¿Qué eso eso de la Ley Sinde y en qué me afecta?

Mañana se decide la regulación de Internet en nuestro país

Muchos ayer os alarmásteis con el parón a modo de protesta que realizaron varias de las principales webs de descarga de nuestro país. Como habéis podido comprobar hoy, no es que ya sea imposible seguir descargando contenido o visualizarlo online, pero si que podría serlo a partir del próximo 31 de diciembre si los planes del gobierno llegan a buen puerto.
Mañana se aprobará con toda probabilidad en una reunión de la Comisión de Economía la Ley de Economía Sostenible, dentro de la cual encontramos la famosa Ley Sinde. Una votación que permite pasar el proyecto de ley directamente al Senado sin pasar previamente por el Congreso basándose en un procedimiento de competencia legislativa plena, previsto para leyes de escasa relevancia o amplio consenso. Además, una vez el Senado vote y enmiende la ley, el Congreso puede ignorar dichas enmiedas y aprobar la ley tal cual salga de la Comisión de Economía con vistas a una entrada en vigor en febrero, según manifestó recientemente el Vicepresidente Primero Alfredo Perez Rubalcaba. Aunque fuentes cercanas a los diarios 20Minutos y El País aseguran que la intención real del ejecutivo es que esté aprobada antes del 31 de diciembre.

González-Sinde

Y es aquí donde se hace evidente el debate. El clamor popular en contra de esta ley argumenta que no se ha dado un proceso de discusión y debate acorde a la importancia del tema a tratar. Está claro que no hablamos de una ley de "escasa relevancia" cuando nuestro país se encuentra entre los 5 miembros de  la Unión Europea con mayor número de descargas y streaming, lo que también sirve como argumento a favor de los que demandan la dicha regulación. Unos datos que también dejan claro que NO nos encontramos ante una ley de "amplio consenso".
Pero los partidarios de la libertad digital tampoco tenemos que olvidarnos del caracter empresarial de los contenidos que nos descargamos. A diferencia de otras industrias, en nuestro país la mayoría de productoras son pequeñas empresas que intentan aportar su granito de arena al mundo audiovisual, muchas veces buscando solo no "palmar dinero" en el proceso. Os podría contar varios casos que he podido vivir de cerca de personas que se han arruinado intentando sacar adelante un disco o una película.
No es menos cierto que las pequeñas producciones son las que menos daño directo reciben de las descargas "ilegales", en su mayoría destinadas al contenido de masas. Pero el efecto acaba siendo el mismo: el desgaste de un colchón (un mercado) donde la única solución de demostrada rentabilidad será la apuesta más probable. Y con esto no pretendo justificar la falta de originalidad y agallas que tanto criticamos del Hollywood actual, pero si intentar dar voz en un debate a los que muchas veces son injustamente tachados como los malos de la película.
Para que os hagáis una idea de cómo está la situación a día de hoy, según la Fiscalía General del Estado, el intercambio de archivos no es ilegal si no hay ánimo de lucro directo. A modo de ejemplo nos sirve esta misma web, en la que podríamos facilitaros enlaces desde que no contamos con publicidad entre nuestras informaciones. Además, la historia reciente nos ha dejado diez casos sobreseidos ha páginas de enlaces, y todas las sentencias condenatorias que se han dado han sido de conformidad. Un panorama que el Gobierno está decidido a cambiar. Pero, ¿Por qué tanta prisa?
Según hemos sabido recientemente gracias a la cobertura que ha realizado El País sobre las filtraciones de Wikileaks, esta iniciativa tiene su origen en presiones por parte de Estados Unidos, que como habréis deducido, se trata del principal interesado en regular un mercado donde practicamente ejerce de monopolista. La diferencia es que en USA las productoras y distribuidoras tienen su contenido audiovisual perfectamente integrado en la red y ofrecen una alternativa real al usuario que no quiere ir a la tienda y gastarse 15 euros en un DVD o 30 en Blu-Ray. En cambio, en nuestro país son las cadenas de televisión las que llevan la ventaja en un mercado que hasta ahora era potencial, y que a partir de la aprobación de esta ley va a ser necesario. Un argumento que va más allá de dilemas morales y que sitúa un problema en el plano más práctico y terrenal.
Aquí os dejo una intervención de la Ministra de Cultura junto al último sabio de la aldea, Eduard Punset, que no tiene precio (y que ya nos ofrecía Tximino en su blog hace unos días):
Tenéis toda la información ampliada y muy bien explicada en NoAlCierreDeWebs.