El hecho que los atentados hayan sido hechos por islamistas, ha hecho que, los que no sean musulmanes, reduzcan el problema a ver al "moro" como culpable de todo y, por tanto, el enemigo a batir. Sin embargo... ¿sabe que la principal víctima de ISIS son los propios musulmanes sirios?¿sabe que el Irán de los Ayatollahs está combatiendo a ISIS? Y es que Siria es un auténtico avispero donde determinar quien es el bueno y quien el malo es, sencillamente, imposible.
Mapa del conflicto sirio
Para empezar, hemos de tener en cuenta que Siria es un territorio inmenso como toda Castilla (Castilla-La Mancha, Castilla-León y Madrid) junta, en buena parte desértico, sobre el cual, desde 2011, se están dando de hostias 4 facciones diferentes, todas ellas musulmanas. Empezamos mal la cosa...
En el norte, se encuentran los Kurdos, nacionalistas que buscan formar un estado propio desde hace años y que dado que algunos de los estados que se dividieron el Kurdistan (Turquía, Siria, Iraq e Irán) han petado como una castaña, han organizado su propio ejército para defender su territorio.
En el oeste, en la franja costera mediterránea, se encuentra el ejército sirio de Bashar Al-Asad, que era el que mandaba de forma autoritaria (filo-socialista y supuestamente laico) en toda Siria hasta que, con la Primavera Árabe, se sublevaron diversas facciones opositoras y la liaron parda.
Expresando simpatías y antipatías a cañonazos
Un poco más al este del Ejército Sirio, se encuentra el Ejército Sirio Libre, totum revolutum de opositores a Al-Asad -muchos de ellos exmilitares adictos a su régimen e islamistas igual de radicales que ISIS- que luchan por eliminarlo y por no ser eliminados por él, claro.
Y, finalmente, en el centro-sur, el ISIS (o Daesh, aunque no les gusta que les llamen así), que imbuidos de un fanatismo religioso sin límites, imponen la ley islámica más rígida allí por donde pasan, de cara a que nadie cuestione su poder. Aunque parezca mentira, no son tantos, pero sus métodos son muy radicales y novedosos ya que, al ser gente relativamente joven, han llevado su lucha a Occidente a través de las redes sociales, consiguiendo gran cantidad de apoyos entre la gente psicológicamente más vulnerable y creando el gran revuelo que ha creado. En Siria, controlan las zonas agrícolas, los pozos de petróleo y, sobre todo, el agua, mediante los embalses del Tigris. Y aquí es donde ya se lía todo.
Ejército de furgonetas Toyota del Daesh
Siria, desde el final de la 1ª Guerra Mundial y hasta el final de la Segunda, fue colonia francesa, y a pesar de darle la independencia en 1946, y los golpes de estado posteriores, siguió teniendo intereses económicos en el país que se arrastran hasta hoy. Por esto y por los atentados, Francia está participando en el conflicto.
Rusia, por su parte, ha tenido históricamente en los Al-Asad (primero el padre y ahora el hijo) un aliado en la zona debido a su ideología socialista y laica, que era de mucho interés en el momento de la Guerra Fría con Estados Unidos. Evidentemente, maldita la gracia que le hizo a Putin que intentasen expulsar del poder a Bashar Al-Asad. Por otro lado, la única base que Rusia tiene fuera de su territorio se ubica en Tartús, en la costa mediterránea controlada por Al-Asad. Población, Tartús, que está hermanada con la catalana Tortosa. Curioso, pero cierto.
Estados Unidos, como no, ayudando a los enemigos de sus enemigos, o lo que es lo mismo, al Ejército Sirio Libre, ya que ellos continúan en las inercias de la Guerra Fría de toda la vida. Inercias que desembocaron en la soberana cagada de la invasión de Irak, la cual salpica de forma más o menos directa el conflicto sirio.
Irán, son acérrimos enemigos de los Daesh (por lo que ayudan a Bashar Al-Asad, cuando no interveniendo directamente cerca de sus fronteras), más que nada porque los iraníes son chiitas y los otros son sunnies y, aunque los dos son musulmanes radicales, uno es capaz de arrancarse un ojo con tal de que el otro pierda los dos. Para su información, los chiitas consideran que para comunicarse con Alá se necesitan los intermediarios (los ayatollahs), mientras que los sunnies piensan que a Alá se llega directamente sin intermediarios. Y llevan matándose por ello desde el principio del Islam, y lo que te rondaré morena...
Arabia Saudí, como buenos sunnies tan radicales como los de ISIS, pero más comedidos en cuestión de formas...¿A quien van a ayudar? Efectivamente, a ISIS... aunque como queda feo a nivel mundial dar apoyo a degolladores fanáticos y sus clientes principales son occidentales, niegan totalmente que estén dándoles ayuda.
Ruinas de Alepo
En todo este embrollo de intereses y apoyos, los métodos violentos y radicales para con la población civil tanto de unos como de otros -habida cuenta que un civil es simplemente un militar sin armas y que todas las facciones implicadas lo están porque tienen un apoyo más o menos explícito de la población no militar- ha provocado que la gente salga por patas del país, ya que con 4 contendientes diferentes con ganas de vengarse de los otros 3, ninguno es mejor que los otros. Europa, como sabe que entre col y col, siempre hay alguna lechuga, y no tiene ganas de ir suspendiendo partidos de fútbol para nada (si ya falla el pan, como para que falle también el circo) no quiere saber nada de los refugiados y se hace el "longui" a la hora de acogerlos.
Los del Daesh están molestando un poco
En definitiva, que el follón de Siria es un auténtico potaje de intereses particulares en que cada uno lucha para defender lo suyo sin demasiados miramientos éticos ni morales. Es por eso que, en esta pelea de bar colectiva a base cañonazos y corte de pescuezos en directo, nadie está libre de culpa -¡nadie!- y si ahora se están uniendo todas las potencias contra el Daesh es porque sus métodos son tan aberrantes que molestan a todo el mundo y distorsionan el panorama político mundial...¡y hasta ahí pudiéramos llegar!
En fin. Sea como sea, aquí tiene la información; hacerse la opinión -caso de que sea uno de los pocos afortunados genios que es capaz de tenerlo claro-, como siempre, es cosa suya.
Los malos y los buenos. El conflicto sirio, en una viñeta