A finales de los noventa cuatro componentes de diversas bandas se unían bajo el nombre de Arrebato y comenzaban recorriendo pequeños locales y salas. Cuatro años después tuvieron que cambiar su nombre por motivos legales, aquí es donde comienza la verdadera historia de Forraje.
Forraje (imagen promocional)
Su amistad con la inigualable banda de rock, Marea, en especial con su cantante, Kutxi Romero, y su guitarrista, Kolibrí Díaz, hizo que su primer álbum contara con colaboraciones tan destacables como la de El Drogas, vocalista de Barricada. Algo atípico comparado con los primeros trabajos de otras bandas.
De nada sirve el impulso de la Marea si no sabes surfear en la cresta de la ola, sino que se lo digan a la banda gallega quien con canciones como “tu sin braguitas, yo sin calzones” se catapultó a la fama. Hay quien dice que la colaboración de Kutxi en esta canción tuvo algo que ver.
Lejos de sentirse incómodos con que algunos críticos los relacionen con Marea, en una entrevista concedida a Ruta42, Lulu nos habló de que además de no sentirse incomodado por este hecho, sus semejanzas con la banda navarrica desaparecieron con su tercer disco “Retales de vino y luna”.
Forraje (imagen promocional)
Hace unos meses comenzaron a presentar los temas inéditos de su nuevo trabajo en pequeños escenarios a lo largo y ancho de la geografía española. Hasta hace relativamente poco, nada se sabía de la grabación de este disco, únicamente que este estaría producido por el guitarrista de Marea, Kolibrí Díaz.
Finalmente se han dado a conocer los detalles: la grabación comenzó el día de ayer y está previsto que finalice a mediados del mes de febrero.
En poco tiempo podremos seguir disfrutando de un Lulu que ha roto como poeta, de un Juancho ochentero y macarra, de un Jerry de ejecución impecable y un Kuervo que ensalza los sentidos. Palabras de un padre más que orgulloso.
A la espera de que sus seguidores podamos disfrutar de “Quejidos que no escucha nadie”, podemos disfrutar de las palabras que su padre adoptivo, Kutxi Romero, les dedicó hace un tiempo: “Me acaban de llegar mis Forraje con las notas del colegio para que se las firme. Mis cuatro criaturas. Aunque no soy el padre biológico de estos fichajes, sí que les bauticé y les ayudé a caminar, aun cuando ya tenían los huevos negros el día que los conocí. Así que aquí estoy, con su última evaluación entre las orejas, orgulloso al observar el sobresaliente que estaban buscando desde que, en aquella lejana noche gallega, con las mandíbulas batientes y los efluvios del whiskazo pegándome en la cara, me enamoraron y me convencieron de que los adoptase.”