Revista Salud y Bienestar
Como muchos lectores saben, mi correo está a disposición de todo aquél que tenga una duda sobre su dieta y suplementación, lo que me lleva a responder, en determinadas ocasiones que la dieta es adecuada y no hace falta suplementación en ese caso individual.
La sensación que, parece trasmitirse en los interesados, es que no se entiende muy bien por qué el dueño de una marca de suplementos para deportistas no es más activo en prescribir suplementos. En definitiva ¿Es que no cree usted en sus propias formulaciones?
Todo lo contrario, lo que ocurre es que mi interés comercial está muy por debajo de mi criterio clínico y científico y en muchas ocasiones pienso, razonadamente, que cambios en la dieta pueden ser más efectivos para mejorar el desempeño deportivo que acertar en un tipo u otro de suplemento.
Siempre he defendido que lo primero que debe hacer el experto en ayudas ergogénicas es equilibrar la dieta del deportista que le consulta. Una vez que ha corregido errores y orientado, adecuadamente, al deportista en los cambios que es conveniente hacer, puede iniciar un plan de suplementación riguroso y controlado.
Como siempre comento, todo ello se basa en decenas de años de experiencia en donde he tenido, desde tenistas que estaban desplazados de su ambiente familiar y comían en la barra del bar del Club de tenis, hasta jugadores de baloncesto provenientes de la NBA que solo comían pollo y patatas fritas, pasando por ciclistas alimentados a base de bocadillos. Por supuesto que eran casos extremos, pero; ¿Qué no decir de las jóvenes que nunca han tomado hígado (les da asco), y siempre están con problemas de hierro? ¿O los que han oído que es bueno el azúcar para el deportista y abusan de los carbohidratos simples? ¿O los que toman sales de potasio para entrenar porque en caso de no tomar suficiente, puede haber calambres?
Luego están las modificaciones más sutiles, pero muy efectivas, como aumentar la ingesta de verduras y ensaladas, incluir más pescado azul (pero no el de grandes depredadores), evitar grasas trans, edulcorantes y conservantes artificiales, tomar más fruta, considerar adecuar las comidas a los períodos de entrenamiento, de forma que al finalizar un entreno prolongado, haya una comida importante (comida o cena) etc
En todos ellos, la mejoría es muchísimo mayor si se insta al deportista a realizar estos cambios, que si se empieza por la suplementación sin más.
No venderé muchos productos de mi marca, pero los deportistas a los que les aconseje un suplemento, podrán estar seguros de que es importante tomarlo y no es un gasto inútil.