¿Qué hacemos sin Khedira?

El comienzo de temporada comienza a pasar factura y tras la lesión de Messi, ahora le toca al eterno rival sufrir la baja de uno de sus titulares, Sami Khedira. El alemán, pese a ser de los más criticados del conjunto de Ancelotti, es uno de lo más utilizados por el técnico italiano. Estudiemos las opciones que ha tomado Carletto cuando no ha introducido al germano en el 11 titular:

En la segunda jornada, época de pruebas, el 11 que sacó el Real Madrid en los Cármenes de Granada era de lo más ofensivo que puede ofrecer la plantilla. Sobre la base de un 4-2-3-1, el doble pivote lo formaban Modric e Isco, 2 jugadores de marcada tendencia ofensiva y, por delante, se encontraba un mediapunta, Ozil, que poco después voló rumbo a Londres. El resultado fue 0-1 pero el centro del campo dio sensación de debilidad. Sólo Modric colaboraba activamente en defensa. Tampoco sirvió, esta apuesta por la calidad, para que la fluidez con balón fuera mejor, el juego del equipo fue discreto.

2 jornadas después, en la cuarta, tocaba visitar Villarreal, plaza complicada, de nuevo, Ancelotti, apostó por el 4-2-3-1, aunque su confección fue diferente. Illarramendi actuaba como pivote defensivo, facilitando la libertad de Modric, situado como mediocentro organizador y de Isco, como mediapunta. En un partido trepidante, ante uno de los centros del campo que mejor han funcionado en este comienzo de competición, se logró un empate a 2-2, que suponía la primera pérdida de puntos blanca y tampoco se logró una mejoría apreciable en el juego.

El último precedente es bastante cercano. Jornada 12, visita a Vallecas. El Real Madrid, otra vez con 4-2-3-1, forma con Xabi Alonso, recién recuperado de su lesión, como pivote defensivo, Modric, como organizador y por delante juegan una línea de 3 con Cristiano Ronaldo, Bale y Di María en la cual el galés es, teóricamente, el que más juega por el centro, pero donde la movilidad y el intercambio de posiciones son una constante. 2-3 ganan los blancos, evidenciando, de nuevo, sus carencias defensivas y su pegada arriba, constante a lo largo de la temporada y mal histórico.

En definitiva, 3 pruebas, 1 esquema y varios jugadores implicados. Hay que notar que los 3 casos son fuera de casa, donde se supone que el equipo tiene que jugar más protegido y que Xabi Alonso, ha estado lesionado hasta noviembre, desde lo que ha sido titular indiscutible. En casa Ancelotti suele jugar con un 4-3-3, buscando escalonar más verticalmente su centro del campo para facilitar la posesión de balón.

Contanto con que Xabi Alonso y Modric son prácticamente titulares, el otro puesto sería el que ofrecería más dudas. Si Modric juega en el doble pivote, los posibles mediapuntas pueden ser Bale o Isco, que últimamente no contaba demasiado pero puede estar ante una buena oportunidad de recuperar importancia.  Otra posible alternativa para el doble pivote es Illarramendi, el vasco podría acompañar tanto a Alonso como a Modric y aportaría rigor táctico y criterio a la hora de sacar el balón de atrás. El brasileño Casemiro que, en pretemporada causó una muy buena impresión, prácticamente no ha tenido minutos, sólo 82, puede que ahora suponga una primera opción de rotación o que disponga de más minutos siendo un cambio habitual en las segundas partes.

Si el partido es en casa y se juega 4-3-3, Alonso jugaría como pivote defensivo, con Illarra como teórico suplente y Casemiro como tercera opción (aunque no se descarta sorpresa táctica como la del Clásico, de situar a Ramos o Pepe como pivote), Modric sería el mediocentro organizador, con Illarra otra vez como primera alternativa y con Isco como mediocentro más ofensivo, cercano a la mediapunta, en la que también podría jugar Modric o, incluso, como probó en la pretemporada, Di María.

Recopilando, para sustituir al alemán y, sin que ninguna de las alternativas ofrezca exactamente lo mismo, la primera opción sería la inclusión de Illarramendi, como jugador más polivalente en las labores del centro del campo, la segunda, la de Isco, opción ofensiva y el resto ya sería reconvertir jugadores, como Dí María, Pepe o Ramos o apostar por alguien fuera de forma, como Casemiro.