No tenía pensado escribir hoy, pero después de haber visto el programa de La Sexta "Al Rojo Vivo" y a su presentador, el señor Antonio García Ferreras, despotricar de Hungría durante varios días seguidos sin tener la menor idea de qué se cuece en centroeuropa (resulta que ha vuelto al programa después de todo Agosto de vacaciones, le han debido contar cuatro cosas sobre la ola de inmigración y ya se debe creer dueño de la verdad absoluta). Y del resto de sus colaboradores puedo decir prácticamente lo mismo. Bueno, por fin hoy ha aparecido en el programa alguien hablando del tema de forma sensata, que es Jorge Verstrynge, y les ha dado una pequeña dosis de historia y realidad a tertulianos y presentador (y de paso a la audiencia).
Ojo, que en estos días, en ese programa se han soltado perlas como: Orbán es un nazi, Sarkozy es fascista porque es hijo de húngaro, o nadie con dos dedos de frente quiere quedarse en Hungría si no es húngaro. Con esas frases, me temo que los xenófobos sean ellos. A la hemeroteca me remito (esa de la que tanto presumen en el programa).
Verstrynge por fin ha dicho lo que nadie del programa sabía o al menos no parecía saber. Y me ha dado una idea: como su teoría coincide mucho con la mía, me gustaría hoy repasar todo lo que ha ocurrido, está ocurriendo y pienso que va a ocurrir. Algunas de las cosas que ha mencionado él y con las que coincido, las voy a incluir aquí. Si por casualidad llegase al presentador, García Ferreras, o a sus tertulianos, cosa que dudo, les recomiendo que lo lean, rectifiquen y aprendan un poco para informar mejor. Por cierto, les recomiendo también un viajecito por Budapest, seguro que cambian de opinión.
Bueno, pues esta es mi teoría en 20 breves puntos. Comencemos desde el principio:
1- Hace AÑOS (lo pongo en mayúscula porque es importante) comienzan las llamadas "primaveras árabes", en realidad no es descabellado decir que eran programas fomentados por occidente para derribar regímenes totalitarios con intereses contrarios a los gobiernos occidentales en el Magreb y Oriente próximo. Se apoyó y armó a la oposición con la excusa de traer "democracia" y con ella inevitablemente gran prosperidad. Fue un claro error: caídos los gobiernos, los países se desestabilizaron completamente y reinó el caos, en algunos incluso la guerra civil, con el surgimiento de mafias, grupos terroristas y pobreza extrema (algunos países como Libia, gobernado con un tirano o como se le quiera llamar, era el más rico de África, ahora han pasado a la cola).
2- Comenzó una ola de refugiados a los países de alrededor. En el caso de Siria, a Turquía, Jordania y el Líbano. Arabia Saudí (país fronterizo) o los ricos emiratos y sultanatos árabes dijeron que ellos daban dinero pero que nada de aceptar refugiados. Millones de sirios huyeron del ISIS y Al-Assad a estos campos.
3- Algunos, en vista de que las guerras en sus países se cronificaban, comienzan a emigrar a Europa por intereses económicos. Su seguridad estaba a salvo en Turquía o Jordania, pero viendo que no había ningún futuro allí en esos campamentos más que el de pasar el tiempo esperando, deciden probar suerte en Europa.
4- Primer gran error: aparece Angela Merkel, y dice que "Alemania podría acoger perfectamente a 800.000 refugiados". Mi teoría es que probablemente estaba presionada por las grandes empresas de Alemania, que quizás buscaban aprovecharse de esta gente que se ofrecería sin duda como mano de obra barata y sin condiciones, precisamente con Alemania paralizada por huelgas de Lufthansa o sus ferrocarriles. La clase media siria era perfecta: pueden sufragarse un viaje ilegal a la UE mediante las mafias con sus ahorros y además tienen títulos universitarios.
5- La voz corre como una mecha entre los refugiados. Redes sociales, móviles, boca a oreja. Y por supuesto las mafias organizan viajes a Europa cuales touroperadores en Agosto: miles de refugiados, atraídos por las palabras de Merkel, comienzan a llegar en masa a Grecia y de allí a Macedonia y Serbia, coreando el nombre de Merkel y agitando fotografías de la canciller. La inmensa mayoría son hombres jóvenes en edad de trabajar, un tercio de ellos sirios que probablemente dejaron a sus mujeres e hijos en algún campamento de refugiados o en alguna zona segura de Siria. El resto procede de otros países, algunos ni siquiera tienen guerras, pero aprovechan la tragedia siria para "ver si cuela" y entrar con ellos. Van indocumentados, dicen ser sirios, pero algunos ni saben qué ciudades tiene Siria y terminan confesando ser de Bangladesh, por ejemplo. Por cierto que un periodista (de los de verdad) ya demostró que por 2000 dólares se podía comprar un lote compuesto por pasaporte, DNI y carnet de conducir sirio. La prensa, a lo suyo, se limitaba entonces a fotografiar a la minoría de madres con hijos de estos grupos migrantes, no sé si inconscientemente o con algún fin específico. Pero qué majos son estos refugiados, pensaban, viéndoles llegar sonrientes a Europa.
6- Las autoridades de los primeros países europeos en su camino empiezan a alucinar con la avalancha, pero en vista de que tan solo quieren ir a Alemania, y que están de paso, Macedonia (2 millones de habitantes y una superficie menor que la de Galicia), Grecia (sumida en el caos de su deuda y con mayores preocupaciones), o Serbia (7 millones de habitantes, su última guerra hace 15 años), les dejan cruzar sus territorios. Macedonia ya hace algunos vagos intentos de controlar a los inmigrantes, pero son un fracaso absoluto, e impotente, se dedica a repartir indiscriminadamente permisos de 72 horas en las que cruzar el país y salir a la frontera Serbia. Problema resuelto para la pequeña y paupérrima Macedonia y que se lo coma el siguiente: Serbia, país que, arrastrando una economía devastada por la no tan lejana guerra, básicamente hace lo mismo (qué buena idea la de los vecinos, deben decir).
7- Comienzan a llegar estos miles de inmigrantes a Hungría. Aquí todo cambia, porque comienza el espacio Schengen: las fronteras exteriores a este espacio están a cargo de, ojo, el país que las tiene, pero este país tiene la responsabilidad con los 300 millones de habitantes de la UE de vigilarlas. Es decir, violar la frontera húngara con Serbia, por ejemplo, es hacerlo a la vez con la alemana, francesa, checa, sueca o española (entre otras).
8- El gobierno húngaro reacciona MAL y TARDE a este fenómeno, como lo hubiera hecho CUALQUIER OTRO país de la UE de haber sido el primero en recibir estas oleadas migratorias inesperadas. En cuestión de meses miles y miles de sirios, afganos, kosovares, irakíes, yemeníes, libios, egipcios, pakistaníes, bengalíes, somalíes, eritreos, ghaneses y un largo etcétera se encuentran en suelo húngaro para estupefacción de las autoridades magiares y de la ciudadanía en general, en un país sin apenas inmigración hasta ahora, mal preparado y con una economía bastante débil.
9- El protocolo de Dublín rige que "el primer país de la UE al que acceda un refugiado de guerra debe ser el que se encargue de su asilo". Qué casualidad que los países ricos estén en el centro, bien protegidos. Hungría ofrece el asilo, los primeros inmigrantes lo aceptan y se convierten en los primeros de estos nuevos refugiados en Hungría y la UE.
10- Sin embargo, una vez obtenido el estatus de refugiado, no pueden salir de Hungría. Se les ofrece alojamiento, comida, agua, sanidad y prestaciones básicas, pueden moverse libremente por Hungría, pero en vigor de los tratados europeos, no pueden cruzar ninguna frontera ni salir del país. Si fuesen a Alemania (cosa fácil de hacer pues no hay frontera física) pero se les detiene en dicho país y se identifican como refugiados (o las autoridades germanas se dan cuenta al mirar su documentación), serían devueltos a Hungría, país al cargo de ellos. Esto choca frontalmente con los intereses de los ya inmigrantes económicos (y no refugiados) de ir a Alemania, atraídos, sin duda y como cualquiera, por el mejor estatus que tendrían en el país germano: más rico y con mejores ayudas y prestaciones sociales (no es ningún secreto a estas alturas, no creo que lo que les mueva sea el idioma alemán o las salchichas de cerdo precisamente).
12- Hungría empieza a "hacer la vista gorda", como Macedonia y Serbia. Les deja más o menos cruzar el país para ir a Austria (de manera extraoficial, claro, de vez en cuando detienen a algunos para quedar bien con Europa). Alemania, se da cuenta de la avalancha que viene y comienza los controles de sus fronteras, informando a sus coleguillas austríacos. Austria detiene trenes en su frontera procedentes de Budapest y obliga a volver a los indocumentados a Hungría en virtud del tratado de Dublín. Así que Hungría empieza a aplicarlo seriamente: obliga a los inmigrantes a registrarse como refugiados en el estado magiar. Pero como esto les detiene en su viaje a Alemania, se escabullen. Y empiezan los sinsentidos.
13- El gobierno de Hungría, un país con escasos recursos, una superficie menor que la de Castilla y León y con menos de 10 millones de habitantes, teme convertirse en una especie de "sandwich de refugiados", ya que Austria se los devuelve y Serbia se los envía constantemente. Comienza una serie de medidas lamentables: carteles xenófobos y construcción de una valla fronteriza con Serbia para tratar de detener la ola migratoria (en realidad, yo creo que su gobierno a estas alturas ya sabe que es imparable, y la idea es desviar la ola hacia Croacia: total, como a Hungría no quieren venir y su destino final es Alemania, si pasan por otro país nos quitamos el quebradero de cabeza del protocolo de Dublín que está sumiendo el país en el caos). Al final, aquí todos se quitan el muerto desde Grecia.
14- Miles de inmigrantes siguen llegando. Hasta Agosto 120.000, al pequeño país de Hungría. A mediados de septiembre ya son 200.000. Y no solo eso. Por si alguien aún no lo sabe, Hungría es uno de los más estados más pobres de la UE, sobre todo gracias a la colonización económica alemana y austríaca, que ofrece sueldos ridículos a cambio de fabricar productos para sus empresas. Este es el motor del país. En Hungría hay muchas familias que pasan hambre gracias a los sueldos de 200€, muchos ciudadanos que se pelan de frío en invierno por no poder pagar la calefacción con pensiones de 100€. Profesores o profesionales sanitarios ganando entre 200 y 300 euros al mes (porque te puedes imaginar los presupuestos que maneja el gobierno con las supercotizaciones de los trabajadores que ganan las cifras mencionadas). A pesar de todo, los ciudadanos húngaros, tremendamente generosos, se movilizan y reparten agua, comida medicinas, ropa, mantas y demás entre los inmigrantes. Juegan con los niños pequeños inmigrantes, incluso proyectan dibujos animados para ellos. En Keleti se forma un campamento monumental de ilegales, con tiendas de campaña, a la espera de tomar los trenes que salen de aquí hacia Austria y Alemania. Trenes que son parados en su mayoría por las autoridades austríacas y alemanas y devueltos a Hungría.
15- El gobierno húngaro se pone más nervioso todavía con la creciente presión migratoria y el caos reinante en Hungría del que apenas se ha hablado en España: los grupos de inmigrantes de Budapest comienzan a organizarse y a manifestarse exigiendo "ir a Alemania". Comienzan una serie de disturbios menores en Budapest. Muchos ciudadanos empiezan a asustarse seriamente, gente gritando en árabe por las calles de Budapest o tirando el agua y la comida que les ofrece la policía no es una imagen común en Hungría. La extrema derecha hace su breve aparición, aunque la policía la detiene. Los trenes a Alemania y Austria son suspendidos. Los inmigrantes deciden irse andando por la autopista M-1 rumbo a Viena. La policía apenas puede ir cortando el peligroso tráfico de la autopista para salvar sus vidas. Los escasos campamentos de refugiados de Hungría, peligrosamente hacinados, comienzan a sufrir motines de los propios refugiados, protestando por las condiciones y deseando escapar hacia Alemania. Merkel sigue haciéndose la loca (y fotografiándose con refugiados en los campamentos germanos). Ese día de caos absoluto en Hungría, Austria y Alemania hacen una excepción y suspenden Dublín por unas horas: Hungría recoge a los inmigrantes de Keleti y de la autopista en autobuses urbanos (porque no había otros, hacían falta más de 100 y esto es Hungría señores), y los lleva a Austria. Pero tras esto, se acaba la generosidad germana y le recuerdan al gobierno húngaro que el tratado sigue vigente y que el papel de Hungría se limitará a registrar refugiados y controlar las fronteras exteriores de Schengen. Y a hacer de poli malo frente al resto del mundo. Y así, además, disminuirá el efecto llamada, y los inmigrantes se darán la vuelta. Otro plan genial de Merkel. Además como Orbán ya tiene fama de malo en todo el mundo, la prensa solo va a fijarse en él y darle palos, y ella se irán de rositas.
16- Como la generosa canciller alemana ve que los inmigrantes que llegan a Europa de repente son muchísimos más de los esperados, que Hungría hace aguas por todas partes, y que ella ha metido la pata hasta el fondo con sus declaraciones, sobreestimando la capacidad teutona de asilo, idea un sistema de cuotas para repartirlos por Europa a su antojo. Otra idea brutal. Está sembrada, en racha. Es tan buena, que Mariano va a visitarla y queda convencidísimo de repente que el sistema de cuotas es superbueno, cuando horas antes lo rechazaba.
17- Sin embargo, los países europeos reaccionan con estupefacción. "Es un problema de Alemania" dice Viktor Orbán. Que ellos lo resuelvan. Solo faltaba que ahora los países pequeños y pobres sean los que tengan que sacarle a Alemania los pies del barro en el que ella solita se ha metido. Casualmente aparece esos días el niño ahogado en la costa de Turquía. Coincidencia o no, la mayoría de países europeos aceptan las cuotas, estremecidos y "shockeados", aunque el grupo Visegrád (es decir, la colonia alemana del este de la UE, perdón, digo República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría) sigue mosqueada seriamente con Merkel. Orbán seguramente recuerda a la canciller que Europa pasa olímpicamente de los húngaros que debido al tratado de Trianon viven en los países de alrededor, muchas veces sufriendo tratos discriminatorios. Esos son sus refugiados. Y ahora encima le quieren obligar a aceptar una cuota bajo pena de sanción. Esa es la democracia de la UE: los países no son soberanos, aceptan dictados de Berlín (perdón, Bruselas) y punto.
18- Hungría, al borde del colapso migratorio, con decenas de miles de inmigrantes desconocidos, muchos de los cuales vienen de países en guerra y a saber qué tropelías han podido cometer, vagando a sus anchas y sin control por el país, cierra sus fronteras. Igual que Alemania, Serbia, Eslovenia, Eslovaquia o ahora Croacia. Pero Hungría lo hace físicamente y sancionando a quienes entren de manera ilegal al país. Hungría hace el trabajo sucio de retener a los inmigrantes que Alemania le devuelve o no quiere. Se acumulan en Röszke y tratan de asaltar la frontera mediante la violencia. La policía húngara contiene el ataque mediante el uso de la fuerza. Los medios de comunicación extranjeros y especialmente españoles, de manera bochornosa, informan tan solo de la respuesta húngara, olvidándose del ataque de los inmigrantes y de su asalto a la frontera soberana de un Estado con responsabilidades comunitarias. Ya ni hablemos de buscar el origen del conflicto. Ese es el nivel del periodismo en España, señores.
19- En vista de que el gobierno húngaro no cede (ha sido la decisión soberana de un gobierno elegido democráticamente, y probablemente su única defensa frente a la ola de 200.000 inmigrantes registrados en 8 meses en este pequeño país, nos guste o no, es así), las mafias y los inmigrantes buscan la ruta a Alemania mediante Croacia. A pesar de haber visto lo que ocurrió en Hungría, el primer ministro croata, emulando a la Merkel, dice orgulloso y envalentonado: "Croacia no parará a nadie y les ayudará a cruzar hacia Eslovenia y Alemania". Nuevo efecto llamada: 13.000 inmigrantes en día y medio saturan los escasos recursos migratorios de otro de los países más pobres de la Unión Europea. El gobierno croata rectifica y cierra su frontera con Serbia anunciando que "el país está desbordado". Claro, ninguno se quiere registrar como refugiado allí tampoco, y como no saben qué hacer con ellos... Atención, los envían a... ¡Hungría! De nuevo otro ejemplo de la vergonzosa irresponsabilidad de los políticos europeos, esta vez croatas. Pero ninguna crítica a ellos, porque todos los periodistas siguen vomitando bilis contra Hungría y los húngaros, sin distinción muchas veces.
20- Mientras tanto, las autoridades de la UE no saben nada, no han visto nada. Son conscientes de que facilitar alojamiento y recursos a los inmigrantes podría causar un nuevo efecto llamada con quizás ya no cientos de miles, sino millones de personas. Tampoco pueden negarse oficialmente a acogerles, pues eso iría contra los valores que dice la UE defender (valores que ya han violado innumerables veces, dicho sea de paso, con los propios ciudadanos europeos, así que imaginaos con los que vienen).
Y eso es un repaso a esta crisis migratoria. Ahora a ver quién resuelve esto. Los lumbreras de Bruselas ya se han reunido varias veces y no tienen ni idea. Yo tampoco. O Europa acoge a millones de inmigrantes, muchos de ellos musulmanes y algunos de países con una cultura absolutamente diferente (no hay nada de malo en admitirlo, es así y punto), o se echa para atrás y queda aún peor de lo que ya ha quedado. Luego está el término medio, que imagino que es lo que hará: acoger a los famosos 160.000 inmigrantes por cuotas y eurodecreto, y echar al resto, cumpliendo un papel políticamente correcto para decir: nosotros ya hemos hecho de nuestra parte. Hungría quedará como el malo malísimo, el este de la UE igual, y Alemania y Merkel de nuevo como los salvadores y solidarios.
Y mientras tanto Naciones Unidas a lo suyo (si la UE duerme, la ONU ronca a pierna suelta: ni un atisbo de solidaridad mundial para acoger refugiados e inmigrantes, mira que hay casi 200 países en el mundo). Más le valía a Ban Ki-Moon no criticar tanto la actuación policial de Röszke y ofrecer soluciones reales.
¿Y vosotros qué pensais? Me gustaría leer más teorías.