La revelación de un terrible secreto
Peculiar viaje fílmico a las fronteras de la mente femenina haciendo hincapié en sus más oscuras facetas. Protagonizada por dos titánides de la época dorada de Hollywood, ambas ya en decadencia en el momento del rodaje y manifiestamente enemistadas en el llamado mundo real, que encarnan en la pantalla respectivamente el papel de dos hermanas. Las dos, estrellas crepusculares insertas en una trama plena de sadomasoquismo y crueldad, habitantes de un terrible secreto mutuo que yace en el pasado.Bette Davis encarna con minuciosa y repulsiva exactitud su papel de resentida, alcohólica y fracasada mientras que Joan Crawford, bellísima a pesar de la edad, da muestras de una angelical y trucada determinación, enmascarada de integridad, que la hace fascinante. Dos hermanas, actrices, una de ellas profesionalmente fallida a pesar de ser en la infancia la que apuntaba maneras, conviven en una mansión. La triunfadora yace en una silla de ruedas tras ser supuestamente atropellada de manera accidental (?) por su hermana, estrella mediocre y olvidada, y va sufriendo las crueldades, las desatenciones y los suplicios más variados por parte de esta, plenamente alcohólica y enloquecida. El ritmo y las imágenes generadas por el genio de un maestro como Robert Aldrich convierten este film en un espléndido melodrama. Parafraseando con ironía El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder, el papel de galán gigoló lo encarnará un magistral Victor Buono en el papel de músico-freak, dominado por su madre, detonante involuntario por ineptitud y torpeza, como amante fallido del personaje encarnado por Bette Davis, del magistral cierre de la película en la playa donde el espectador asistirá inerme a la revelación de un terrible secreto. Nada es lo que parece y el público inerme está entregado a la voluptuosidad gregaria de la mentira. Pocas veces ha sido Hollywood más descarnado y directo en el levantamiento de los velos que lo ocultan a los ojos de los hipnotizados literalistas que lo consumen. Excelentes por su vigor melodramático y psicoanalítico las escenas de reminiscencia del pasado de Bette Davis rememorando, con su vieja muñeca, la canción favorita de su padre con un Victor Buono, tenebroso deus ex machina involuntario, increíble en su grotesca y poderosa aportación.Pocas religiones se miran a sí mismas con la textura impecable y la solvencia crítica que lo hacen, quizás involuntariamente, los administradores de imágenes y sueños de la Meca del Cine. El odio es, sin duda en ocasiones, ocio creador. Curiosamente sólo recibió un Oscar y lo fue al mejor vestuario. Hollywood es mi reino: carne de la Sombra.Frank G. Rubio
Tit. Orig: What Ever Happened to Baby Jane? EEUU, 1962. Director: Robert Aldrich. Guión: Lukas Heller. Música: Frank DeVol. Fotografía: Ernest Haller. Intérpretes: Bette Davis, Joan Crawford, Victor Buono, Wesley Addy
De los gritos de dolor del expresionismo a los más inquietos thrillers europeos sin olvidar los grandes clásicos de Hollywood, el equipo PRÓTESIS te trae el comentario crítico de cincuenta títulos escogidos. Este ensayo colectivo ha sido realizado por el Equipo PRÓTESIS para el número 8 de su publicación en papel, coordinado por David G. Panadero
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