¿Qué hacemos con el Amor que nos sobra? ¿A dónde va…? Creemos que nos falta cuando la realidad es que estamos tan llenos de él que nos sentimos vacíos cuando no sabemos compartirlo con nadie ni nada más. Está todo aquí dentro, apretujado, deseando esparcirse por ese mundo tan olvidado, tan dormido, tan cegado.
Buscamos fuera la abundancia que ya somos pero que no reconocemos, la compañía que ya nos tenemos, el alma gemela que nunca se nos fue, la madre que nos nutre cada día, el padre que siempre nos protege. Nos habitan todos esos Sentires que creemos que nos han desterrado, pero los ignoramos, nos ignoramos y por eso no los vemos, y por eso no nos vemos…
Todo ese Amor que se queda flotando en nuestro aire, en nuestra respiración cuando nos separamos, cuando un ser querido nos deja, cuando un amigo sigue otro camino, cuando una flor que contemplo se marchita, cuando una ilusión se debilita, cuando un sueño se queda dormido o cuando una vida pierde el sentido, ¿dónde lo ubico? ¿Dónde está cuando no está? ¿Dónde estoy cuando no estoy?
¿Se puede ahogar? ¿Se puede tapar? ¿Se puede fugar? ¿Se puede arrancar de ningún lugar?
¿Qué hago con el Amor que se ha quedado mudo? ¿Qué hago con ese silencio que no sé escuchar?
Cantarlo, bailarlo, compartirlo, regalarlo, abrazarlo, sentirlo, vivirlo, amarlo y Darlo, sin medida, sin límite, sin control, siendo consciente que no lo necesitas porque estás inundado de él, estás sobrado, rebosado, empapado hasta las trancas y hasta las barrancas.
Abre tu mano para que salga. No lo aprietes. No te lo quedes. Ofréceselo al sol que te ilumina, a la luna que te vela, a las estrellas que te guían, a las miradas perdidas, a las pieles frías, a los oídos sordos, a las lenguas viperinas. Tiene Alas, sabe volar. No se las cortes. Deja que viaje en libertad.
La Soledad nos visita cuando no recordamos que el Amor no nos abandona jamás. Son las personas, las cosas, las situaciones las que se van. El Amor siempre estuvo, siempre está y siempre estará. Nunca se fue, nunca se irá. El Amor es lo único que permanece cuando todo se derrumba, cuando el pozo toca su fondo, cuando el miedo me nubla. Aunque reniegue de mí, aunque me cubra el corazón de capas y capas de indiferencia, aunque le ceda el mando a mi ausencia y me abstenga de preferencias, seguirá esperándonos, seguirá latiéndonos, seguirá habitándonos, seguirá Amándonos…
No podemos dejar de ser lo que somos, por mucho que nos empeñemos en ello, por mucho que lo intentemos.
Esa “llamada” que sentimos tan fuerte no es de él o de ella, es de Ti hacia ti. Quieres decirte que aunque te creas que no estás, ya estás donde quieres estar. Que no hay heridas que sanar sino pensamientos que dejar pasar. Que no hay imperfecciones que perfeccionar sino una Perfección absoluta que aceptar. Que no hay conocimientos que memorizar sino memorias que iluminar. Que el único pecado que existe es no permitirte cometer nunca un pecado por miedo a pecar. Que el cielo no está arriba sino Dentro. Que el infierno es tu mente no Presente. Que aunque no te creas, existes…aunque no te veas. Que las razones pueden tener mucha razón pero muy poca Verdad. Que cuando te pares, te hallarás.
¿Que qué haces con todo ese Amor que te sobra?
REPARTE, que la mejor parte…ya la tienes tú.
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