El otro día me tocó enfrentarme de manera indirecta a una situación que acabó bien (o tiene buena pinta) pero podía haber acabado fatal. Aprendí un truco importante y aquí lo dejo, por si a alguien le viene bien.
Sábado de temporal por la tarde. Quedo con una amiga y sus hijos para ir a una cafetería con piscina de bolas y esas cosas. No es apasionante pero pasas el rato. Pedimos unos cafés y las niñas desaparecen en la zona infantil. Se presentaba una agradable tarde de cotilleo y relajación. Pobres ilusas.
Al cabo de un rato aparece la niña de mi amiga de 7 años y nos cuenta con la boca ensangrentada que se ha enganchado con la red de la zona de juegos y se ha arrancado una paleta de raíz. Si, como suena, muy fuerte. Su madre y yo nos quedamos bloqueadas. Y al final no lo hicimos del todo mal, según me he ido enterando después (tuvimos ayuda, ¡viva el móvil!). Esto es realmente lo que hay que hacer:
Si el diente se reimplanta antes de una hora es más probable que se salve.
1.- Al ser un lugar público, y por lo que pueda pasar después, hay que enterarse de si tienen algún tipo de seguro de accidentes. En nuestro caso no estaba la encargada y nadie sabía nada, así que pedimos la hoja de reclamaciones para dejar constancia escrita de lo que había pasado. Y dos copias, una para la empresa y otra para el accidentado. [Asesoramiento in situ por un abogado]
2.- Buscar la pieza dental y meterla en suero o leche. [Consulta y asesoramiento posterior de un especialista en Maxilofacial]
3.- Acudir a un dentista/hospital/centro de salud para que reimplanten el diente antes de una hora.
En nuestro caso lo pudieron reimplantar y la doctora que sigue el tema dice que tiene buena pinta pero que hay que esperar para ver si prende. Sólo queda cruzar los dedos. Y sobre todo ¡espero no tener que utilizar nunca más este minitruco!