El post de hoy es un poco diferente a lo que os tenemos acostumbradas pero estoy segura de que a más de una le va a gustar tanto como a nosotras. Y que conste que no es un post patrocinado ni similar.
Os cuento, como ya sabéis yo tengo tres hijos y tengo la gran suerte de que mi hermana tiene cuatro y siempre heredo ropa. Así que como a mi me gusta heredar, pues te ahorras un dineral. Cuando la ropa ya no les va a mis hijos se la doy a mis amigas en nuestras “cenas-mercadillo”. Ya se ha convertido en una tradición y es muy divertido, yo te dejo, tu me das, yo te devuelvo…
El caso es que siempre hay ropa o que te da más pena darla por afecto, o porque está casi nueva o incluso nueva (sí, señoras, lo reconozco pero a veces me olvido de que tengo algunas cosas y cuando las encuentro ya no les va…un ¡desastre!). Así que un día a través de twitter (sí, también tenemos cuenta allí), conocí a Helga de Smartkidds. Quizás en otro momento no me hubiera interesado tanto como entonces, ya que estaba haciendo orden y quería “deshacerme” de la bolsa de ropa que llevaba tiempo rondando por mi casa, pero no de cualquier manera.
Al grano… Smartkidds es una empresa de venta online de ropa de segunda mano. Ellos apuestan por dos cosas, el vender ropa en buen estado y a buen precio, y por otro lado ser sostenibles y ecológicos.Así que decidí probarlo y, si me gustaba la experiencia, contároslo.
Me inscribí en su web , solicité que me enviaran una bolsa a casa, me llegó al cabo de 48h (en el horario que dije que me iba mejor). Seleccioné la ropa que quería enviar, la metí en la bolsa rellenando el pequeño formulario, avisé de que la tenía lista y que podían pasar a buscarla y la recogieron al cabo de un par de días. Al cabo de unos 15 días me informaban de que habían repasado la ropa y me enviaban una lista con los artículos que habían estado aceptado y sus precios. A los pocos días tenía el dinero en mi cuenta.
Lo mejor de todo… no tuve que ir a ningún sitio, no sé vosotras pero yo si tengo que empezar a ir a tiendas de segunda mano seguro que no lo hubiera hecho.
¡Animaros a probarlo, yo quedé encantada!
Ya nos contaréis vuestra experiencia.