Revista Opinión

¿Qué está pasando en Grecia?

Publicado el 30 diciembre 2014 por Alba Chaparro @Alba_Chaparro

Durante estos años de crisis se han establecido muchas analogías entre España y otros países mediterráneos, por lo que cada vez que hay algún tipo de convulsión política en el sur de Europa todos sus vecinos encienden las alarmas. Lo que está pasando en Grecia tras la convocatoria de elecciones anticipadas, el cese de negociaciones entre el país heleno y el FMI y la analogía existente entre Syriza (partido que las encuestas consideran ganador) y Podemos supondrán, seguramente, un nuevo escenario mediático abierto al debate y las conjeturas.

A la hora de hacer comparaciones hay que tener dos puntos claros. En primer lugar, cada Estado tiene una cultura política, una Historia y unas pericias legales propias, por lo que además de las similitudes hay que tener muy en cuenta las diferencias. En segundo lugar, no hay que contextualizar a cada país como un sujeto aislado, ya que las decisiones, parte de las veces, son tomadas por agentes externos al Gobierno -o por los Gobiernos a instancia de esos agentes externos-.

El bipartidismo griego nació a la vez que su democracia actual, en 1974, ya que durante estos 40 años tan solo Pasok (centro izquierda) y Nueva Democracia (centro derecha) han gobernado el país. Syriza nació como una coalición de partidos de izquierda para las elecciones legislativas de 2004, en las que obtuvo 6 escaños. Desde entonces, el incremento de parlamentarios que ha conseguido ha sido prácticamente imparable: 14 en 2007, 13 en 2009 y 71 en 2012 (tras tener que repetir las elecciones por falta de consenso para formar Gobierno en unas elecciones el mes anterior, en las que obtuvo 51 diputados).

En abril de 2010 el primer ministro griego, Yorgos Papandréu (del partido socialista Pasok), se vio obligado a pedir ayuda económica al FMI para evitar la suspensión de pagos y la bancarrota del país. Al poco tiempo se descubrió que el anterior Gobierno, formado por el partido conservador Nueva Democracia, había estado falseando las cuentas públicas y ocultando el déficit real (con la ayuda de Goldman Sachs), por lo que Grecia obtuvo un rescate económico de 110.000 millones de euros a cambio de duras presiones de la troika (FMI, BCE y Comisión Europea), que la condenaron a la austeridad. Las protestas y tensiones ante los recortes en Grecia han supuesto varias huelgas generales, violencia en las calles y un descontento ciudadano más que patente.

En 2011 resultaba insuficiente el dinero recibido por Grecia, por lo que se hacía necesaria más ayuda económica ( otros 109.000 millones de euros). El primer ministro Papandréu quiso someter a referéndum este segundo Plan de Rescate, lo que suscitó un aluvión de críticas y presiones por parte de la troika. Papandréu tuvo que dar marcha atrás y revocar el referéndum, tras lo cual dimitió para abrir paso a Papademos, primer ministro de un Gobierno provisional tecnócrata que el Pasok pactó con Nueva Democracia y el partido ultraderechista Laos.

Las elecciones legislativas de mayo de 2012 no otorgaron los escaños suficientes para gobernar a ningún partido y éstos no lograron ponerse de acuerdo para formar coaliciones, por lo que se convocaron otras elecciones para el mes siguiente. El avance de pequeños partidos y el incremento de discursos anti-Europa se hacía cada vez más evidente, por lo que Pasok y Nueva Democracia se coalicionaron para formar Gobierno -encarnando el conservador Andonis Samarás el cargo de primer ministro-.

En diciembre de 2014, la falta de apoyo en la cámara al candidato de Samarás como presidente (recordemos que Grecia es una república, por lo que la jefatura del Estado es elección del Parlamento) le han obligado a convocar elecciones anticipadas en un panorama político peculiar para Grecia, ya que podría suponer el fin de un bipartidismo vigente durante 40 años. Actualmente, los sondeos otorgan a Syriza un 28% de los votos, lo que la situaría como ganadora de los comicios, y la expectación ante los posibles resultados es producto del discurso antieuropeo y la reivindicación de salida del euro de la coalición de izquierda.

Ante las incertidumbre que genera la posible victoria de Syriza y la inquietud que despierta la posible salida griega del euro, el FMI ha decidido paralizar las negociaciones con el país heleno hasta que se haya formado un nuevo Gobierno, aunque no ha aclarado si esas negociaciones seguirían adelante en caso de ser Syriza la ganadora de los comicios. Por otro lado, las bolsas europeas se están resintiendo ante lo que está pasando en Grecia, ya que puede suponer el comienzo de una nueva tendencia política europea.


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