchas formas de maquetarlo. Y según la que empleemos puede tener un número de páginas u otro. De ahí que se contabilicen mejor las palabras.
Entonces, dicho esto; ¿cuántas palabras debe tener? Pues bien, se entiende por novela estándar, aquella que se sitúa entre las 40.000 y las 120.000 palabras. Por debajo de este límite están el cuento y el relato o novela corta. Luego, cada género tiene una extensión determinada. Veamos cómo se clasifican:
Novela adolescente: entre 50.000 y 90.000 palabras
Novela romántica: entre 50.000 y 100.000 palabras
Novela negra: entre 70.000 y 90.000 palabras
Novela de no ficción y novela adulta: entre 70.000 y 110.000 palabras
Novela histórica y novela fantástica o de ciencia ficción: entre 90.000 y 120.000 palabras.
En todo caso, estos intervalos son solamente orientativos. Y vista esta aclaración, ya estamos listos para comenzar a dar nuestros primeros pasos.
¿Qué hace falta exactamente para escribir una novela?
1 LA HISTORIA
Imagínate que se te acaba de ocurrir una historia maravillosa. Estás deseando sentarte ante el teclado y apuntarlo todo. Esta es la primera fase. Porque sin una historia no hacemos nada. Así que lo primero que hay que tener para escribir una novela, es algo que contar.
2 PERSONAJES
Lo segundo en lo que debes pensar es quién será el protagonista, el que llevará el peso de la historia, o los protagonistas. Además, debes pensar cómo va a ser la narración. Quizás quieras algo intimista en primera persona o prefieres que sea un narrador en tercera el que vaya situándote en contexto. Otro dato importante es el tiempo narrativo. Si es en primera persona, lo podemos hacer por ejemplo en presente.
Si todavía no tienes demasiada soltura escribiendo, apuesta por lo seguro: un único punto de vista y la narración en pasado.
También tendrás que pensar en los personajes que quieras ir incluyendo, los llamados personajes secundarios. Y por supuesto dotarlos de personalidad. Más adelante, en otra entrada, hablaremos de estos detalles con más detenimiento.
3 TRAMA
Lo tercero a tener en cuenta, es cómo se va a desarrollar la historia. Qué sucesos ocurrirán para que el personaje actúe de una forma o de otra. Y en caso de necesitarlo, documentarnos muy bien para así situar mejor al lector.
Además, es necesario plantearnos los momentos clave que sucederán en nuestra historia. Y si es necesario hacernos un esquema con lo que ocurrirá en cada capítulo. Al menos yo, suelo hacerlo así.
Cuando ya tengas claro el inicio para tu novela y un poco cómo vas a desarrollarla, pasaremos al desenlace.
4 DESENLACE
Este será el cuarto punto a tener en cuenta. Porque, no sería una historia sin un final. Ve apuntando todo lo que se te ocurra para después ver qué idea encaja mejor.
5 ESCENARIOS
Al igual que ocurre con los personajes, el lugar donde transcurre la historia no es menos importante. Antes de empezar a escribir, piensa en dónde desarrollarás tu novela: ciudad, un planeta desconocido, un mundo fantástico que acabas de inventarte. Piensa si hay un lugar característico, como un bosque, un río, el mar. Si hay algún elemento no habitual: una batalla, una maldición, etcétera.
Cada detalle cuenta y son estas pequeñas cosas las que pueden marcar la diferencia y hacer que aunque el lector esté, por ejemplo en una novela de fantasía, le parezca que lo está viviendo como la realidad.
Espero que con estas sencillas pautas te animes a comenzar a dar rienda suelta a tu imaginación. Como ya te dije, si estás comenzando toma nota de todo y ve poco a poco. Deja que tus ideas fluyan y presta siempre atención a los elementos literarios fundamentales. Lee mucho, esa es una de las claves principales y poco a poco, pasito a pasito, verás tu sueño hacerse realidad.
Y hasta aquí por hoy. Espero que os sirva y que os haya gustado. Si es así te invito a dejar tu comentario. También puedes seguirme en mi página de Facebook .Feliz semana y espero que volvamos a leernos pronto