El Holodomor (‘matar de hambre’ en ucraniano) fue la hambruna que tuvo lugar en la República Soviética de Ucrania y en las regiones de Kubán y Ucrania Amarilla entre 1932 y 1933. Fue resultado de la política económica de colectivización forzosa que Iósif Stalin había aplicado en la URSS desde 1928. Se estima que solo en Ucrania murieron en torno a cuatro millones de personas.
Un plan orquestado por Stalin
Los orígenes del Holodomor se sitúan en torno a la creación en 1922 de la URSS, que Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia conformaron en sus inicios como expansión de la Revolución bolchevique por el antiguo Imperio ruso. En los años veinte, Moscú emprendió una política de rusificación sobre el resto de territorios para imponer una nueva cultura soviética y así sofocar las voces disidentes. Stalin aprobó entonces una primera colectivización de granjas, mediante la cual los campesinos ucranianos, kazajos y del norte del Cáucaso debían ceder un porcentaje de sus cosechas al Estado. Sin embargo, la mala temporada en 1927 impidió a los productores entregar las cantidades estipuladas.
Esta situación fue el pretexto de Stalin para intervenir en las granjas ucranianas mediante el Primer Plan Quinquenal. Con esta directriz, el líder soviético derogó la Nueva Política Económica que Vladímir Lenin había impulsado en 1921. Esta política, que combinaba la regulación estatal de la economía con la apertura de los mercados, dio paso a un programa económico que pasaba por modernizar la industria pesada. Para lograrlo, la URSS debía centralizar sus recursos, así que Stalin decretó la colectivización de la agricultura y la expropiación de las tierras, de manera que el Estado soviético pasó a controlar la producción y la distribución de las cosechas.
Hambre y represión
Las nuevas medidas de Stalin no fueron bien recibidas por los campesinos terratenientes o kulaks, que se rebelaron contra la decisión del jefe comunista. Al mismo tiempo, las élites religiosas, intelectuales y culturales ucranianas se mostraban contrarias a la represión. Estas revueltas hicieron que Stalin temiera el estallido de una contrarrevolución similar a la revuelta de los campesinos ucranianos en la guerra civil rusa. Para evitarlo, endureció sus medidas: en 1932 aprobó la ley de las espigas, por la que se podía fusilar incluso a quien robara de las cosechas. El líder soviético también estableció una lista negra de aldeas y granjas ucranianas, cerró las fronteras para que los campesinos no pudieran salir a buscar comida e instauró brigadas de incautación que saqueaban las casas.
Una lengua para quince repúblicas: la construcción de la identidad soviética
Las políticas de Stalin hicieron insostenible la situación en Ucrania. Las enfermedades se extendieron y muchos campesinos se vieron obligados a recurrir al canibalismo para no morir de hambre, pero las muertes por inanición se dispararon. El Holodomor finalizó en 1934 cuando Stalin se percató de la falta de mano de obra campesina: unas cuatro millones de personas habían fallecido solo en Ucrania. Para compensar las secuelas demográficas del Holodomor, Stalin decidió repoblar las zonas más afectadas con ciudadanos rusos en la región del Donbás.
El resto del mundo, mientras tanto, vivía ajeno a lo ocurrido. En 1933, el primer ministro de Francia, Edouard Herriot, viajó a Ucrania, donde el Gobierno soviético le mostró granjas abundantes y campesinos felices como realización del paraíso revolucionario. Sin embargo, el periodista galés Gareth Jones reveló la gran hambruna ese mismo año. Cuando viajaba en tren hacia la ciudad de Járkov, se bajó en una parada no programada y caminó a lo largo de sesenta kilómetros hasta entrar en zonas inaccesibles. Sus artículos en el New York Evening Post y el Manchester Guardian fueron los primeros en destapar el Holodomor.
Definiendo el Holodomor
Más allá de la eviedencia de las muertes, la catalogación del Holodomor como genocidio se ha debatido durante décadas. La propaganda soviética culpó a los kulaks y al nacionalismo ucraniano para legitimar las deportaciones, los fusilamientos y la hambruna. De ahí que en la Rusia posterior se extendiera la versión de que el Holodomor fue fruto de una mala planificación. En Ucrania, por el contrario, el entonces presidente Víktor Yúschenko aprobó en 2006 la ley sobre el Holodomor, que declaraba el genocidio contra su pueblo. Polonia, Canadá o los países bálticos, entre otros, lo han condenado como un genocidio, mientras que España, Italia o Argentina lo consideran un acto de exterminio. Por su parte, la ONU y la Unión Europea califican el Holodomor como “hambruna artificial”.
¿Qué es un genocidio?
¿Qué fue el Holodomor, la hambruna que mató a millones de ucranianos en la Unión Soviética? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.