Desde hace meses los mass media nos han estado bombardeando con propaganda sobre las elecciones presidenciales en Rusia y las manifestaciones que ahí se están produciendo. Sobre todo nos muestran manifestaciones de la oposición, pero de vez en cuando también vemos otras en apoyo a Vladímir Putin. ¿Qué hay realmente detrás de todas estas manifestaciones? ¿Qué significan todos estos movimientos? La respuesta la tenemos en este documental francés titulado "Estados Unidos: a la conquista del Este" sobre las revoluciones de colores. Las revoluciones de colores son una serie de movilizaciones políticas promovidas por agentes externos como la USAID, la Fundación Soros, la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la CIA que pretenden desestabilizar y derrocar el gobierno de aquellos países no alineados con los intereses occidentales. Para ello utilizan una serie de métodos característicos basados principalmente en el manual "De la dictadura a la democracia" desarrollado por el filósofo Gene Sharp, fundador de la Albert Einstein Institution, sobre la técnica de no-violencia como arma política. Entre estos métodos destaca la adopción de un color y un símbolo con los que identificar el movimiento. En 2001 se puso en marcha la primera de toda una serie de revoluciones de colores que tenían por objetivo derrocar los gobiernos de algunos países ex-soviéticos de crucial importancia para Occidente. Primero cayó Milosevic en Serbia., en 2003 tuvo lugar la Revolución de las Rosas que provocaría la salida de Eduard Shevardnadze en Georgia, en 2004 sucedió la Revolución Naranja en Ucrania, en 2005 la Revolución de los Tulipanes en Kirguistán, en 2006 la fallida Revolución Blanca en Bielorrusia y en 2012 finalmente las actuales manifestaciones en Rusia. A esta lista hay que añadirle además la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia durante la era de Gorbachov (1989), la Revolución del Cedro en el Líbano que provocó la salida de las fuerzas sirias del país (2005), la fallida Revolución Azafrán en Birmania (2009), la Revolución Verde (o de Facebook/Twitter) en Irán (2009) y las movilizaciones de la primavera Árabe que comenzaron en Túnez con la Revolución Jazmín (2010), entre otras. Actualmente Rusia dispone de su propio movimiento contrarrevolucionario para hacer frente a esta gran amenaza externa. El movimiento está liderado por las juventudes antifascistas de Putin , los Nachis.
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