Hace unos meses hablé en este blog de la caída que estaba observando en el mantenimiento de los blogs de, antaño, ilustres blogueros. Pero la verdad es que el ecosistema de blogs parece que goza de buena salud si observamos que es una de las herramientas más usadas en cualquier estrategia de marketing digital y de social media que se precie.
Los que hace tiempo que nos movemos por la red recordamos perfectamente que hace apenas unos 4 ó 5 años era común que casi cualquier post tuviera 3 ó 4 comentarios (como mínimo). Quizás no eran tantos como para generar un debate profundo pero suficientes para que el bloguero sintiera “recompensado” su trabajo. Porque en el fondo esa KPI, la del número de comentarios, es probablemente la que mejor refleja el nivel de engagement de un blog. El número de veces que se comparte en una red social, que se enlaza desde otro blog o web, o los likes que consigue no significa que alguien se lo haya leído. Es probable que sí, pero no lo podemos afirmar de manera rotunda. Comentar te obliga a leer antes.
Pero si no ha caído de manera dramática el número de blogs, o se mantiene porque otros nacen, lo que sí se ha reducido, y mucho, es el número de comentarios. Probablemente es una confluencia de varios factores empezando por la de exceso de sitios donde informarse, leer y comentar. Pero hace unos días leía este post que nos daba otro dato: muchos sitios importantes están cerrando sus comentarios por la proliferación de trolls y de comentarios banales que no pretenden entrar en el debate, solo dar su opinión e irse. Y la mayoría de ellos usando identidades falsas. Porque ello, también, hace que los que comentan no se sientan del todo cómodos y anula totalmente lo interesante de los blogs que es el debate en profundidad o encontrar en los comentarios otros puntos de vista o mejoras al contenido principal.
Así pues nos encontramos ante una disyuntiva importante: si los comentarios son importantes para mejorar tu engagement pero la proliferación de trolls hace huir a los comentaristas, ¿como hacemos para que el contenido lleve tráfico a tu web y evitar que caiga el engagement? (damos por hecho que la parte de posicionamiento web ya se cumple aunque no se comente).
Yo cada día lo tengo más claro: no importa donde te dejen comentarios, mientras lo hagan. Así que lo fundamental, en el corto plazo, no es si comentan en tu blog sino que dejen un comentario en la página de FB donde lo hayas compartido o en un grupo de debate en LinkedIn. No hay que olvidar que lo importante en Social Media Marketing, o lo único que funciona, es el largo plazo y que, como siempre digo y mantengo, la mayoría de veces el objetivo final es que visiten tu web, así que hay que preocuparse por ganar visibilidad y autoridad y el resto llegará. Hoy no te visitarán y comentarán en ese grupo de LinkedIn pero un día acabarán entrando en tu blog, de ahí a tu web o eCommerce y al final se suscribirán y más adelante, te comprarán. Porque en el otro lado, en el del corto plazo, está el dejar de escribir, el hacer crecer a tope la parte más alta del funnel y jugar siempre a volumen lo que te hace super dependiente de la cantidad y no de la calidad.
Hoy en día existen plugins que llevan los comentarios realizados en Twitter o en Facebook a tu blog, por si lo que te preocupa es que tu blog se vea desangelado. El Periodico de Catalunya, por ejemplo, lo hace. A mi me parece un poco desordenado pero tampoco me molesta y, si hay comentarios interesantes, mejoran el contenido original.
Nota: la buena noticia es que esto no pasa con todo, eh? Hay un montón de blogs, los muy técnicos, los de nicho y segmentados, o los de temas no tan “generalistas” que sí tiene un buen nivel de debate. De nuevo el “problema” está que cuanto más juega a cantidad más fácil que se te cuelen comentarios no deseados.
¡Qué tengáis una feliz semana!
Crédito de la imagen de duncan c