Lo tenía bastante claro, pero hoy he leído una “noticia” tipo cotilleo que ya me lo ha confirmado del todo. La gente del famoseo en general y del artisteo en particular tienen algo en común, eso que los separa de la gente corriente. Y no es talento, creatividad ni nada de eso. Es su extraordinaria facilidad para estar reemparejándose continuamente.
A principios de verano Marta Sanchez y el que ha sido su marido durante ocho años anuncian que se separan, sin que hasta entonces hubiera habido la menor pista sobre lo que se avecinaba. Como un més después de este anuncio él ya estaba con Eva Zaldívar (a su vez ex de Pepe Navarro que, después de estar con la mitad de las famosillas españolas ahora está con alguien más o menos desconocido, creo). Pero es que ella no se quedó atrás. Por las mismas fechas, Marta aparecía en las revistas fotografiada en Ibiza con una nueva pareja, un tal Hugo Castejón, desconocido pero, no podía ser menos, atractivo. Hoy se confirma esa relación, ya que han sido fotografiados de nuevo en Madrid, en actitud ya abiertamente cariñosa.
Sinceramente, no me parece muy normal que una persona (tanto ella como él), al mes de separarse tras ocho años de matrimonio estén ya con nuevos ligues. O no tenían unos vínculos muy fuertes con su pareja o, aunque la procesión vaya por dentro, necesitan tener constantemente al lado a otra persona. Sea cual sea el caso me parece propio de personas inmaduras y con poca sensibilidad.
Y este es un caso light. Reunamos al azar seis nombres de famosetes de revista rosa. Encontraremos que prácticamente han estado todos con todos en algún momento.
Este mundo es tan endogámico que deja muy atrás al de las monarquías de hace unos siglos. De aqui a unas cuantas generaciones, sus descendientes van a ser todos del mismo tipo que el rey Carlos II, que como podéis ver en el gráfico, su padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc., eran todos descendientes de Juana la Loca y Felipe el Hermoso.