Uno de los seres más odiados por las mujeres son aquellas referentes de su mismo sexo que sin vergüenza ni reparos son capaces de seducir a un hombre casado, incluso en presencia de la esposa de este. Cuesta entender porque aquello que debería ser un cartel de “stop” (el hecho de que el hombre tenga esposa) se convierte para algunas damas en un imán de atracción irresistible. Pero todo tiene su explicación, hasta esa situación que pareciera ser simple capricho, envidia o interés en arruinarle la vida a una “colega”. ¿Quieres conocer qué esconden las mujeres que seducen a hombres casados? En esta nota te lo contamos.
Los secretos de las mujeres que seducen a hombres casados
Una mujer que prefiere seducir a hombres casados y muestra desinterés por los solteros (por más atractivos, divertidos e inteligentes que estos sean) se comporta de esa manera no porque sea una arpía, sino porque tiene ciertos rasgos psicológicos que la predisponen a actuar de esa forma. Estos rasgos son los siguientes:
Miedo al compromiso
Estas mujeres tendrían terror a comprometerse seriamente con alguien. Por eso buscan establecer este tipo de relaciones en que no juegan el papel de novia oficial o de esposa. Buscan justamente una relación superflua basada simplemente en la pasión y que pueda ser fácil y rápidamente desechada.
Esto se relaciona también con una baja autoestima. Por lo general estas mujeres no se valoran a si mismas, ni sienten que puedan o deban ser amadas, por lo que prefieren ocupar el segundo lugar.
Deseo de superar traumas pasados
Según la doctora Robin Norwood en su libro “Las mujeres que aman demasiado”, hay mujeres que tuvieron experiencias dolorosas en la infancia y tienen tendencia a recrearlas constantemente en cuando son adultas con el objetivo de lograr un cierto control sobre ellas. Un caso frecuente es que la mujer en cuestión no haya sido correspondida por el amor de su padre, por lo que busca eso mismo en la pareja a fin de finalmente poder “ganar” esa lucha de la infancia.
Necesidad de mostrar que es mejor
Muchas mujeres se miden constantemente con sus pares y buscan ganarles en todo. En algunos casos llega al extremo de querer demostrar que también puede conquistar al marido o novio de otras. Esta forma de actuar esconde por detrás falta de amor propio, narcisismo, inseguridad e inferioridad, razones por las cuáles la mujer necesita mostrarse constantemente y probar que es mejor, so pena de ganar el odio y/o la envidia de las de su mismo sexo.
Piensan que sólo los casados valen la pena
Las mujeres que actúan de esta forma tienden a pensar que si un hombre está casado es porque vale la pena, es decir porque algo tienen de bueno que otros no lo tienen, ni lo tendrán. Esto es un absurdo mito, primero porque cada dama tiene un gusto diferente y lo que es bueno y perfecto para una, puede no serlo para otra; y segundo porque hay muchas mujeres que no se caracterizan por ser buenas eligiendo compañero ¿Sino cómo se explica aquellas parejas en las que el hombre es dominante, machista o hasta golpeador?
Ahora, si tu que estás leyendo estas líneas eres una mujer que disfruta de seducir hombres casados, te contamos que hay maneras de modificar esa conducta (siempre que así lo desees). Los ejercicios son simples y te ayudarán a evitar sufrimientos innecesarios, cargos de conciencia y conflictos con tus compañeras de género.
En principio debes trabajar en tu autoestima. Consiste simplemente en aprender a quererse a una misma y en valorar el cuerpo, la personalidad y las características personales. Es fundamental tomar conciencia de que todos tenemos una media naranja en el mundo y de que se cuenta con el potencial para establecer un relación seria y estable con un hombre soltero. Toda mujer merece ser amada y ocupar el primer lugar en la vida de un caballero.
Esto te ayudará también a no estar buscando constantemente medirte con tus pares. Cuando entiendas que hay un hombre para ti en este mundo que te amará cómo eres, verás que el deseo de medirte constantemente con otras carece de sentido porque cada una es diferentes, valiosa y especial a su manera.
Por otro lado, hay que buscar maneras más saludables de superar los fantasmas del pasado. Una buena manera es acudir a consultas con un especialista y hacer trabajo de auto-evaluación constantemente. Cuando te sientas atraída por un hombre casado detente y piensa en los sufrimientos que puede acarrear la situación, y en si quieres y te mereces atravesar por eso.
Finalmente, debes tomar conciencia de que los casados no son los únicos que valen la pena. Hay muchos solteros con iguales o mejores cualidades que están esperándote, e incluso que mueren de ganas de comprometerse con una mujer bella, simpática y dulce. Es una simple cuestión de cambio de perspectiva.
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