Estamos a punto de comenzar el mes de junio de este año 2019 y hoy en día seguimos encontrando gobierno autoritarios por todo el mundo. Los hay de todo tipo de ideología pero la mayoría utiliza las mismas herramientas para perpetuarse en el poder. Hoy nos centraremos en gobiernos autoritarios de Hispanoamérica, donde encontramos un buen número de ellos.
Honduras se ha convertido en los últimos años en un país en el que no se respetan los derechos humanos de sus ciudadanos. El problema viene de mucho antes, pero en este caso comentaré lo más reciente (publicaré otro artículo centrándome en el origen de lo que ocurre en Honduras).
Honduras es bien conocida por tener algunas de las ciudades más violentas del mundo, como San Pedro Sula (aunque ya no es lo que era antes). Sin embargo, este no es el origen de los problemas que tiene el país. En Honduras si eres un ciudadano normal y corriente lo normal es que no te ocurra nada, salvo que te asalten en un autobús (algo que sí es más frecuente).
El caso es que desde que Juan Orlando Hernández (del Partido Nacional de Honduras) llegó al poder tras ganar en las elecciones generales de 2013 (hoy en día sigue estando cuestionado que realmente las ganase , y desde entonces se ha comportado de manera autoritaria contra aquellos que se han opuesto a él. Ha sacado adelante leyes sin la mayoría necesaria; siempre con la ayuda de la Corte Suprema de Justicia de Honduras (donde no hay imparcialidad).
Luego de 4 años de gobierno de Juan Orlando Hernández, se acercaron las elecciones de 2017. La Constitución hondureña prohíbe a los presidentes del país postularse a un segundo mandato. Pese a esto, la Corte Suprema de Justicia de Honduras dejó a Juan Orlando Hernández presentarse a las elecciones (recuerdo que este organismo está controlado por el gobierno realmente).
Esto desató decenas y decenas de protestas por todo el país porque los hondureños para protestar en contra de la medida y porque ya intuían que habría fraude electoral el día de las elecciones. ¿Qué hizo el gobierno? sacó a la policía a reprimir a la población y hasta a la prensa.
Llegó el día de las elecciones, el 26 de noviembre de 2017 y las votaciones se realizaron en general con tranquilidad. El problema llegó a la hora de contabilizar los votos. Tardaron en aparecer los primeros resultados, pero ya cuando ya se había contado el 57% de los votos, el candidato Salvador Nasralla ganaba con un 45,17 %, mientras que Juan Orlando tenía un 40,21%. Luego el Tribunal Superior Electoral (otro órgano no imparcial) no dio la primera rueda de prensa hasta la 1:30 de la madrugada, cuando estaba prevista a las 19:40 h de la tarde. A partir de este momento fueron retrasando el conteo de votos día tras día buscando la manera de manipular los votos. Fue un fraude descarado.
Entonces una noche se fue la luz en el TSE misteriosamente, y cuando esta volvió, misteriosamente se habían subido nuevas actas en el sistema, algo que no es normal, ya que a esas horas no había nadie en el TSE (habían cámaras las 24 horas en el lugar, y se podía seguir por Internet). Casualmente las actas que se sumaron eran extrañas, ya que algunas no tenían ni sello y contaban con resultados totalmente absurdos, dando al presidente la mayoría de votos, mientras que al principal partido de la oposición todo lo contrario.
A partir de ese momento todo fue muy extraño. Cada vez que se iban sumando nuevas actas, el líder de la oposición iba perdiendo porcentaje de voto, mientras que el presidente iba ganando. Hasta que un día se puso por delante (esto desató nuevas protestas masivas porque los hondureños ya sabían que iba a ver fraude electoral). El caso es que todo el recuento fue muy extraño. Tardaron un mes en dar los resultados finales, cuando lo normal es darlos como muy tarde al día siguiente.
Organizaciones internacionales que pudieron seguir los acontecimientos en el país denunciaron graves irregularidades que hubo en todo el proceso. Hablo de la ONU, Unión Europea y la OEA (Organización de los Estados Americanos)
El resultado final fue muy ajustado:
Juan Orlando Hernández: 1.410.888 votos -> 42,95%
Salvador Nasralla: 1.360.442 votos -> 41,42%
Luis Zelaya -> 484.187 votos -> 14,74%
Desde entonces la represión contra la población que reniega de este gobierno es mayor. En cada protesta que se convoca llega la policía y lanza gas lacrimógeno. Les da igual que haya niño o personas mayores, ellos reciben órdenes del gobierno de tirar el gas lacrimógeno sin miramientos. Ha habido numerosas manifestaciones condenando el fraude electoral y pidiendo nuevas elecciones generales.
Lo peor no es el gas lacrimógeno, sino que en algunas protestas disparan contra manifestantes y en especial contra la prensa. En Honduras la mayor parte de medios de comunicación están manipulados o silenciados. Algunos callan la realidad por miedo a represalias y así mantener sus beneficios, otros directamente son financiados por el gobierno para que no cuenten la realidad del país. Solamente aguantan un par de medios que se atreven a contar lo que ocurre día a día en el país.
Uno de estos medios es Une TV, medio de comunicación que el gobierno pretende silenciar a base de intimidación. En noviembre del año pasado el periodista Geovanny Sierra, que pertenece a este canal, fue herido de bala mientras cubría una manifestación de la oposición.
Desde las elecciones generales de noviembre de 2017 la COFADEH afirma que ha habido 32 fallecidos a causa de la represión en las protestas. Amnistía Internacional afirma que son 31, mientras que otras fuentes de la oposición afirman que son más.
El gobierno de Juan Orlando Hernández se ha dedicado desde el año 2013 a enriquecerse, a censurar medios de comunicación que no lo apoyan, a reprimir a la población que pide su dimisión y nuevas elecciones y a no trabajar en mejorar la grave situación económica que atraviesa el país. Además, medios internacionales acusan al gobierno de estar metido en el narcotráfico, de hecho, es cierto que el hermano del presidente fue acusado y declarado culpable por un tribunal de Estados Unidos por su implicación con el narcotráfico. Hay cientos de personas en altos cargos que se han beneficiado del gobierno a cambio de acallar a los opositores.
Por estas razones miles de hondureños han salido estos últimos años del país en las conocidas caravanas de migrantes. Hartos de tanta corrupción, de la mala situación económica del país, de la inseguridad en el transporte público y de la represión por parte de la policía y el ejército.
A día de hoy ha convocadas un sinfín de marchas de profesionales del tranporte, sanidad y de la educación, hartos de las condiciones con las que trabajan y pidiendo libertad para su país. A ellos se le han sumado los seguidores del principal partido de la oposición. Y si tienen alguna duda de que la mayoría de hondureños creen que viven en una dictadura que no quieren, pregunten. Les dirán claramente lo que ocurre.
En cualquier evento del país se escuchan gritos o cánticos tipo «Fuera JOH» o «Abajo la dictadura». Si escribes #FueraJOH en cualquier red social, tendrás acceso a todo tipo de imágenes, vídeos y mensajes de catrachos pidiendo el fin de la dictadura.
Me hubiera gustado explicar todo más a fondo, pero lo haré en futuros artículos. Esto es solo el principio.