Lo primero que se debe hacer después de una violación es alejarse del lugar de los hechos, buscando un lugar seguro, aunque lo idóneo es acercarse directamente al servicio de urgencias más cercano para que evalúen la situación.
Es importante, aunque la persona que haya sufrido una violación se sienta sucia, un sentimiento que suele suceder después de esta situación, que no debe cambiarse de ropa ni ducharse. El servicio de urgencias se encargará de todo, desde las inspecciones adecuadas y valoración del estado, hasta la limpieza y llamar a la policía.
Déjate guiar por el médico, ya que te debe hacer pruebas tanto de sangre como de embarazo o otras circunstancias. Es importante acudir al médico por muchas razones, y aunque una de ellas es detectar la violación para denunciarla, no tengas miedo a acudir al médico aunque te sientas culpable, también pueden suceder otras consecuencias como embarazo o enfermedad de transmisión sexual, sin olvidar las secuelas psicológicas.
Es importante que sigas los consejos del médico. Debes también llamar a una persona para que te acompañe en esos momentos y comentar tu situación a una persona de confianza que te pueda apoyar.
Es muy importante que después de todo esto se acuda a una terapia psicológica, ya que las secuelas psicológicas de una violación son importantes, por eso se debe tratar con un especialista que te preste el apoyo necesario para superar esta situación y poder sobrellevarla, y aunque sea duro, cuanto antes se hable de la situación menor será el bloqueo que se produciría con posterioridad después de tiempo sin hablar de la situación. Aunque se puede tender a pensar que si se hace como si no hubiera pasado es que no ha pasado esto no es cierto.
Ayuda mucho, no sólo para tener la conciencia limpia, sino también para evitar que a ti ni a otras personas les vuelva a pasar esto, denunciar al agresor sexual.