Si solamente con llorar,
se remediaran los problemas,
Seria facil
Si en cada lagrima se fuera la nostalgia y la tristeza,
Seria facil
(Fonsi)
Pues sí, sería muy fácil, que llorando o cambiando a Rubalcaba, por Chacón, por Patxi, o por Griñan, este desplome, esta caída libre parara, sería muy fácil. Que fácil sería que 300 "expertos" venidos de todas partes dieran con la fórmula magistral de Asterix, sería muy fácil.
Pero me da la impresión, estoy convencido que va mucho más allá. Que depende de cada uno, de cada una de las personas que andamos por aquí.
Cuando una sociedad, al menos las personas que consideran que es necesario un modelo más igualitario, más justo, más solidario, reclama por activa y por pasiva transparencia, claridad, cuando rechaza por repugnante aprovecharse de la cosa pública, nosotros soltamos discursos, palabras, las mayorías de las veces no creíbles pronunciados por bocas menos creíbles, o decimos que las cosas se solucionan en los pasillos oscuros, con mayorías tan oscuras como los mismo pasillos.
Cuando nos manifestamos contra la corrupción y casi al tiempo le decimos al que tenemos al lado, esto te lo arreglo yo que conozco a no se quien en no se dónde.
En una sociedad sana, exigente, con valores, y la nuestra lo es, no valen las medias tintas, no se puede distinguir el dentro y el fuera, porque no hay división, porque en la izquierda, los partidos no son propiedad de sus accionistas, socios o militantes. Son ellos, es verdad, somos nosotros los que podemos variar las cosas, los que podemos plantarnos y decir hasta aquí hemos llegado, los que podemos reformulación, fundamentar discursos y programas, gente y nuevos líderes, sin coches oficiales, sin asesores correveydiles, que no se planteen estar con la gente porque son gente. Pero al final o al principio la base social es la que da sentido, hoy mas que nunca, a los partidos, sobre todo en la izquierda, y si, sin ella no se es nada.
Las estaciones de tren son por naturaleza incómodas. Son frías, oscuras, y no es sencillo esperar mucho a tu tren, por mucho que anhelemos coger ese tren. Ya no se trata de reflexionar, ya no se trata de autocríticas. La gente que espera pide un tren nuevo, un tren que les ayudé a llegar al destino, a su destino, a nuestro destinó.