Se define como ostomía a una intervención quirúrgica en la cual se realiza una abertura artificial en el abdomen con salida al exterior, esto ayuda a la orina y heces a ser expulsados, permitiendo su recogida en la bolsa de colostomía. Este proceso puede ser temporal en el mejor de los casos o permanente, dependiendo del estado o necesidad del paciente.
¿Qué pacientes requieren una ostomía?
Para requerir una ostomía, los pacientes deben presentar ciertos síntomas o situaciones, estas pueden ser muy diversas, desde intestinos inflamados hasta tumores.
Los casos más comunes son temporales, sin embargo, la intervención permanente puede presentarse por las siguientes causas:
- Malformaciones internas y/o causas congénitas
- Enfermedad de Crohn, motivos inflamatorios o colitis ulcerosa
- Accidentes que proporcionen traumatismos graves
- Diverticulitis
- Cancer de cólon o tumores
Tipos de ostomías
Ileostomía: Intervención quirúrgica practicada en el abdomen para asomar el intestino delgado.
Colostomía: Abertura realizada en el abdomen para asomar el intestino grueso, lo que permite eliminar los gases y las heces.
Urostomía: Permite la salida de la orina que se produce en los riñones a través de la uretra y la vejiga, gracias a un trayecto alterno.
Las ostomías pueden clasificarse en:
Una pieza: Esta bolsa se adhiere a la piel gracias a un adhesivo, la misma es especialmente utilizada para casos de heces sólidas, las cuales son poco frecuentes. Su desventaja es la irritación que puede producir al ser cambiada la bolsa, debido a que se encuentra pegada a la piel.
Dos piezas: Esta bolsa va colocada sobre una placa previamente adherida al abdomen, sin embargo, gracias a la placa, esta no provoca irritación en la piel, además de poder permanecer en la piel sin necesidad de cambiarse por varios días.
Tres piezas: La diferencia con la de dos piezas, es que esta posee un clip adicional de seguridad.
Las bolsas pueden ser:
Abiertas: Son las que cuentan con un clip para abrir y cerrar, pueden ser vaciadas sin ser despegadas de la placa o la piel, dependiendo del tipo de clasificación. Estas suelen ser ideales para casos de ileostomías, los cuales son los casos más frecuentes de cambios de bolsa.
Cerradas: No es posible abrirla, al momento en que se llenen, es necesario cambiarla. Adecuadas al 100% para los casos de evacuación con menos frecuencia.