Y no por floja, ¿eh? Hace mes y medio comencé a sentir un dolor en la rodilla derecha. Pero la primera semana que lo sentí, no hice nada al respecto, continué con mi rutina de entrenamiento normal ERROR #1
Después de llevar una semana con el dolor, suspendí el ejercicio y fui al ortopedista quien me diagnosticó con inflamación rotuliana. Debía ponerme una pomada, usar venda y estar en reposo total durante dos semanas.
Pero, esa semana estaba de visita en el D.F. y me emocioné haciendo Zumba con mi hermana ERROR #2, caminé todo un día en CU y otro en el Centro Histórico… ¡en tacones! ERROR #3
Y para rematar fui a un curso intensivo de fin de semana donde realizamos meditaciones activas y dinámicas que requerían brincar, bailar, caminar, levantarse y pararse constantemente. ERROR #4
Por lo tanto, no solamente no disminuyó la inflmación, sino que aumentó. Lo cual ha alargado el proceso de recuperación. Ya no fueron suficientes las dos semanas en reposo y con venda, sino que ahora necesito seguir un tratamiento oral, tópico y usar una rodillera. Y obviamente estar en reposo por otros 10 días. En total, serán como seis semanas sin hacer ejercicio y todo por NECIA Y DESOBEDIENTE :-S
Al principio estaba enojada conmigo misma por no seguir el tratamiento desde un principio. Además estaba frustrada por interrumpir mi entrenamiento para correr porque ya estaba viendo progresos. Algunos días me sentía realmente como león enjaulado. Pero, me di cuenta que esta era una oportunidad para reflexionar y hacer otras cosas. Transformar la vivencia en experiencia.
Por lo tanto, les comparto algunas recomendaciones sobre qué hacer cuando por alguna razón (lesión, enfermedad o evento inesperado) no pueden continuar con su rutina de ejercicios:
Escucha a tu cuerpo
Lo primero y más importante es hacerle caso a las señales del cuerpo. Nuestro organismo sabe perfectamente lo que necesita y sabe indicárnoslo. Pero somos nosotros los que decidimos ignorarlo. En cuanto sientas alguna molestia o detectes que algo está fuera de lo normal, para la actividad. Si la molestia persiste unos días más, no lo dudes, consultar al especialista es la mejor opción.
Sigue al pie de la letra las recomendaciones del doctor
Los doctores tienen años de estudio y experiencia, entonces, ¿por qué insistimos en no hacerles caso? Seguir los tiempos e instrucciones del tratamiento es básico para que éste tenga resultado.
Sé paciente
Ningún tratamiento es magia. Es un proceso y por lo tanto, se lleva su tiempo. No esperes resultados inmediatos.
Libérate de la culpa y practica el desapego
No pasa nada si dejas tu rutina algunos días, la salud es la prioridad.
Continua con tu dieta saludable
No hay razón para interrumpir la dieta sana, esto no son vacaciones ni deben haber permisos especiales por no poder hacer ejercicio. Al contrario, la disminución de actividad física puede afectar un poco el peso. Pero que no cunda el pánico, en cuanto se vuelva a la rutina regular, sino ha habido excesos, el mismo cuerpo recuperará su peso.
Disfruta
La verdad, disfruto ese tiempo extra que tengo en las mañanas para estar un ratito más acurrucada en la cama con mi esposo o empezar a trabajar más temprano. También tengo chance de desayunar con más calma, leer, meditar o incluso dejar la comida lista desde temprano.
Retoma tu rutina paulatinamante
Esta semana que inicia, es la última de mi tratamiento, así que espero volver a mi rutina el próximo lunes, pero algo importante es no alocarse y querer “recuperar el tiempo perdido”. La recomendación es retomar el ejercio subiendo la intensidad gradualmente.
Es importante auto-observarse para corroborar que la lesión y las molestias han desaparecido, si persisten es importante consultar al médico nuevamente.
¿Alguna vez han tenido que interrumpir su rutina de ejercicios por una lesión o enfermedad?
¿Cómo se sintieron y qué hicieron?